Lonely Planet ha publicado un excitante libro con un título lleno de sugerencias: 1000 aventuras únicas. Hay de todo y si alguien consigue realizar, aunque sea, una cuarta parte de las propuestas, ya será mi héroe. De esas aventuras, 17 tienen como escenario India. Unas son más sencillas, otras más osadas. Pero revisando fotos de un reciente viaje por ese país creo que toda una aventura es la que realizan cada día sus propios habitantes para vivir. Y, sobre todo, para moverse.
"País, paisaje y paisanaje", escribió Miguel de Unamuno en 1933. En India el viajero puede venir a contemplar paisajes (los hay espectaculares), pero mi consejo es no perder de vista al paisanaje. Sus gentes son quienes dan sentido a un país y en India esto es más verdad que en ningún lado.
Viajando por el Rajastán me crucé con el tren de la fotografía. La presencia de viajeros en el techo de los vagones no respondía a una circunstancia excepcional. No estábamos en medio de una peregrinación ni en una jornada especial. Era un tren saliendo de Jaipur. Justo es decir que no todos los trenes en India van así. Pero no hay que buscar mucho para toparse con esa imagen. Desplazarse encima de un tren no parecía llamar la atención de nadie.
Y si el techo de un tren es una razonable forma de viajar, el de los autobuses tampoco le va a la zaga. Lo vemos en otra de las fotografías. No sirve para grandes distancias ni para alcanzar altas velocidades. Tampoco ocurre en los autocares más modernos, pero aprovechar el techo de un autobús, haciéndose un hueco entre el equipaje, cuando en su interior ya es imposible entrar es otra opción para lograr el necesario desplazamiento.
¿Cuántas personas caben en una moto? Viajar por determinados países ofrece variadas respuestas. La familia de Jaipur de la primera foto es un ejemplo. Quizá el mejor aprovechamiento de una moto que he visto. Obsérvese que viajan cinco personas: delante del padre va uno de los hijos. Sólo les falta llevar equipaje.
No parece haber muchas normas de tráfico en la India. Los 1268 millones de habitantes que tiene el país hoy convierten en todo un reto garantizar su movilidad. Muévete como puedas, parece ser la regla básica. Y lo hacen con total naturalidad. Es sólo una de las curiosidades que ofrece el paisanaje en estas latitudes. Hay muchas más. Viajen con los ojos muy abiertos y no miren sólo los monumentos. Las gentes también están ahí.
Texto y fotos: Marino Holgado
