Y disfrutar del viaje en familia
El planeta está lleno de rincones maravillosos para que los niños comiencen a experimentar el placer de viajar. ¿Qué lugar escoger? Pueden ser destinos europeos o rutas más lejanas, pero el objetivo es que disfruten todos, grandes y pequeños, y cada uno a su manera. Estos son algunos lugares para viajar con niños.
1. El sueño de todo niño (Finlandia)
Los niños se quedan siempre encantados con un viaje a la tierra de Papá Noel, un territorio donde la naturaleza manda. Es un lugar pensado para familias, con toda clase de propuestas y servicios concebidos para que el viaje resulte cómodo e interesante para todo el mundo.
Los niños pueden disfrutar con experiencias únicas como vivir igual que una verdadera familia finlandesa en una cabaña lacustre de alquiler, practicar el piragüismo, recoger frutas del bosque o patinar en el mar helado, viajar enpulkka (trineo) y practicar esquí de fondo en Paloheinä en invierno. También se puede alquilar una manada de perros, renos de tiro o una motonieve para cruzar extensiones nevadas.
Pueblo de Santa Claus, Rovaniemi, Finlandia © Kanuman / Shutterstock
Helsinki, la capital, tiene también el tamaño justo para una visita en familia. Cuenta con un zoo, en la isla Korkeasaari, genial para descubrir la fauna y flora del país, y un parque de atracciones, el de Linnanmäki, con sus montañas rusas, su gran noria y su laberíntico acuario con tiburones, o la fortaleza marítima de Suomenlinna, que ocupa varias islas exteriores de la ciudad.
Pero la principal experiencia finlandesa, sobre todo durante el invierno, es la de acercarse al pueblo de Santa Claus en Napapiiri, Rovaniemi, visitar su oficina de correos para echar las cartas de Navidad, conocer la cueva donde los elfos elaboran galletas de jengibre y visitar el parque temático de Moominworld dedicado a los trolls.
2. Ocio activo (Bélgica)
Chocolate, patatas fritas y cómics hacen de Bélgica un lugar muy atractivo para jóvenes y no tan jóvenes. Con sus agradables ciudades y sus rutas por los canales, tanto hacia el mar como al interior del país, seguramente los niños y los adolescentes encontrarán algo que les guste. Una experiencia que no falla es el recorrido en barco por los canales de Brujas y Gante, o bien la opción de un recorrido en kayak por los ríos Outhe, Semois o Lesse.
Brujas, Bélgica © Emi Cristea / Shutterstock
Pero hay más: Bruselas es la capital del cómic, con exposiciones permanentes sobre los Pitufos y Tintín, y mucho arte urbano que homenajea al cómic. En Lovaina la Nueva puede visitarse el Musée Hergé, que está dedicado a Tintín, el capital Haddock y el profesor Tornasol.
3. Emular a Robinson Crusoe (Tailandia)
También se puede viajar con niños a destinos exóticos. Por ejemplo, a Tailandia, un reino verdaderamente mágico para las familias. Después de la frenética Bangkok, donde las aglomeraciones tal vez asusten a los niños, la selva misteriosa del norte brindará grandes oportunidades de disfrutar. El sur de Tailandia cuenta también con islas y playas paradisíacas que ofrecen todas las comodidades necesarias a precios razonables.
A los niños les gustarán especialmente islas como Koh Samui, Koh Samet, Koh Pha-Ngan o Koh Phi Phi, en el Parque Nacional Marino de Ang Thong, porque son perfectas para jugar a sobrevivir como un náufrago.
Koh Phi Phi, Tailandia © haveseen / Shutterstock
Para ir con niños son también recomendables las islas frente al Parque Nacional Marino de las Islas Similan, donde pueden verse tiburones ballenas entre enero y abril.
Y hay mucho más: desde descubrir preciosos templos budistas hasta ver cómo es la selva de verdad, con sus elefantes, tigres y gibones.
4. De camino a la aventura (Costa Rica)
Jugar a ser Tarzán en medio de la selva, ver un volcán de cerca, nadar con los peces o admirar flores increíbles… los sueños de los niños pueden hacerse realidad en la asombrosa Costa Rica.
Este país pequeño y pacífico tiene todos los aspectos prácticos que los padres agradecen y una población amante de los niños. Es el mejor destino familiar de toda Latinoamérica, donde los niños disfrutarán de unas aventuras dignas de Indiana Jones: por ejemplo, cruzar una pasarela a lo largo de la zona de observación en la humeante y burbujeante caldera volcánica del Parque Nacional Volcán Póas. O realizar una excursión entre las copas de los árboles por puentes colgantes, plataformas y tirolinas, o un recorrido espectacular en tren por la Reserva Bosque Nuboso Monteverde.
Miravalles, Costa Rica © Pierre Arsenaul / Getty Images
Costa Rica con su ambiente seguro y la amabilidad de los ticos, permitirá, como pocos países en el mundo, hacer safaris aptos para familias por los bosques tropicales del río Sarapiquí o el Pejibaye.
5. Hablar con animales (Kenia, Tanzania o Sudáfrica)
Kenia es un legendario destino de safaris y las muchas especies de animales diferentes que campan por estos paisajes absolutamente de ensueño dejarán a los niños boquiabiertos.
