Propuestas para disfrutar de la naturaleza con niños
En un mundo que vive en las pantallas y el aprendizaje curricular de las escuelas, no hay nada como una aventura al aire libre para revitalizar las vacaciones en familia. Desde épicas rutas por el desierto hasta misteriosas cuevas y océanos amables, la naturaleza es como un gran parque de juegos para todas las edades; y el aire fresco ayuda a desconectar a todo el mundo.
La clave de la escapada ideal es elegir el viaje más adecuado a cada familia. A pesar de lo que circule por Instagram, para considerarse una ‘familia aventurera’ no hace falta bañarse en ríos infestados de cocodrilos con la peque de dos años; si apetece rodearse de naturaleza y buscar actividades trepidantes, este artículo dedicado a las actividades al aire libre será una buena ayuda. Y, sobre todo, se elija la actividad que se elija, hay que disfrutarla al estilo de cada familia.
Más sencillo de lo que parece
Para muchos niños y niñas, la naturaleza es ‘el destino’, y el sabor del agua salada o el primer ascenso a una enorme roca resultan experiencias de lo más intensas. Salirse de las rutas más trilladas es cuestión de ritmo (¡lento!), de practicidad (¿es accesible?) y de avanzar con libertad (trepar, descubrir, tocar y disfrutar la naturaleza sin planes cuadriculados). No importan tanto ni la ubicación ni el itinerario, lo bonito es que siempre se pueden descubrir cosas interesantes, ya sean rocas, troncos o barro para jugar. En otras palabras, todo lo que se necesita para una buena excursión es un poco de tiempo.
La magia de la cascada Skogafoss, en Islandia, a través de los ojos de los más pequeños. © Maria Uspenskaya / Shutterstock
Descubrir pozas de marea después de visitar acuarios modernos en la costa oeste de Irlanda, o mojarse los pies en pequeños arroyos de camino a las icónicas cascadas de Islandia son dos grandes opciones, pero incluso las ciudades más intensas tienen vías verdes, jardines y parques por los que corretear y jugar. ¡Hay que aprovecharlo! Pasear alejándose de las rutas estrictas permite a los pequeños excursionistas disfrutar y experimentar con libertad los espacios naturales, y eso les enseña a apreciarlos.
-
Campistas felices
En un reciente viaje a Yellowstone, el prado donde acampamos y donde los pequeños dejaban volar su imaginación les dejó un recuerdo imborrable; la espera para que brotara el géiser Old Faithful, no tanto. Acampar cuando se visita un parque nacional o regional es muy buena idea, porque se reduce el tiempo de desplazamiento a los puntos de interés y deja espacio para la interacción personal con el entorno.
Lugares para viajar con niños
Alojarse en una cabaña así ya es toda una aventura © Teguh_Prabawa / Shutterstock
Alojarse en plena naturaleza
Si dormir sobre una fina colchoneta de espuma en el suelo no es el plan, bueno es saber que hay un sinfín de ofertas de alojamiento con el espíritu del camping pero diseñadas para un mayor confort. La idea de la ‘casa del árbol’ evoca el encanto de los escondites de nuestra niñez; y según las preferencias por el lujo y lo local, la familia puede alojarse entre las copas de los árboles en África, con vistas a la fauna, entre montañas nevadas o bajo el cielo estrellado de Australia.
Una estancia en yurtas, en plena naturaleza, tiene su punto de lujo © solepsizm / Shutterstock
Las comodidades extra de las yurtas al estilo mongol han convertido a más de un fan del camping en un fan del glamping. Desde las opciones más sencillas hasta las más lujosas, y de las más remotas a las más prácticas, las yurtas ofrecen un vínculo directo con el entorno. Si se busca una experiencia rica en historia, cultura y naturaleza, abundan las opciones imaginativas: carromatos gitanos húngaros, tipis pintados a mano en Norteamérica, un hotel surfista portátil en Portugal y los hoteles esculpidos en hielo en Suecia son algunas de las ofertas más simpáticas.
-
Seamos prácticos
Ante el riesgo de llegar sin nada o cargados por partida doble, conviene hacer bien la lista del viaje y comprobarla un par de veces. Tras una excursión con raquetas por la campiña nevada agradecimos de verdad haber metido en la maleta los frontales y las linternas, porque la luz, alimentada por energía solar, se fue. Claro que, también podíamos haber metido un papel higiénico extra suave, porque el que allí había… ¡En fin!
10 sitios extraordinarios para alojarse
La energía de los peques da para mucho cuando hay experiencias inolvidables de por medio © Rock and Wasp / Shutterstock
‘Ganárselo’
La exploración pura y dura –a pie, en bicicleta o por otros medios– siempre resulta muy satisfactoria. Utilizar los músculos hace que se preste más atención al camino que al destino. Que el viajero imagine paseos en bicicleta por los puertos de los acantilados de Terranova, rutas en kayak alrededor de monolitos kársticos en el sureste asiático o travesías de esquí de fondo en los parques nacionales de Noruega. Una mínima buena forma física combinada con el buen tiempo y la cultura permiten disfrutar de una experiencia vibrante, al ritmo deseado y en libertad, con un montón de cosas nuevas por ver, oler y escuchar. Y la recompensa por el esfuerzo es una conexión muy viva; grandes vistas desde crestas altísimas o playas idílicas casi desiertas y una apreciación mucho más profunda del entorno.
