Sí, es posible disfrutar de Madrid en solo 24 horas. Y como lo más importante es dormir, comer y pasárselo bien, estas son nuestras propuestas para cubrir estas necesidad “básicas”.
Madrid es siempre una buena idea. Una de las ciudades más excitantes del mundo promete, y sin duda cumple, que una estancia en cualquiera de los hoteles de moda de la capital, recorriendo sus concurridas calles o de cañas en el bar de moda va a resultar siempre una experiencia de viaje inolvidable. Y como no hay mayor prueba que los hechos, estos son los mejores planes que hacer en Madrid durante un fin de semana.
1. Alojarse en Dear Hotel: Desde su llegada a la capital en el verano de 2015, el Dear Hotel ha marcado un antes y un después en la oferta hotelera madrileña en general y la popular Gran Vía en particular. Emplazado junto a la mítica Plaza de España, su piscina es carne de cañón de toda adicta a Instagram, donde las fotos de este fotogénico hotel se multiplican sin ser necesarios los filtros. Y es que el Dear Hotel, que ocupa un edificio histórico de 1945 en Gran Vía 80, es todo un ejemplo de ‘savoir faire’ cosmopolita y urbano, aunque habiendo sabido conservar los elementos distintivos neoclásicos de la época. Una mezcla explosiva cuyo interiorismo ha sido llevado a cabo por el reconocido y premiado estudio de Sandra Tarruella, donde un estilo completamente atemporal da la bienvenida a un viajero exigente pero sin estridencias. Una sobria elegancia que resulta perfecta para una escapada con estilo a Madrid, algo que sin duda siempre es un buen plan. 162 estupendas habitaciones que prometen un amanecer con unas espectaculares vistas sobre la Plaza de España, la Casa de Campo o la Sierra de Madrid. Aunque para qué negarlo, la joya de este hotel se encuentra ubicada en la planta 14, donde encontramos una amplia terraza en la que se sitúan el restaurante Nice to Meet You, el lounge, y por supuesto su piscina, una de las más ‘sexys’ de la capital. 360º de vistas sobre toda la ciudad que resultan el escenario perfecto para disfrutar de una cena, un cóctel o por qué no, un delicioso baño viendo amanecer sobre los misteriosos tejados de Madrid.
2. Reservar mesa en Tándem: Bien sea con amigos, en familia o en pareja, este restaurante de moda de Madrid no falla. Ubicado en pleno barrio de Las Letras, un lugar además perfecto para pasear, Tándem es, además de un restaurante monísimo con un aire un tanto hipster donde la madera se mezcla con el vidrio, un lugar donde comer y comer muy bien en una carta donde lo que prima es el producto y una cocción sin estridencias. No hay que dejar de probar su ‘ensaladilla rusa’, las ‘ostras aliñadas’, el ‘ceviche de pescados y mariscos’ y cómo no, el plato estrella de la casa, el ‘bao de costillas de cerdo, pepino, cebolleta y hierbas’. Este pan chino hace las delicias de muchos de los comensales que, al igual que yo, peregrinan hasta su puerta en busca de una mesa donde disfrutarlo. De él y de cualquiera de las especialidades que como las que he mencionado antes forman su más que interesante carta.
3. Irse de copas a Marieta: Este innovador concepto de local está rompiendo moldes en Madrid y no resulta nada sencillo encontrar mesa, sobre todo en fines de semana, si lo que se quiere es cenar o hacer un ‘brunch’, un plan muy popular en la capital. Pero en realidad no hemos venido aquí a comer sino a exprimir la afamada noche madrileña. Marieta baja la intensidad de las luces y sube los decibelios de la música mientras en su barra se preparan los cócteles más codiciados de la ciudad. Pisco sour, cóctel de champán, margarita, Cosmopolitan, ruso blanco y un largo etcétera de combinados que anuncian que aquí la noche no ha hecho nada más que empezar y lo hace en un espacio bonito que recuerda notablemente a una ‘warehouse’ con aires industriales y delicado mobiliario. Es, sin lugar a duda, the place to be en la capital. Y así, que siga la noche.
El turismo foodie está en auge y en la capital hay infitinitas opciones para organizar un fin de semana gastronómico y comerse Madrid a bocados.