Además, los guías masáis añadirán un toque mágico a la experiencia. Y una vez vistos los parques y las reservas, hay que reunir a toda la familia y dirigirse a las playas del océano Índico. Las grandes reservas del sur (Masái Mara, Tsavo y Amboseli, con el Kilimanjaro de fondo), son los parques que brindan las condiciones más propicias para ver a los animales, de ahí que sean los más visitados.
Otro destino de safari con niños y vacaciones en familia es Sudáfrica con una gran cantidad de parques naturales, playas, senderos y suficientes comodidades sin parangón. En sus parques y reservas nacionales los niños cuentan con más posibilidades que en ningún otro lugar de ver a los Cinco Grandes: rinoceronte, búfalo, elefante, leopardo y león. La Reserva de la Biosfera del Waterberg es uno de los lugares favoritos de las familias porque permite verlos en una región prácticamente libre de malaria. Otra opción es avistar ballenas francas australes desde las playas o caminos de los acantilados en Hermanus, entre junio y diciembre o intentar toparse con orgullosas avestruces y adorables suricatas en Oudtshoorn.
Safari en Tanzania © BlueOrange Studio / Shutterstock
El tercero de los destinos para safaris con niños es Tanzania, un país que brinda numerosos motivos de asombro: una fauna increíble en los parques nacionales, unos lagos tan grandes como el mar, playas impresionantes en el océano Índico y la reluciente isla de Zanzíbar. Se trata de un destino fabuloso para unas vacaciones en familia, tanto por el encanto del país como por la bienvenida siempre cálida de los lugareños. Además de contemplar a los Cinco Grandes, se puede divisar ñus y cebras a millares y cambiar el todoterreno por un globo aerostático. También se puede descubrir la colonia de babuinos, flamencos y jirafas del Parque Nacional del Lago Manyara y a los elefantes del Parque Nacional de Tarangire, navegar por el río Wami o disfrutar de las playas del pequeño Parque Nacional de Saadani. Para recorrer el Parque Nacional Arusha se necesita simplemente un todoterreno y, como el parque no es demasiado grande, resulta ideal para los niños y cuenta con muchos animales (como jirafas, búfalos, monos y flamencos) y con el mítico Kilimanjaro de fondo.
6. Caballeros y princesas (Escocia)
A los niños les fascina la magia de Escocia, una tierra de castillos encantados donde los monstruos se zambullen en los lagos. Quedarán encantados con el misterio de los páramos y acantilados, y con la belleza de un paisaje natural que se presta a todo tipo de actividades. Por ejemplo, recorrer el laberinto de calles medievales y pasajes subterráneos del centro de Edimburgo, acompañados por un guía vestido como en el s. XVII. O adentrarse en castillos encantados como el de Culzean (con su fantasmagórico gaitero), el de Glamis (hogar de la Dama Gris) y el de Fyvie (donde se aloja la Dama Verde).
Lago Ness, Escocia © nitsawan katerattanakul / Shutterstock
Las Tierras Altas escocesas son perfectas para dejar volar la imaginación entre ruinas de castillos o lagos donde no falta el más famoso de los monstruos: el del Lago Ness.
7. Descubrir el mundo de Andersen (Dinamarca)
En la tierra de Hans Christian Andersen la fiesta para los niños está servida y existen secciones infantiles en los mejores museos, además de muchas atracciones por todas partes. La familia puede disfrutar de salidas en bicicleta por todo el país o seguir el rastro de los vikingos en barcos que exploran los numerosos fiordos e islas.
Los niños disfrutarán muchísimo explorando en coche de caballos el casco antiguo de Aarhus, acercándose al parque de atracciones del Tivoli, en Copenhague, o conociendo el barrio de Andersen en su natal Odense, con calles adoquinadas flanqueadas por cautivadoras casitas, en una de las cuales está el Museo Hans Christian Andersen.
Legoland, Dinamarca © Lena Ivanova / Shutterstock
Una de las mejores experiencias es visitar Legoland, el original parque de atracciones construido con las famosas piezas de Lego que está asentado en Billund.
8. En busca de ídolos (Túnez)
En Túnez los niños disfrutan visitando pueblos y escenarios de La guerra de las galaxias: La amenaza fantasma.Los hoteles de la costa tunecina dan a los niños más pequeños una cálida bienvenida a sus numerosas y soberbias playas. Los más mayorcitos pueden vislumbrar un Túnez más aventurero en las dunas del desierto y visitar el famoso decorado de La guerra de las galaxias, en las casas bereberes construidas bajo tierra en Matmata. A los niños les encantará dormir en un hotel troglodita, y disfrutarán mucho en el Sidi Driss Hotel, la casa de la niñez de Luke Skywalker en la saga.
Tozeur, Túnez © Marques / Shutterstock
Las localizaciones de La guerra de las galaxias están cerca de Tozeur, incluido el pueblo de Mos Espa (Ksar Hadada), que se construyó para filmar La amenaza fantasma. También se reconocerán las dunas del desierto Tatooine (Onk Djemel), el cañón Tatooine (Sidi Bouhlel), el desierto Tatooine y la casa de los Lars (Chott el-Djérid), donde Luke fue arrestado delante de un cráter.