Explora lo mejor en viajes 2024
Subir en funicular al sagrado complejo monástico budista de Kōya-san es como ascender a otro mundo. Hay más de un centenar de templos, entre ellos el Oku-no-in, con senderos que serpentean entre enormes cryptomerias y vetustas stupas de piedra cubiertas de musgo y líquenes. Otros templos ofrecen una experiencia diferente: la posibilidad de pasar la noche, degustar su cocina budista vegetariana y madrugar para meditar con los monjes.