Esta isla griega seduce con su mar aguamarina, terreno agreste, espíritu independiente y una cultura que incluye moradas rupestres y los festivales 'panigyria', que parecen fiestas 'rave'.
¿Qué no te puedes perder?
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Nadar en la playa Seychelles, de piedrecitas pulidas, aguas de color esmeralda y rocas gigantes bruñidas por las olas.
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Visitar Spilaio Hot Springs, de aguas ricas en radón que conducen a una cueva.
Pueblo de Armenistis, en Icaria. © Tom Jastram/Shutterstock
Se llama así por Ícaro, el cual, según dicen, se estrelló aquí tras volar demasiado cerca del sol con sus alas pegadas con cera; pero Icaria es también el lugar donde dicen que nació Dionisos, dios del vino. Ahora se puede recorrer una carretera costera que rodea toda la isla y ver animadas fiestas con vino, comida y danzas tradicionales.
Es buena idea sumarse al jolgorio en el 2024, en pleno apogeo del festival de verano 'panigyria', con fiestas que duran toda la noche, con calles repletas de visitantes y lugareños. También es el mejor momento para gozar de la serenidad de la isla y de su actitud vital, traducida en una longevidad extraordinaria: la esperanza de vida de los isleños es de las más altas de Europa (una de cada tres personas vive hasta los 90 años).
Hay que probar su receta mágica: largas siestas por la tarde, mucho té de montaña y legumbres, poco café y poca carne, y una vida sexual sana hasta los 80 años.
Playa Seychelles. © Aerial-motion/Shutterstock