10 famosas ciudades que no son capitales de país
En los juegos de preguntas sobre cultura general siempre hay alguna pregunta trampa sobre capitales; la clásica pregunta que engaña a los jugadores para que confundan una gran metrópolis por la capital de un país. Y no es de extrañar: en el mundo hay un montón de ciudades de primera línea, repletas de puntos de interés y de visita casi obligada, que podrían tomarse por capitales de país sin serlo. Para no volver a caer en el error, nada mejor que repasar 10 de esas grandes ciudades, cuya preeminencia cultural, histórica y financiera habla por sí sola aunque la capitalidad les quede un poco lejos.
Sídney se toma su estatus con mucha calma, Australia © Taras Vyshnya / Shutterstock
1. Sídney
A Sídney no le preocupa lo más mínimo no ser la capital de Australia. Canberra es una urbe funcional y trajeada, llena de políticos, y Sídney es el tipo de ciudad que prefiere ir a broncearse a la playa y disfrutar de las olas para luego invitar a los amigos a una barbacoa en casa. Fue el asentamiento (europeo) original, y sigue siendo el mejor, por eso los sydneysiders están encantados de ensalzar las virtudes de su ciudad a los visitantes; y los visitantes les darán la razón sin dudarlo. ¿Quién dijo Canberra?
Guía 'gourmet' de Canberra, la capital culinaria australiana
Times Square, en Nueva York: el otro lugar donde se encuentran los países del mundo, costa este de EE UU © Marco Rubino / Shutterstock
2. Nueva York
Cuando se es el centro cultural y financiero de un país, ¿qué importa si se cuenta o no con la sede del gobierno? Este es el caso de Nueva York. Entre los 8,6 millones de habitantes que consideran el ‘crisol’ de EE UU su hogar, la ciudad habla 800 lenguas. Los turistas la visitan atraídos por la arquitectura de rascacielos de la ciudad, que domina el perfil urbano con el ímpetu de una modelo internacional de pasarela, y una vida nocturna que no conoce rival. Además, es la sede de Naciones Unidas: ¿qué ciudad querría ser capital nacional cuando puede decir que es la capital del mundo?
¿A quién le importa ser capital cuando se tiene el carnaval?, Rio de Janeiro, Brasil © miralex / Getty Images
3. Río de Janeiro
A veces, perder la categoría de capital puede ser una experiencia de lo más liberadora. Buen ejemplo de ello es Río de Janeiro, que dijo adeus a los políticos nacionales en 1960 –cuando se fueron a la jungla y construyeron Brasilia– y olá a lo que los cariocas (los habitantes de Río) saben hacer mejor: la fiesta. Ya sean dos millones de personas dando la bienvenida al Año Nuevo en la playa de Copacabana, o los blocos carnavalescos de barrio y las clásicas escuelas de samba emocionando al público en carnaval, los lugareños saben cómo celebrar las cosas por todo lo alto. Y como todo el mundo está invitado, nada impide al viajero meter el bañador más pequeño que tenga en la maleta y poner rumbo a la capital más fiestera del mundo.
La alegría de vivir el carnaval en Brasil
Ankara tiene el poder, pero Estambul tiene los puntos de interés, como la Mezquita Azul, Turquía © Traveler1116 / Getty Images
4. Estambul
Ha sido duro para Estambul asumir que dejó de ser la capital de Turquía, y con razón. Epicentro de dos imperios de talla mundial (el bizantino y el otomano) durante más de 1500 años, la ciudad alberga una cantidad vergonzosamente elevada de monumentos dignos de cualquier gran capital del mundo; vergonzosamente para Ankara, claro, la ciudad de Anatolia que en 1923 se convirtió en la capital del país. Hoy en día son esos mismos monumentos –Santa Sofía, la Mezquita Azul– los que siguen convenciendo a turistas y lugareños por igual que el auténtico corazón de Turquía sigue siendo Estambul.
Ámsterdam no es famoso por sus parlamentarios aburridos, precisamente..., Países Bajos © photo.ua / Shutterstock
5. Ámsterdam
De acuerdo, en este caso hay un poco de trampa porque Ámsterdam es la co-capital de los Países Bajos; pero eso no significa que esté llena de parlamentarios "aburridos". Para nada. Mientras los temas políticos del día se debaten en Den Haag (La Haya), Ámsterdam disfruta de todo el esplendor y la cultura de una capital sin las tediosas tareas de gobierno, y ha convertido su actitud relajada ante la vida en uno de los mayores atractivos de la ciudad; algo que se evidencia cada año a finales de abril, cuando la urbe se desmelena con el Día del Rey. Pero sus encantos no pasan desapercibidos: Ámsterdam es un auténtico imán de turistas y para aliviar un poco la presión que supone tanta visita, lo mejor es recorrer sus barrios menos conocidos o visitarla en temporada baja. Es una ciudad genial en cualquier momento del año.
