Esauira, Best in Travel 2018
Los precios en Marruecos han subido a la vez que la popularidad del país, pero todavía existen gangas. En la apacible ciudad costera de Esauira la mayoría de las atracciones son gratis: exuberantes festivales de música, visitas a galerías de la medina del s. XVIII, contemplar el océano desde sus murallas color miel, ver faenar a los pescadores en su bonito puerto de postal y pasear por sus infinitas playas doradas.
La medina y más allá
El casco antiguo amurallado de Esauira –Patrimonio Mundial por la Unesco– es compacto y accesible, y a diferencia de las laberínticas medinas de Marrakech y Fez, perderse en él es difícil. Con uno de los muchos planos gratuitos que se ofrecen en tiendas, restaurantes y vestíbulos de hotel –uno de los mejores planos es el de Les Carnets du Voyage– uno puede ponerse en marcha.
Los emporios de la avenida principal, Ave de l’Istiqlal, y los tranquilos zocos que salen de ella están llenos de lugareños y visitantes. El zoco del domingo, a un corto paseo desde el Bab Doukkala, es ideal para rebuscar y ofrece auténticas gangas. Es una serie casi interminable de puestos improvisados que venden de todo, desde caftanes hasta recambios de automóvil. Conviene llegar pronto para evitar el gentío.
Un recorrido alternativo es el sinuoso laberinto de mansiones maltrechas del Mellah, antaño el barrio judío, donde se hallan piedras que llevan grabada la rosa de seis pétalos de Mogador (el nombre portugués de la ciudad), y el Hammam Babsi, que apareció en la película Otelo (1951) de Orson Welles.
Las murallas del Skala de la Ville y el robusto Bastion Nord (cerrados por reformas, pero visitables cuando están abiertos) tuvieron un papel destacado en Juego de Tronos como Astapor, la infame ciudad de la bahía de los Esclavos donde Daenerys Targaryen liberó al ejército Inmaculado de esclavos eunucos.
El pintoresco puerto –con sus barcos de madera, del color del mar, marineros curtidos y gaviotas que lo sobrevuelan– posee su propio Skala du Port (entrada 10 MAD), donde se puede tomar la icónica instantánea de la medina amurallada de todos los folletos turísticos.
Música y arte en Esauira
Cada mes de junio y durante cuatro días, el Festival Gnaoua y Musicas del Mundo llena Esauira de maestros de gnaoua –una antigua tradición espiritual y rítmica africana– y estrellas internacionales de las músicas del mundo. Se inaugura con un colorido desfile y los conciertos de los principales escenarios son gratis y se llenan. Para vivirlo de cerca se puede optar por un pase de un día (desde 150 MAD) o de tres (600 MAD). Las entradas para locales pequeños cuestan sobre 250 MAD.
Para los amantes de la música clásica, Dar Souiri –cuna de la Association Essaouira Mogador– es uno de los tres espacios que albergan el anual Printemps Musical des Alizés en abril, con conciertos de la Orquesta Filarmónica de Marruecos, junto con virtuosos y jóvenes talentos de todo el mundo. Si el viajero se pierde los otros festivales, puede ir a Dar Souiri, que programa conciertos regulares (100 MAD, aprox.), además de exposiciones de arte gratuitas; más información en su tablón de anuncios.
Visitar galerías es gratis: se puede empezar por el espacio artístico más antiguo de la ciudad, Galerie D’Art Damgaard, dedicada al vibrante estilo naif de los artistas más destacados de Esauira, incluidos Mohamed Tabel y Ali Maimoune. Otras galerías privadas son Espace Othello, Galerie du Sud (Rue Attarine), con tres locales en la medina, y L’Atelier des Arts Empreinte (28 Rue Abou Al Mouhajer), un taller de enmarcado y sala de exposiciones de artistas locales.
Playas infinitas
Un paseo por la enorme extensión de arena dorada de Esauira es esencial, con su divertida mezcla de familias que pasean, turistas que toman el sol, partidos de fútbol descalzo y camellos de andares lentos.
Las omnipresentes ráfagas de aire, los alizee, crean las condiciones perfectas para la práctica del kitesurf y el windsurf. Explora ofrece cursos para todos los niveles desde 55 € por dos horas. También es posible alquilar el material.
