Hay películas que marcan épocas y El Desafío de las Águilas, rodada en 1968 y protagonizada por Richard Burton y un joven Clint Eastwood, es una de ellas. Y si no que se lo pregunten a Steven Spielberg que afirma que ésta es su película bélica favorita. El argumento, para quien no la haya visto, es el siguiente: un general americano, clave para el futuro desembarco de Normandía, es apresado en una fortaleza alemana, el Schloss Adler. Un comando formado por seis militares británicos y uno norteamericano tiene la misión de rescatarlo antes de que los nazis le hagan hablar. A partir de aquí, no quiero dar más pistas.
Siempre me pregunté si el Schloss Adler existía en realidad. Pues la respuesta es afirmativa, este castillo es real pero no se encuentra en Alemania sino en Austria, y no se llama Adler sino Hohenwerfen, y está a tan solo cuarenta quilómetros al sur de Salzburgo. Por lo que la segunda vez que visité esta ciudad me propuse conocer esta fortaleza que está abierta al público y visitar así el emplazamiento de parte del rodaje de una de mis películas favoritas.
Hohenwerfen es una antigua fortaleza medieval del siglo XI situada en lo alto de un acantilado y rodeada por un entorno increíble: los Alpes Berchtesgaden. Este lugar, que durante los días nublados adquiere un aspecto realmente misterioso, se usó durante gran parte del siglo XX como campo de entrenamiento para la policía austríaca. No es de extrañar entonces que el director de la película, Brian G.Hutton, lo eligiera como el lugar idóneo para el desarrollo de la trama.
Hoy esta fortaleza, a la que se accede con un funicular (y no con un teleférico como aparece en la película), se puede conocer con visitas guiadas diarias o a través de cómodas audio guías que permiten ir descubriendo los secretos de este lugar a nuestro propio ritmo. Aunque hay quien la visita, como fue mi caso, tarareando la magnífica banda sonora de la película de Hutton compuesta por el genial músico Ron Goodwin.
La entrada general a la fortaleza cuesta 14,50 euros (si se accede con funicular) y es muy recomendable visitar los museos dedicados a las marionetas y a la cetrería (Hohenwerfen es muy famosa por sus exhibiciones de aves rapaces), y las antiguas cámaras de tortura. Por último no hay que irse sin probar una típica comida austríaca en la taberna del castillo.
La fortificación se encuentra en la localidad de Werfen, una de las ciudades mercado más antiguas de Salzburgo. Cuenta, en mi opinión, con un atractivo natural sin igual: la cueva de hielo más grande del mundo, el Eisriesenwelt. Durante los 75 minutos que dura el recorrido y acompañado por un guía se puede descubrir el fascinante mundo del hielo con figuras de proporciones impresionantes. La cueva está en lo más alto del valle y desde ella se tienen unas buenas vistas de la población de Werfen y del castillo Hohenwerfen.
Fotos: © SBSB
Texto: Mª Jesús Tomé