10 hoteles de Europa en los que es imposible dormir

Escrito por
Varios autores de Lonely Planet

16 Octubre 2020
5 min de lectura
© www.manshausen.no
Hotel en Manshausen, Islas Lofoten, Noruega, Europa

¿Dormir en este hotel? ¡Imposible!

He aquí una lista de 10 hoteles demasiado locos como para que entren ganas de cerrar los ojos si uno se aloja en ellos. Y todos en Europa.

1. Capsule Hotel, La Haya, Países Bajos

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Hotel europeo: Capsule Hotel, La Haya, Países Bajos

© www.capsulehotel.info

 

Más seguro que aquí, nunca se va a dormir: esos cacharros redondos con ojos de buey eran cápsulas de supervivencia de una plataforma petrolífera. Los claustrofóbicos, mejor que se queden fuera. Al resto se le ofrece una experiencia insólita.

La versión básica de Capsule Hotel, provista de un inodoro químico, por lo demás es realmente básica. La variante de lujo está en deuda con la peli de James Bond La espía que me amó: el glamour setentero, la bola de discoteca y el reproductor de DVD con varios títulos de 007 hacen de la noche en este extraño hotel un viaje en el tiempo.

 

2. Grotta Palazzese, Polignano a Mare, Italia

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Hotel europeo: Grotta Palazzese, Polignano a Mare, Italia

© www.grottapalazzese.it

 

Grotta significa «cueva». Quien piense, sin embargo, por ejemplo, en un Tom Hanks enflaquecido y barbudo que se alimenta de pescado en espeto y que habla con una pelota de voleibol, obviamente no ha estado en Grotta Palazzese.

En este fotografiadísimo restaurante de grandiosas vistas al mar, se disfruta de fondues de queso o de calamar fresco y se duerme en las súper modernas habitaciones –vistas desde fuera es cierto que poco fotogénicas– que hay encima de esta gruta abierta al acantilado y al Adriático. A la cual se vuelve, de hecho, para desayunar…

 

3. Manshausen, Islas Lofoten, Noruega

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Hotel europeo: Manshausen, Islas Lofoten, Noruega

© www.manshausen.no

 

Es una suerte que aquí en verano casi no oscurezca: así se puede admirar este hechizante escenario isleño por las cristaleras panorámicas de las cabañas turísticas antes de irse a la cama. (La naturaleza al alcance de la mano.)

La isla de Manshausen está en medio de los escollos del Vestfjord, y en ella ha plantado tres joyas arquitectónicas –para regocijo de amantes de la naturaleza y de urbanitas ávidos de paz– el aventurero y explorador noruego Børge Ousland. En la granja rehabilitada cercana se reúnen para comer los huéspedes y por el cielo vuelan en círculo las águilas de mar.

 

4. Tree Hotel, Harads, Suecia

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Hotel europeo: Tree Hotel, Harads, Suecia

© www.treehotel.se

 

Hace falta un poco de pericia escaladora para subir a las casas-árbol de este Tree Hotel de Laponia. Ahora bien: quien lo consigue, descubre un panorama extraordinario: el de las copas de los árboles suecos. Un paisaje que "prohibe" dormir.

Pero estas casas-árbol no son exactamente casas-árbol: está el Dragonfl y, el Bird’s Nest, el Cube o el UFO. Y en el interior hay que contar con un diseño sueco de lo más fino: sobrio, moderno y elegante. 

 

5. Cava Mastinell, España

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Hotel europeo: Cava Mastinell, Barcelona, España

© www.hotelmastinell.com

 

No, no se trata de tubos neumáticos amontonados: estamos en el hotel de las bodegas Mastinell, en Cataluña, al oeste de Barcelona. Aquí las habitaciones están unas sobre otras como en una estantería para vino y, en los techos ondulados, un mosaico de azulejos tipo Gaudí refleja la luz del sol.