Recorrer dunas en quad es un capricho que merece la pena, y Palma Quad ofrece un circuito de dos horas por las dunas de Cap Sim, a 30 minutos en coche de Esauira, desde 700 MAD para dos personas, transporte incluido.
Para tomar un cóctel en la arena se puede ir a Océan Vagabond, que tiene happy hour a las 19.00.
Comida económica en Esauira
En la medina de Esauira abundan los puestos de comida callejera, con carritos de madera en los que se amontona la fruta de temporada, como fresas, nectarinas o higos chumbos (se puede pedir al vendedor que pele la fruta). El khoobz, el ubicuo pan plano, se vende dos veces al día (5 MAD), y también destacan los creps marroquíes: los msemen (cuadrados y de hojaldre) y los baghrir (redondos y esponjosos). Se toman con jugo de caña de azúcar recién exprimido, que lo cura todo por solo 5 MAD.
El aromático y sabroso embrujo de Marruecos
Para disfrutar de un almuerzo delicioso y barato se puede imitar a los lugareños y preparárselo uno mismo: se compra pescado –las sardinas son típicas de Esauira, 10 cuestan unos 10 MAD– en el zoco del pescado de la medina y se va al otro lado de la calle, al café sin nombre de la esquina izquierda del Marché aux Grains –tiene mesas amarillas con parasoles–, donde lo asan a la parrilla por 5 MAD; y por otros 5 MAD se compra pan y una ensalada sencilla.
Para un almuerzo al aire libre más refinado, pero también económico, se puede ir a las grillades, la fila de chiringuitos de madera azules y blancos que hay entre el puerto y Pl Moulay Hassan, donde se elige el pescado del día, de pargo a calamar. En Breton du Sud (grillade nº 33), un plato de pescado, pan, ensalada y un refresco cuestan 50 MAD.
Para darse un capricho dulce es buena idea ir a la Pâtisserie Driss, que sirve pastelitos exquisitos (por unos 5 MAD) desde 1928, o a la Gelateria Dolcefreddo, en Pl Moulay Hassan, el sitio perfecto donde combinar café, helado y vista de los paseantes. Destaca el café dolcefreddo, un expreso y una bola de helado de vainilla (25 MAD).
Dicen que la mejor comida marroquí es la que se sirve en las casas, pero después están las cenas a la luz de las velas del diminuto Restaurant les Alizes Mogador. Regentado por una simpática pareja marroquí, ofrece un menú tradicional de tres platos por 129 MAD o un plato principal por 75 MAD. Si el viajero se ha cansado de comer tayín, en Silvestro (70 rue Laalouj) sirven pizzas al horno de leña y platos de pasta desde 45 MAD.
Alojamiento en Esauira a buen precio
Los propietarios australiano-marroquíes del Riad Dar Afram han conservado el estilo clásico de su apacible riad, con techos de madera pintados, ventanas de vitrales y coloridos kilims. Las seis habitaciones con baño son tan amplias que permiten incluir camas extra, y el patio se ha convertido en un animado salón. Es muy popular entre los músicos, que nadie se sorprenda si se improvisa alguna jam session después de la cena. Una habitación doble cuesta desde 27 €, con el desayuno incluido.
El blanquísimo Riad du Figuier, con contraventanas azules, se ha convertido en un tranquilo B&B, dispuesto alrededor de un bonito jardín con naranjos y una fuente. Sus cinco habitaciones encaladas tienen los suelos de baldosa, techos con vigas y toques de color gracias a las alfombras y a las obras de arte local. El desayuno –con mermelada de higos casera– se sirve en la terraza de la azotea o en el salón amarillo. Una habitación doble cuesta desde 45 €, desayuno incluido.
Dar Emma, con dos habitaciones, es perfecto como alojamiento privado. Esta casa alta y estrecha tiene cuatro plantas y presenta una artística mezcla de decoración tradicional marroquí, hallazgos vintage y detalles contemporáneos, con una terraza en la azotea para los días soleados y una chimenea para las noches frías. La propietaria, Emma, una expatriada británica, recomienda donde comprar en el zoco, donde comer y las mejores excursiones de un día. Pueden dormir hasta cuatro personas por 100 £ la noche.