Consejos para viajar a Egipto siendo mujer
Después de unos años en el limbo turístico, Egipto pisa fuerte en las listas de destinos de grandes viajes. Las pirámides, el Nilo, la sobreabundancia de tumbas y templos en Luxor y la excelente oferta de buceo del mar Rojo son poderosas razones para empezar a planear el itinerario ya mismo; sin embargo puede que algunas viajeras desconfíen de un viaje a este país.
Es acertado decir que Egipto tiene mala reputación entre algunos viajeros. Las mujeres que se plantean viajar por primera vez a Egipto suelen escuchar experiencias desagradables por parte de algunas conocidas que ya lo han visitado, y que siempre están relacionadas con el trato libidinoso por parte de algunos hombres.
Esta mala fama disgusta a muchas mujeres que han viajado felizmente por el país durante años, solas o en compañía, pero incluso ellas admiten que, en parte, es una fama merecida.
Egipto puede parecer un destino complicado para las viajeras, pero conocer un poco el país e ir bien preparada ayuda mucho © ugurhan / Getty Images
Egipto no es uno de los países más sencillos a los que viajar siendo mujer, pero hay que decir que lo bueno siempre supera lo malo, y de calle. Además de la gran cantidad de ruinas antiguas, monumentos históricos, extensos desiertos y arrecifes de coral que posee, una de las grandes alegrías de Egipto es su gente, que es de las más hospitalarias y habladoras del mundo.
Aunque los comentarios lascivos están muy extendidos, por cada obscenidad que un tipo baboso le suelta a una mujer en la calle, habrá una amable invitación de algún tendero para comer algo o de algún vigilante de un templo para compartir un té y unas anécdotas.
Estas interacciones espontáneas son algunos de los mejores momentos que se viven en este país, y las viajeras no deberían cerrarse en banda a hablar con hombres egipcios por miedo a sentirse acosadas. Hay que ir bien preparada, pero con la mente abierta.
Visitar los templos de Luxor es siempre un gran motivo para plantearse un viaje a Egipto © kulbabka / Shutterstock
7 consejos para una mujer que viaja a Egipto
1. ¿Me van a acosar en Egipto?
Por desgracia, la respuesta inmediata es ‘sí’. Para las mujeres que ya peinan canas, el acoso es casi inexistente, pero las viajeras en general están expuestas al acoso verbal y sexual. Las de ojos azules, las de color o las que tienen un cuerpo voluptuoso parecen atraer más la atención que las demás.
Lo más habitual en Egipto es que el acoso proceda de grupos de hombres jóvenes que holgazanean en las esquinas de las calles y se dedican a gritar obscenidades a las mujeres que pasan por delante. Resulta cargante, pero no es particularmente amenazador.
El acoso verbal alcanza su límite cuando los tipejos empiezan a perseguir a la mujer por la calle. El acoso físico es más habitual en los sitios donde hay mucha gente, como por ejemplo en el transporte público.
En cuanto al otro ‘acoso’ que ha dado fama a Egipto –el de vendedores de suvenires y ‘ganchos’ de circuitos en barco o en camello–, tiene una ventaja; y es que no hace ninguna distinción: acosan tanto a turistas hombres como a turistas mujeres hasta que alguien cede y les compra una pirámide en miniatura o un globo de nieve con purpurina dorada.
Lo más efectivo para lidiar con el acoso es ignorarlo y seguir andando © Hosam Zienedden / EyeEm / Getty Images
2. Cómo lidiar con el acoso a las mujeres
En el 99% de los casos, lo mejor para lidiar con el acoso verbal callejero es ignorarlo. Por lo general, nunca va a más y responder a cada incidente enfrentándose al acosador acaba resultando agotador. Si el acoso es persistente, una frase útil es ‘ayb aleik’ (“¡Qué vergüenza!”). Si se dice gritando, puede amedrentar al tipejo en cuestión. Y si una pierde los estribos, que no olvide que todas las personas tenemos un límite: que no sea dura consigo misma, nadie tiene la paciencia de un santo.
Como la gran mayoría de egipcios que trabajan en el sector turístico son hombres, casi todas las interacciones diarias como turista son con hombres, pero un trabajo turístico muy popular entre las egipcias es el de guía turística. Si la viajera está interesada en los servicios de un guía para visitar algún yacimiento y necesita un respiro después de tanta testosterona, que pida a la agencia o al operador una guía mujer.
En El Cairo, por ejemplo, es buena idea –si la viajera es amante del buen comer– apoyar a las mujeres que trabajan en Bellies Enroute organizando circuitos gastronómicos por el centro.
