Un destino multigeneracional: El Hierro, Canarias

Escrito por
Isabella Noble, autora de Lonely Planet

17 Noviembre 2020
2 min de lectura
© Isabella_Noble_Lonely_Planet
Turismo sostenible: El sendero Camino de Jinama, que pasa por los acantilados, El Hierro, Canarias, España

La isla canaria de El Hierro enamora a todos los viajeros

El Hierro, la más remota y sosegada de las soleadas islas Canarias, es una escapada de alta conciencia medioambiental que enamora a gente viajera de todas las edades y gustos. 
 

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Turismo sostenible: diversidad. Vistas a lo largo de la zona de El Golfo desde el Hotel Balneario Pozo de la Salud, El Hierro, Canarias, España

Vistas a lo largo de la zona de El Golfo desde el Hotel Balneario Pozo de la Salud © Isabella Noble / Lonely Planet

 

Pinos de un verde eléctrico que descienden en cascada por imponentes acantilados; brillantes pozas marinas naturales que aguardan, cautivadoras, al final de carreteras estrechas y sinuosas; y amplios paisajes volcánicos que lucen un encanto de otro mundo son algunos de los muchos atractivos que posee El Hierro, un destino inolvidable para la aventura multigeneracional.  

Perdida en medio del Atlántico, cerca de la costa occidental africana, El Hierro es la segunda isla más pequeña de las Canarias y la –injustamente– más ignorada. Ahora este paraje remoto empieza a ser un secreto a voces entre los españoles y entre un número de viajeros internacionales que va creciendo poco a poco, gente que busca una escapada natural de belleza singular y apacible. En un paraje así, el turismo responsable es clave, pero sus atracciones satisfacen a toda la familia.   

 

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Turismo sostenible: diversidad. Bañistas en el Charco Azul, una poza volcánica natural en El Hierro, Canarias, España

Bañistas en el Charco Azul, una poza volcánica natural en El Hierro © RebecaHeredero / Getty Images

 

Hay senderos excursionistas solitarios que serpentean entre miradores espectaculares y remotas playas pedregosas, entre acantilados de vértigo y bosques de laurisilva dignos de un cuento de hadas. Está la plácida reserva marina del Mar de las Calmas, que ofrece algunas de las mejores inmersiones de Europa, y las sesiones de parapente sobre el altiplano central de la isla atraen a los viajeros que buscan emociones fuertes.

Los visitantes más jóvenes disfrutarán, sobre todo, practicando esnórquel, kayak y descubriendo al lagarto gigante de El Hierro, una especie amenazada; mientras los más mayores se llevarán una grata sorpresa con el emergente panorama vinícola de la isla, cuyas grandes protagonistas son las uvas que crecen, inusualmente, en laderas con una pendiente de vértigo. 

 

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Turismo sostenible: diversidad. Una piscina natural de La Maceta, en El Hierro, Canarias, España

Una piscina natural de La Maceta, en El Hierro © Jesus Sierra / Getty Images

 

Al recorrer El Hierro se descubren fascinantes retazos de historia y folclore, como el Árbol Sagrado, el Garoé (que antaño se creía que producía agua milagrosamente); la capilla cimera donde descansa el santo patrón de la isla; y el maravilloso y remoto Faro de Orchilla, en el punto más meridional de España

El Hierro es un Geoparque protegido de la Unesco desde el 2014, año en el que la isla puso en marcha su plan para convertirse en la primera isla del mundo que funcione totalmente con energía renovable. Llegar a este reducto protegido de España (vía Tenerife o Gran Canaria) requiere un esfuerzo extra, pero esta es la esencia de esta isla con alma gentil y gratificante.  

 

De primera mano

«En la isla volcánica de El Hierro el tiempo se detiene cada día y da paso a una orquesta de contrastes, colores, sonidos y sensaciones que enriquecen nuestras almas y nuestros corazones. Esta es la primera isla del mundo cuyo objetivo es generar el 100% de su energía a partir de fuentes renovables. Una isla en la que, entre sus 10 000 habitantes, nadie es nunca un extraño». 

Pablo Rodríguez Cejas – maestro y psicólogo educativo de El Hierro.

 

 

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