Vivir en El Cairo como un local

Escrito por
Leah Bremer, autora de Lonely Planet

20 Enero 2019
6 min de lectura
© eFesenko_Shutterstock
Calle Al-Muizz, El Cairo, Egipto

Consejos de una habitante de El Cairo

Tras pasar un tranquilo verano descubriendo Egipto en el 2010, regresó en el 2017 para encontrar a la antigua y polvorienta El Cairo cambiada, pero, a la vez, siendo exactamente la misma. Adaptarse a la soleada vida del epicentro cultural de Oriente Medio le llevó poco tiempo, y cuando aprendió la importancia de esquivar las tormentas de arena y ceder el paso a los gatos callejeros, supo que ya podía considerar El Cairo como su hogar.

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Farolillos iluminando los mercados de Khan Al Khalili, en El Cairo, Egipto © Orhan Cam / Shutterstock
 Farolillos iluminando los mercados de Khan Al Khalili, en El Cairo, Egipto © Orhan Cam / Shutterstock

Cuando me visitan amigos de fuera…

Suelo terminar un día de compras por el zoco en Khan Al Khalili con una cena y una sobremesa con shisha contemplando los barcos en La Palmeraie, el restaurante marroquí del Sofitel. La Palmeraie ofrece vistas panorámicas desde el extremo sur de isla Zamalek, en el Nilo, agasajando a los comensales con la visión de los edificios más icónicos que El Cairo tiene junto al río. La comida es tan auténtica como el ambiente, con los aromas de los tajines de cordero y gambas atrapados entre la luz danzante de los farolillos. Se puede empezar con la selección picante de ensaladas y terminar con una shisha dulce y afrutada mientras la mirada deambula entre los barcos que pasan y los giros de la bailarina de la danza del vientre.

 

 

Cuando tengo un día libre…

Fusiono mañana y mediodía en un sofá de Left Bank, disfrutando de un desayuno cairota a base de huevos, fuul (pasta de habas con especias), falafel y queso feta con tomates. En los meses más frescos me gusta sentarme al aire libre para relajarme junto al Nilo mientras disfruto de un refrescante zumo de limón y menta o de un espumoso capuchino. Un buen plan para el fin de semana es ir a Al Fayoum para visitar el centro de alfarería, admirar las vistas a las montañas y el lago de la Wadi Rayyan Protected Area, y acampar bajo el cielo estrellado del desierto para disfrutar de una noche tranquila y del aire fresco.


Lugares para contemplar el cielo

 

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El kushari, una combinación de arroz, macarrones y lentejas en salsa de tomate y vinagre es el plato nacional egipcio más apreciado, El Cairo, Egipto © Fanfo / Shutterstock
 El kushari, una combinación de arroz, macarrones y lentejas en salsa de tomate y vinagre es el plato nacional egipcio más apreciado, El Cairo, Egipto © Fanfo / Shutterstock

Para comer bien por poco dinero…

Voy a Zööba, una cadena de restaurantes egipcios modernos de comida rápida que sirve versiones propias de platos típicos: taamia bien crujiente, fuul generoso y un riquísimo kushari, que lleva pasta, lentejas y arroz y se reivindica como plato nacional egipcio. Si quiero comida callejera más barata todavía, me compro una mazorca de maíz a la parrilla en un puesto o me abro paso entre los estudiantes que abarrotan Saj & Shawerma a por uno de sus famosos wraps de pollo. En invierno no hay nada que supere a los carritos ambulantes con pequeñas chimeneas humeantes que sirven boniatos cocidos por los barrios.


Cómo fotografiar comidas de viaje

 

Una tarde típica en El Cairo…

Incluye ver qué hay de nuevo en Sayed El Bakry, un pequeño callejón de Zamalek, donde los adolescentes modernos fuman shisha sentados en taburetes de plástico en plena calle y los estudiantes de arte visitan las numerosas galerías y joyerías de la zona. Los locales clave a visitar, en un radio de 5 min a pie, incluyen O’s Pasta y Abou El Sid, de cocina egipcia; L’Aubergine, para paladares más internacionales; y Deals pub. Cuando me visto para la ocasión, me gusta redondear la noche tomando un cóctel elegante en Aperitivo antes de regresar a la esquina de Sameh Ahmed Al Sayed para saborear una shisha de menta.