Apuntarse a un viaje guiado en grupo en Egipto puede tener sus ventajas, pero no siempre es la mejor opción © Peter Seaward / Lonely Planet
3. Viajar en grupo, ¿la solución?
Dada la fama que tiene Egipto, muchas mujeres optan por lo seguro y se apuntan a un viaje en grupo. Si hay poco tiempo y la idea es visitar los puntos de interés más importantes, los viajes en grupo pueden ser una opción excelente, pero por definición suelen ser muy restrictivos.
No solo cede una la libertad de explorar el país a su aire, es que, además, viajar en grupo minimiza la interacción con los lugareños (incluso con los operadores más pequeños que garantizan experiencias locales), por lo que las ideas preconcebidas que una pueda albergar sobre viajar a Egipto tampoco desaparecerán.
4. Sitios que las mujeres deben evitar y sitios que no hay que evitar
Al anochecer, cuando el calor disminuye, las ciudades como El Cairo y Luxor se llenan de familias que salen a pasear por las calles hasta tarde. Para muchas mujeres que viajan por su cuenta este es un placer inesperado en su viaje a Egipto.
La gran mayoría de hoteles económicos del país son buenas opciones para las mujeres que viajan solas. Quedan algunos hoteles poco recomendables, por lo que conviene afinar el instinto a la hora de elegir: si el radar de ‘lo sospechoso’ se dispara, lo mejor es buscar otro alojamiento. Nadie va a ganar puntos de viaje por alojarse en un sitio donde no se sienta cómoda.
Vivir en El Cairo como un local
Siempre que sea posible conviene evitar las horas puntas al desplazarse por Egipto © FCerez / Shutterstock
5. Desplazarse por Egipto como mujer viajera
Algunas viajeras jóvenes son firmes defensoras de servicios como Uber y Careem (la versión de este tipo de apps de transporte en Oriente Medio) por encima de los taxis estándar, aunque muchas viajeras con experiencia en Egipto no creen que exista una gran diferencia en cuanto a seguridad. Sea cual sea el tipo de taxi con el que se viaje, hay que sentarse siempre en el asiento trasero.
En el caso del transporte público, el metro de El Cairo cuenta con vagones solo para mujeres, los cuales tienen una ventaja añadida: siempre están menos abarrotados. En el resto de transportes públicos conviene sentarse junto a una mujer siempre que sea posible. Los microbuses que parecen latas de sardinas y cubren rutas entre ciudades son un espacio propicio para el acoso, y poco se puede hacer para evitar que a una le metan mano. Siempre que sea factible hay que evitar viajar en hora punta.
La vida en Egipto se anima al anochecer, sobre todo en verano © Emad Aljumah / Getty Images
6. Salir de noche en Egipto
Los bares y restaurantes de estilo europeo que sirven alcohol no son mal sitio para que una mujer sola vaya a tomar una copa. Los bares baladi (locales) es mejor evitarlos; son antros llenos de serrín y escupitajos frecuentados por una clientela que va a emborracharse, no a tomarse un par de copas.
El típico acoso de ‘borrachuzos’ que se puede dar en cualquier lugar del mundo se amplifica en Egipto, porque es un país en el cual las mujeres son una presencia poco habitual en los bares. El personal siempre intenta vigilar que no pase nada, pero la mera presencia de una mujer les resulta motivo de estrés, porque se ven obligados a intentar evitar que los clientes borrachos la molesten.
Si la viajera quiere visitar uno de estos bares, que a veces son sitios curiosos de ver, lo mejor es hacerlo siempre acompañada de un grupo mixto de personas. Y que tenga en cuenta que casi nunca hay lavabo de mujeres; y que en caso de necesidad siempre hay que ir al lavabo acompañada.
Vestir con mucha discreción no garantiza evitarse el acoso, pero facilita la interacción con la gente del lugar © Nacho Such / Shutterstock
7. Cómo vestir en Egipto siendo mujer
Vestir con mucha discreción no minimiza el acoso (las mujeres egipcias lo sufren igual), pero ayuda mucho en otras interacciones. La cultura egipcia es conservadora (tanto la musulmana como la cristiana copta), y muchos lugareños no se atreverían a entablar conversación con una mujer que visitera ropa atrevida.
Para experimentar la simpatía natural de la población egipcia, cálida y a menudo graciosísima, hay que vestir ropa discreta que cubra las rodillas, el escote y la parte superior de los brazos. Si se desea visitar una mezquita, hay que cubrirse entera y usar un pañuelo para la cabeza; las camisetas de tirantes y el pantalón corto mejor reservaros para la playa.