Tras las cristaleras redondas de este exclusivo hospedaje, se aloja y duerme uno como en ninguna otra parte. Porque ¿quién tiene en casa unos idílicos viñedos justo enfrente? Y los sibaritas pueden degustar el cava en las bodegas…

 

6. Faro de Harlingen, Países Bajos

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Hotel europeo: Faro de Harlingen, Países Bajos

© www.vuurtoren-harlingen.nl

 

En absoluto es mala idea viajar ligero de equipaje: para llegar al pequeño apartamento turístico que hay en lo alto del faro de Harlingen, primero hay que subir sus buenas escaleras. Pero da igual, porque luego las vistas de esta ciudad hanseática, del campo y el mar son simplemente bárbaras.

Quisiera uno quedarse aquí arriba para siempre, en este finísimo alojamiento para dos personas en el que dormir supone una experiencia nueva. Atención al servicio especial: la farera sube el desayuno.

 

7. Safari Lodge, Francia

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Hotel europeo: Safari Lodge, Francia

© www.safari-lodge.fr

«Oye, perdóname… Dime una cosa: eso que nos saludaba desde la cristalera, ¿tú dirías que era un oso de carne y hueso?». Efectivamente: en este hotel del Zoo de la Flèche, los osos hambrientos, los lobos curiosos o los osos polares que se bañan son casi parte del mobiliario… y están directamente al otro lado de la ventana.

Según cuál de los numerosos temas se escoja, se puede dormir junto a leones, guepardos, lémures o tigres… si es que se consigue conciliar el sueño.

 

8. Fundación Verbeke, Kemzeke, Bélgica

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Hotel europeo: CasAnus, Fundación Verbeke, Kemzeke, Bélgica

© www.verbekefoundation.com

 

Hay que reconocer que, si uno no es una lombriz o un tipo raro, la idea de dormir en el CasAnus puede echar para atrás. Y eso que esta habitación con forma de intestino grueso ofrece todo lo que una noche tranquila requiere: una cómoda cama, agua corriente y calefacción.

El CasAnus es uno de los tres estrambotiquísimos alojamientos del jardín de la Fundación Verbeke, un museo de arte contemporáneo: hay también un Huevo y un CampingFlat, o sea, un camping con varias plantas.

 

9. Finn Lough, Enniskillen, Irlanda del Norte

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Hotel europeo: Finn Lough, Enniskillen, Irlanda del Norte

© www.finnlough.com

 

Bien resguardado y, sin embargo, a cielo abierto: así se duerme en estos bubble domes a orillas del lago Erne, en Irlanda del Norte. 

Se trata de burbujas de plástico transparente, de manera que de día se puede ver el verde bosque y, de noche, el magnífico cielo tachonado de estrellas. El elegante, pero sencillo, interior de las habitaciones incluye un práctico telescopio.

 

10. ‘Lofts’ rurales Sonnentor, Sprögnitz, Austria

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Hotel Europa: ‘lofts’ rurales Sonnentor, Sprögnitz, Austria

©  www.sonnentor.com

 

Un aire tranquilo y aromático, gorjeos de pájaros… Es meterse en la cama y quedarse uno frito de inmediato. En esta granja de Sonnentor, en la Baja Austria, los estresados urbanitas duermen como auténticos lirones. Y es que esta región del Waldviertel es un pequeño paraíso natural en el que todo es sostenible.

Y en medio de este sueño hay dos módicos lofts rurales construidos, por supuesto, ambos con materiales del entorno. (Se trata de verdaderas tiny houses en las que pueden pernoctar hasta cinco personas.) De día hay seminarios sobre hierbas, cursos de cocina y de artesanía o estimulantes conferencias.

 

Información importante para el viajero al viajar a Europa:

En muchos países europeos se puede hacer turismo, pero existen limitaciones y obligaciones específicas en cada país. Se recomienda consultar la información sobre salud y consejos de viaje relativos a la reapertura de los países europeos al turismo en la página web oficial de la Unión Europea creada para tal fin.