Tsumago y Magome son dos localidades en la antigua calzada postal de Nakasendō, una de las cinco (usadas por señores y mensajeros) que conectaban Tokio y Kioto durante la época feudal. La vieja calzada sigue ahí, pavimentada con grandes piedras, y se pueden recorrer los 7,8 km entre las dos ciudades, atravesando aldeas alpinas y bosques de cedro, norias de agua y arrozales. Las poblaciones son interesantes por sí mismas, con sus callejones y sus posadas, restaurantes de fideos y tiendas de artesanía de madera oscura.