Una semana en Gran Canaria da para explorar los museos y restaurantes de la capital, degustar marisco en la costa, admirar las montañas e incluso pasar algo de tiempo en la playa.
Se empieza en Las Palmas de Gran Canaria con un paseo por la playa de las Canteras o un chapuzón en el tranquilo océano, ideal para el buceo. El segundo día se dedica a pasear por las calles empedradas de la histórica Vegueta, con sus estelares museos. El tercer día hay que dirigirse a Arucas antes de viajar a la costa norte para tomar marisco en Puerto de las Nieves. El cuarto día se recorre la espectacular y serpenteante carretera del oeste, para almorzar en Puerto de la Aldea y continuar el magnífico viaje hasta el Puerto de Mogán, con su puerto deportivo de estilo mediterráneo. El quinto día se puede pasar en el sureste, andando o nadando en las relucientes arenas de Maspalomas. Luego hay que tomar la GC-60 norte para almorzar en Tejeda con bonitas vistas. El sexto día se puede hacer una excursión por la montaña o submarinismo. Para terminar, se impone visitar Agüimes, con sus edificios pastel y su encanto histórico, y luego regresar al interior para almorzar en una cueva del exuberante barranco de Guayadeque.