Escuelas de idiomas, nuevos centros gastronómicos de Madrid

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 Escuelas de idiomas, nuevos centros gastronómicos de Madrid

Es sobradamente conocida la tradición madrileña de salir con los amigos a tomar unas cervezas o unos vinos acompañados de buenas tapas. Autóctonos o forasteros, resulta casi impensable imaginarse una tarde de paseo por Madrid sin entrar en cualquiera de los bares o restaurantes que ofrecen sus delicias culinarias.

Así como en otras ciudades europeas se está extendiendo la costumbre del afterwork, es decir, quedar con los compañeros de trabajo o los amigos, después de la jornada laboral, para tomar algo y charlar tranquilamente, entre la gente joven de Madrid aparece lo que puede convertirse en poco tiempo en una nueva tendencia. Ir a comer, o a picar algo a las cafeterías y restaurantes que se encuentran en las escuelas de idiomas. ¿La particularidad? Que en ellas se pueden degustar platos típicos del país cuyo idioma enseñan. Tal vez el auge de esta nueva costumbre se deba a la variación que representa para el paladar o, quién sabe, sea una manera de viajar a través de los diversos sabores más representativos de tradiciones culinarias diferentes a la nuestra.

Además, la mayoría de estos locales tienen el encanto adicional de estar decorados según el estilo del país que representan, creando un ambiente distinto que permite que nos sintamos, aunque sea solamente durante un rato, como si estuviéramos realmente en otra ciudad.

Istituto Italiano de Cultura

Calle Mayor, 86, Madrid

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Cocina piamontesa en el Instituto Italiano

En este centro, máximo representante de la cultura transalpina en España y situado en un edificio tan emblemático como el Palacio de Abrantes, nos encontramos con I saloni de Milano. Para todos aquellos que hayan estado en el país de la bota y conozcan las cafeterías italianas, en cuanto atraviesen el umbral les parecerá que se encuentran en los alrededores de la Piazza del Duomo o en la Galleria Vittorio Emanuele II, en Milán. Y es que el local está patrocinado por el propio ayuntamiento milanés, con un diseño que hace justicia a la fama de la ciudad, obra del arquitecto Piero Russi y con todo el mobiliario cortesía de 41 distintas empresas italianas de diseño, representadas en Cosmit, organizadora del Salón del mueble de Milán.

La similitud no acaba aquí. El café es un “espresso” de verdad, de los que, aunque parezca mentira, sólo saben hacer en Italia. Los “aperitivi”, acompañados de embutidos y productos típicos importados, son dignos de la mejor “tavola fredda”. También disponen de un menú del día a base de platos auténticamente italianos.

Goethe Institut

Calle de Zurbarán, 21, Madrid

Emblema de la cultura germana en la capital española el Instituto Goethe, situado en el barrio de Chamberí, alberga una terraza que podríamos calificar de “hispano-alemana” bautizada como Cafetería Berlín. Entorno encantador, con plantas y parasoles, también dispone de mesas en el interior. El epíteto de española y alemana se justifica cuando vemos que en el muy cuidado menú del día siempre se encuentran un par de platos procedentes del país centroeuropeo, como las salchichas, blancas o rojas; el “leberkäse” (pastel de carne); las hamburguesas o el codillo de cerdo, todo ello acompañado, como no, de chucrut o ensalada de patatas. Pero también encontramos gazpacho, cinta de lomo, estofado de ternera o pescado a la romana. También es un sitio muy agradable para desayunar, ya que tienen buenos bocadillos y bollería, o por la tarde, para disfrutar de la escondida y tranquila terraza y, faltaría más, de un trozo de “apfelstrudel” (tarta de manzana).

Institut Français

Calle Marqués de la Ensenada, 12, Madrid

Muy cerca de la bulliciosa Plaza de Colón se encuentra el Instituto Francés que, acorde con la cultura de nuestro vecino del norte, alberga un “bistrot”, símbolo característico de los locales de restauración franceses. Llamado precisamente así, Café Bistrot, es un lugar con encanto, de diseño delicado y tranquilo que cuanta con un jardín en el que la comida se vuelve aún más agradable si hace buen tiempo. Estamos en un verdadero punto de encuentro con la buena cocina francesa. El menú diario cuenta con cuatro primeros y cuatro segundos a elegir, como crema de calabaza, sopa de cebolla, ratatouille, croque Monsieur, pollo al curry o lomos de salmón al eneldo. El local invita, con su ambiente acogedor, a los desayunos, con pasteles y tartas caseras o a pasar parte de la tarde en su terraza. En las noches de verano conviene estar atento ya que, para combatir el calor, los viernes y sábados por la noche ponen en marcha “La Nuit de l’Institut Français”, sosiego, frescor y sabores franceses, todo en uno. Eso sí, hay que reservar, ya que se trata de evitar aglomeraciones y disfrutar de la tranquilidad del lugar.

Casa Árabe

Calle de Alcalá, 62, Madrid

Uno de los objetivos de la sede madrileña de la Casa Árabe, situada junto al parque del Retiro, es el de fomentar el conocimiento sobre el mundo árabe y musulmán. Como ocurre en todas las culturas ancestrales, la gastronomía es una parte esencial de la misma. Lo podemos comprobar de primera mano en el Shukran Restaurant, que abre todos los días del año y está situado en la planta semisótano, con una agradable terraza climatizada. Comida mediterránea, especialmente libanesa, hummus, mutabal, falafel, musaka, shawarma de ternera, pollo o mixto y muchos platos más, todo a partir de ingredientes de primera calidad, entre los que destacan las verduras, las hortalizas de la huerta mediterránea y la carne de ternera blanca. Si el tiempo lo permite, en la amplia terraza se puede disfrutar de tapas libanesas e incluso deleitarse fumando en shisha.