Begijnhof, el pequeño patio escondido de Ámsterdam
Auckland provoca un grado considerable de envidia sana, Nueva Zelanda © Matteo Colombo / Getty Images
6. Auckland
Posiblemente lo negarán, pero en el resto de Nueva Zelanda están un poco celosillos de la mayor ciudad del país, Auckland (incluso se han inventado un mote para sus habitantes, JAFA, pero aquí somos demasiado educados para explicar qué significa; quien quiera, que lo busque). No es para menos: Auckland tiene un clima excelente, restaurantes sofisticados y bares de moda. ¿Y qué si Wellington tiene el famoso edificio The Beehive del parlamento, con aspecto de colmena (de ahí su nombre), y una industria cinematográfica de fama mundial? Auckland tiene el edificio más alto del hemisferio sur. ¡Toma ya!
Viaja a Auckland, la ciudad azul
Ciudad del Cabo no es la capital de Sudáfrica, pero sin duda es la ciudad más colorida del país © ICHAUVEL / Getty Images
7. Ciudad del Cabo
Tomemos un paraje incomparable en el punto donde convergen los océanos Índico y Atlántico, un telón de fondo espectacular con una de las montañas más famosas del mundo, una trepidante mezcla de nacionalidades de todo el planeta y una variedad arquitectónica, culinaria y de ocio nocturno sin rival en África, y el resultado sería una de las mejores capitales del mundo. En lugar de eso es Ciudad del Cabo, que si bien es la capital legislativa de Sudáfrica, debe compartir capitalidad con Pretoria (la capital administrativa) y Bloemfontein (la capital judicial). En Lonely Planet tenemos muy claro cuál de las tres preferimos visitar.
Marrakech fue la capital de Marruecos, pero no sufre por la pérdida de estatus © Westend61 / Getty Images
8. Marrakech
Cuando un nombre honra a una ciudad y al país entero al cual esta pertenece, lo lógico es pensar que merece cierto reconocimiento. Y aunque fue capital intermitente de Marruecos a lo largo de los años, y sigue siendo el destino más popular del país, Marrakech tiene que contentarse con albergar la plaza más concurrida de África, Djemaa el Fna (Yamaa el Fna), y con ser la ciudad donde reposan los restos de los Siete Santos, los santos musulmanes que atrajeron peregrinos a la ciudad desde finales del s. XVII. Y si es lo suficiente buena para los santos…
Toronto se siente orgullosa, y con razón, de su multiculturalidad, Canadá © Corey Wise / Lonely Planet
9. Toronto
Si el viajero ha oído hablar de una ciudad canadiense, es muy probable que esta sea Toronto. Con casi la mitad de su población nacida fuera de Canadá (el 47% según el censo del 2016), el mayor núcleo urbano del país es la ciudad más diversa del planeta. Y a pesar de ello, y por irónico que parezca teniendo en cuenta su multiculturalidad contemporánea, que Toronto no sea la capital del país se debe a que, en el momento de elegirla, en 1857, Toronto era demasiado ‘inglesa’ para sus compatriotas francófonos de Quebec, y no fue aceptada como capital. A pesar de ello puede contentarse con ser la ciudad canadiense de la que todo el mundo ha oído hablar.
Bombay (Mumbai) tiene la potencia cultural y económica de una capital, India © Mick Elmore / Lonely Planet
10. Bombay
Si el número de habitantes, la relevancia cultural y la potencia financiera fueran el baremo para escoger la capital de un país, Bombay (también conocida como Mumbai) figuraría entre las mejores capitales del mundo. Los restos del imperialismo británico del pasado, como la Puerta de la India, contrastan con los suburbios en los que vive la gran mayoría de 21 millones de habitantes de la ciudad. Bollywood, la mayor industria cinematográfica del mundo, está en Bombay, y la ciudad controla el grueso de la próspera economía india. No está nada mal para una ciudad relativamente tardía en términos de historia de la India.