Ampliar horizontes en Nochevieja
Solo llega una vez al año, y suele tener dos variantes: o es una noche estupenda o, si se permite la expresión, un auténtico fiasco. Decidir dónde pasar fin de año, dónde pasar Nochevieja, no es fácil cuando uno apunta más allá de lo estrictamente familiar. Si se está falto de inspiración, pero decidido a salirse de la norma, aquí hay 7 destinos para dar la bienvenida al nuevo año.
1. Matera, Italia
¿Por qué esperar a conocer Matera, en la remota región de Basilicata? Se puede recibir al año nuevo en esta maravillosa ciudad, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, y Capital Europea de la Cultura del 2019, con una selección de fiestas y celebraciones al aire libre. Es buena idea explorar su laberinto de estrechos callejones y asistir al Presepe Narrante Di Matera, un pesebre viviente que ocupa 5 km y cuenta con 150 intérpretes.
Antaño sinónimo de pobreza urbana, las sassi de Matera se han convertido en restaurantes minimalistas, bares de moda y hoteles-boutique. Se puede comer en Baccanti, donde cena el hijo pródigo local y legendario cineasta Francis Ford Coppola, tomar unos cócteles en el café-bar Area 8 y dormir bajo tierra en el elegante Sextantio Le Grotte Della Civita. Al día siguiente, no hay nada mejor para despejarse que pasear por el nuevo puente colgante.
Por Angelo Pittro – director comercial y de marketing, Lonely Planet Italia
2. Nueva Orleans, EE UU
Nueva Orleans aporta su toque único a todo lo que hace, y Nochevieja no es una excepción. Se puede recibir el nuevo año en Jackson Square; la fiesta anual incluye música en directo y la mejor vista de la caída de la flor de lis, a medianoche, que marca la entrada del año nuevo. St Louis Cathedral, uno de los mejores ejemplos de arquitectura francesa en EE UU, es el regio telón de fondo de los magníficos fuegos artificiales que iluminan el cielo sobre el río Misisipi.
El viajero se sorprenderá del frío que puede hacer en Nueva Orleans en esta época del año. Por suerte, el venerable Café Du Monde está justo al otro lado de la calle. Abierto 24 h los siete días de la semana –solo cierra el día de Navidad–, este proveedor de beignets y de café de achicoria ayuda a mitigar los efectos del exceso de cócteles Hurricane.
Por Rebecca Warren – directora editorial de la revista Lonely Planet de EE UU
3. Melbourne, Australia
Si Sídney es el niño bueno de la Nochevieja australiana, Melbourne es su hermano travieso. Conviene tomar posiciones en uno de los famosos bares de azotea de la ciudad para disfrutar de una templada noche veraniega con una copa y asientos de primera fila para ver los fuegos artificiales.
En el centro, Rooftop Bar, en lo alto de Curtin House, y Loop Roof son dos de los locales sagrados favoritos de los melburnianos, mientras que el hotel-boutique QT Melbourne tiene una glamurosa terraza en la azotea (en los dos últimos hay que reservar con antelación). Más allá se puede contemplar el perfil urbano de la ciudad comiendo tapas en Naked in the Sky, en Fitzroy. La salvación matutina llega en forma de un delicioso brunch melburniano y, cómo no, con una gran taza de coffee.
Por Terri Coad – exploradora de Lonely Planet y blogera en littlewanderings.com
4. Las Palmas, Gran Canaria, Canarias, España
Salir de fiesta en Europa en esta época del año implica ponerse varias capas de ropa térmica, pero la temperatura en la capital de Gran Canaria, Las Palmas, tiene una media muy suave de 19 grados. Mientras el resto de la isla está dominado por los grandes resorts, esta es una ciudad muy auténtica, frecuentada por lugareños sobre todo en Nochevieja, cuando los locales nocturnos y los bares se llenan de gente.
El barrio antiguo de Vegueta es un sitio divertido para pasear; se puede empezar cenando en el Restaurante El Herreño, que elabora platos típicos canarios con productos frescos del mercado que tiene enfrente, y después explorar los bares que salpican sus calles estrechas.
Tras unas cuantas cañas, la mayoría de la gente se reúne en la maravillosa Playa de las Canteras, donde el cielo se ilumina con fuegos artificiales para dar la bienvenida al año nuevo. Y no hay que olvidar las 12 uvas, una por campanada, que garantizan un año de buena suerte.
Por Orla Thomas – editora de contenidos de la revista Lonely Planet del Reino Unido.
5. Nassau, Bahamas
Casi todos los pueblos del Caribe celebran Nochevieja a lo grande, pero Nassau lo hace con un estilo particular. El Junkanoo es el mayor y más espectacular carnaval callejero de las Bahamas, y aunque se celebra varias veces al año, los más destacados tienen lugar el día de San Esteban y el de Año Nuevo. Al alba, bailarines ataviados con trajes muy vistosos toman las calles y desfilan por el centro de Nassau dando la bienvenida al nuevo año con trompetas, tambores, silbatos y carrozas.
Cuando la fiesta termina, uno puede echarse una siesta en la arena blanca de una de las populares playas de Nueva Providencia (Cable, Delaporte o Junkanoo, por citar algunas). Y si después entra el hambre, es buena idea ir a Arawak Cay a por la fritura de pescado del fin de semana o a comer ensalada de conchas del mercado en Potter’s Cay.
Por Bailey Johnson – editor de destinos de Centroamérica y el Caribe
6. Hangzhou, China
Aunque los chinos no celebran Año Nuevo con tanto fervor como el Festival de Primavera (también conocido como el Año Nuevo Chino, es un buen momento para visitar el sureste del país, donde la campiña todavía es verde y vivaz.
Se puede visitar la idílica ciudad de Hangzhou para recibir al año en paz, recorrer la pasarela del lago Oeste por la mañana, ver la bruma que flota sobre el agua y después subir la colina para visitar el templo Yongfu. Es buena idea tomar un té en la zona, rodeada de árboles del té. El día puede terminar con una abundante cena en el lujoso Shangri-La Hotel, a la orilla del lago.
Por Ding Lisong – director de producción y operaciones de la oficina de Lonely Planet en Beijing.
7. Sídney, Australia
La ciudad más flamante de Australia organiza una espectacular celebración con su mejor activo, la Bahía de Sídney. Antes del despliegue de fuegos artificiales, barcos de todas las formas y tamaños danzan sobre el agua al son de la música en directo. La llegada de la medianoche desata una erupción pirotécnica desde siete barcazas repartidas por el puerto, y desde una de las ‘perchas’ más famosa del mundo, el puente de la Bahía de Sídney.
Para los desdichados que no han conseguido invitación a alguna de las fiestas privadas junto al mar, la mejor opción es unirse al millón de personas que acude a las orillas del puerto. La isla Cockatoo, una de las varias del puerto, ofrece la fabulosa opción de ir de glamping (camping glamuroso), así uno se ahorra la larga caminata (o el trayecto) de vuelta.
Para mantener a raya la resaca se puede ir a una de las playas más icónicas de Australia, Bondi, y allí tomar un desayuno saludable en el café Speedos o consumir carbohidratos en Icebergs Dining Room antes de disfrutar de un chapuzón entre las banderas.
Por Chris Zeiher – director de ventas y marketing de Lonely Planet (Asia-Pacífico).