 

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Las copas en el 139 Lounge Bar del Mena House Hotel tienen vistas incomparables, El Cairo, Egipto © Mena House Hotel
 Las copas en el 139 Lounge Bar del Mena House Hotel tienen vistas incomparables, El Cairo, Egipto © Mena House Hotel

Una experiencia indispensable es…

Almorzar en Guiza, en el 139 Lounge Bar & Terrace del Mena House frente a las pirámides de Guiza. Icono del dominio otomano, con 16 Ha de piscinas y jardines impolutos, este hotel ha tenido clientes tan famosos como Frank Sinatra, Roger Moore o Charlton Heston. Las espectaculares vistas desde la terraza, con las pirámides alzándose entre los árboles del hotel, realzan la carta internacional del bar. Con una completa lista de cócteles, también es un lugar ideal para tomar una copa durante la puesta del sol. Las novias más exigentes del país celebran aquí su banquete de bodas: nada supera un álbum de fotos de boda con una de las maravillas del mundo más antiguas como telón de fondo.

 

 

Algo que odio de El Cairo…

Si te gusta el jamón, el queso o el vino, Egipto está en el lado equivocado del Mediterráneo. Si bien en algunas tiendas como Uno Ambrogio, en Brazil St, a veces te venden unas lonchas de mortadela o bacón junto a cervezas y licores, la calidad no es la misma que en los supermercados europeos. Desde la revolución del 2011 el precio de una botella de vino extranjero un poco bueno es inasumible –si es que se encuentra– por culpa de los costes de importación. Es habitual ver bolsas de los duty free en bares o restaurantes, ya que muchos clientes prefieren comprar una botella por su cuenta antes que consumir vino local.

 

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Se puede pasar un día entero (o más) admirando los tesoros del Museo Egipcio de El Cairo, Egipto © lexan / Shutterstock
 Se puede pasar un día entero (o más) admirando los tesoros del Museo Egipcio de El Cairo, Egipto © lexan / Shutterstock

Podría pasarme todo el día…

En el Museo Egipcio del centro. Este edificio rosado es toda una institución en El Cairo y contiene un auténtico laberinto de antigüedades. Es fácil perder la noción del tiempo admirando sarcófagos de varias épocas, pero últimamente las grandes joyas del museo, incluidas la máscara de Tutankamón, han sido trasladadas al Gran Museo Egipcio de Guiza, cuya construcción está prevista que termine en el 2019. Cuando el Gran Museo Egipcio abra sus puertas con los más grandes tesoros del país, el viejo museo del centro recibirá menos visitas, pero seguirá repleto de otros tesoros, y visitarlo continuará siendo una forma maravillosa de perder la noción del tiempo.

 

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Egipto

 

Para una ocasión especial siempre me doy un capricho en…

El Four Seasons at Nile Plaza. Es genial para tomar unos cócteles en el bar y después cenar en su excelente restaurante chino, 8, que sirve buenos dim sum y exquisito pato Pekín. Siempre parece que tengas tres camareros distintos para atenderte, tanto si te apetece repetir pinza de cangrejo rebozada de almendras o pak choi con setas shiitake. Con detalles como las toallitas perfumadas y la torre de fruta helada –gentileza de la casa– con la que finaliza la cena, 8 consigue que el comensal flote de felicidad sobre El Cairo un par de horas antes de regresar a la cacofonía del tráfico de la Corniche.

 

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Leah disfrutando del sol en el Gezira Sporting Club, El Cairo, Egipto © Leah Bremer / Lonely Planet
 Leah disfrutando del sol en el Gezira Sporting Club, El Cairo, Egipto © Leah Bremer / Lonely Planet

Cuando necesito espacios verdes…

Saco a pasear a mi perro por las calles arboladas del Gezira Sporting Club, en Zamalek. Además de la zona para perros, hay dos hoyos de golf que, al atardecer, cuando los golfistas se marchan, se convierten en un parque abierto al público. Hay grupos de gente sentados sobre el césped tomando limonada, mujeres que practican yoga bajo los árboles y perros que corretean a sus anchas, felices. Es lo más parecido a la serenidad que he descubierto aquí, y está en pleno corazón de El Cairo. Aunque el club esté reservado a sus miembros, los invitados pueden obtener un pase de un día por 10 US$ y disfrutar un poco del verde.

 

Sé que vivo en El Cairo porque…

Me he despertado con la cama llena de arena por olvidar cerrar la ventana antes de una tormenta de arena; disfruto de los meses de verano, cuando los estudiantes y la gente acomodada están fuera de la ciudad; uso bufanda y gorro en los interiores en enero y febrero, cuando la temperatura baja a 10°C y nadie tiene calefacción; y considero el fuul un desayuno de lo más saludable.


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