Pequeños y adultos por igual disfrutan de las rutas al aire libre © MarKord / Shutterstock
La relación es de beneficio mutuo, también para los padres: a veces los adultos hacen que toda actividad física se reduzca a la llegada a la meta, pero con niños de por medio, que ralentizan la marcha y piden parar a intervalos regulares, el desafío se convierte en un proceso de exploración más reposado. Y lo mejor de salir a andar con niños es que se sumarán a la acción si se empieza con poco y se les recompensa a lo grande. A los niños les encanta hacer cosas, ¿verdad?
-
¿Y cuando se cansan de caminar, qué?
Se les puede ofrecer alguna recompensa. A la larga, los pequeños aprenderán a valorar la satisfacción que se obtiene al cumplir con un objetivo, pero a veces va bien contar con una ayudita externa: el temptation bundling o ‘empaquetado de tentaciones’. Por ejemplo, que vistan el traje de superhéroe o el disfraz que quieran para ir de excursión; parar (las veces que sean necesarias) para satisfacer su curiosidad; dejarles comer más dulces de lo habitual o premiarles con un recuerdo de la ruta. No es un tema de sobornos, es sumar incentivos aprovechando las cosas que les gustan, ¡y también funciona con los adultos!
Curiosidades de nuestro planeta
La fiera de la velocidad que todos llevamos dentro puede liberarse en los desiertos de Perú © Robert CHG / Shutterstock
Disfrutar de los elementos
Por suerte, para entretener a los niños no hacen falta proezas que desafíen a la suerte, y la naturaleza ofrece un montón de atracciones, tanto para los más salvajes como para los más dóciles. Si son aventureros, disfrutarán con un paseo en globo aerostático por los Apalaches; una ruta entre ruinas mayas en Guatemala o un descenso en tirolina en Costa Rica. Y los locuelos de la velocidad pueden probar el descenso de esquí en Nueva Zelanda, las bajadas en trineo sobre dunas de arena en un desierto peruano o el rafting de aguas bravas por el ‘Salvaje Oeste’ americano.
En piscinas, estanques o en el mar, el tiempo que se pasa en el agua o junto a ella invita a la aventura sin fin.© BlueOrange Studio / Shutterstock
Los pequeños amantes del agua lo pasarán bien practicando esnórquel, buceo, surf de remo o surf en destinos paradisíacos como las Fiyi, Australia o Tailandia, cuyos paisajes son tan fascinantes como la propia actividad. Incluso es posible encontrar cursos de iniciación en las zonas acuáticas que se tengan más cerca de casa. Y los amantes de los animales también podrán aprender valiosas lecciones sobre confianza y manejo a lomos de un camello, un caballo o tras un reno o un grupo de perros que tiran de un trineo.
-
Hacer los deberes
Informarse bien ayuda a elegir una montura segura y apropiada para los niños. Nosotros tuvimos la suerte que nuestro guía ‘remolcaba’ el caballo de nuestra hija de seis años en las cuestas más empinadas, pero es que además la escuchaba con toda su atención. No todos los operadores saben tratar a los niños; para elegir bien hay que tener en cuenta la edad, el tamaño, la destreza y el temperamento de los pequeños.
Blogs de familias viajeras que animan a explorar el mundo
La aventura definitiva es la que ayuda a la familia a desconectar © Monkey Business Images / Shutterstock
Vacaciones y desconexión
‘Desconectar’ puede ser el resultado de una travesía de aventura a un paraje remoto o, simplemente, una decisión consciente por apagar cualquier aparato electrónico. Sea como sea, si la desconexión se combina con el poder de la naturaleza, los sentidos de la percepción se avivan. El ‘aburrimiento’ inicial va dejando espacio a la curiosidad y, de repente, los colores del horizonte o el aroma de las flores exóticas adquieren un potencial casi mágico.
En el fondo, aunque uno desconecte en las aguas cerúleas de la costa de Croacia o en las tonificantes tierras altas escocesas, lo que importa es la magia que surge al eliminar las barreras artificiales que nos separan del momento, la gente y el lugar. Mayores y pequeños descubrirán que es sorprendentemente fácil sentirse satisfecho en la naturaleza, y que resulta apasionante.
-
Encontrar el lugar ideal
Nuestro destino familiar veraniego es una zona de bosque sin cafeterías, pero repleta de pinos y senderos junto a un arroyo. Entre los juegos en el río, los juegos de mesa y el chocolate caliente junto a la hoguera, desconectar ya no es una novedad, se ha vuelto una necesidad.