Subir en funicular al sagrado complejo monástico budista de Kōya-san es como ascender a otro mundo. Hay más de un centenar de templos, entre ellos el Oku-no-in, con senderos que serpentean entre enormes cryptomerias y vetustas stupas de piedra cubiertas de musgo y líquenes. Otros templos ofrecen una experiencia diferente: la posibilidad de pasar la noche, degustar su cocina budista vegetariana y madrugar para meditar con los monjes.
Oku-no-in en Kōya-san
![Cementerio de Oku-no-in en Kōya-san, Japón](https://lonelyplanetes.cdnstatics2.com/sites/default/files/styles/max_650x650/public/imprescindibles_images/Japon_Oku-no-in_KoyaSan_shutterstock_35684383_Marc%20van%20Vuren_Shutterstock.jpg?itok=v4FmGtp-)
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