Información y Consejos de Salud para ir a China
China es un país bastante salubre para viajar, pero hay que tener en cuenta varias cuestiones sobre la salud. Las afecciones preexistentes y las lesiones por accidente (sobre todo de tráfico) son los principales riesgos para la salud, pero no hay que descartar que el viajero pueda enfermar de algún modo. Fuera de las principales ciudades, la atención médica es a menudo inadecuada y las enfermedades ocasionadas por la comida o el agua son frecuentes. La malaria todavía está presente en algunas zonas del país; el mal de altura puede suponer un problema, sobre todo en el Tíbet.
En caso de accidente o enfermedad, lo mejor es tomar un taxi e ir directamente al hospital.
Los consejos siguientes son simplemente orientativos y no sustituyen la opinión de un médico especialista en viajes.
Antes de partir
Seguro médico
- Aunque uno esté sano y en plena forma, no debería viajar sin seguro médico, pues los accidentes suceden.
- Hay que declarar todos los problemas de salud previos (la compañía comprobará si la dolencia es anterior al viaje y no la cubrirá si el viajero no la hubiese declarado).
- Los deportes de aventura, como la escalada o el esquí, pueden requerir de una cobertura especial.
- Si el viajero no tiene seguro, la evacuación de emergencia es muy cara: puede costar más de 100 000 US$.
- Es importante conservar toda la documentación de los gastos médicos generados.
Vacunas
Las clínicas especializadas en medicina de viajes pueden facilitar todas las vacunas necesarias y las recomendaciones específicas para el viaje. Los médicos considerarán el historial de vacunación del viajero, la duración del viaje, las actividades que puede realizar y la situación médica subyacente, como un embarazo.
- Conviene administrarlas de seis a ocho semanas antes de la salida, pues muchas vacunas no inmunizan hasta dos semanas después.
- Hay que pedir al médico un certificado internacional de vacunación (o “cartilla amarilla”), donde aparecen todas las vacunas recibidas.
- La única vacuna obligatoria por la normativa internacional es la de la fiebre amarilla.
La prueba de estar vacunado contra la fiebre amarilla solo es necesaria si el viajero ha estado en una región afectada por dicha enfermedad en los seis días anteriores a su entrada en China. Si viaja a China directamente desde Sudamérica o África, debe preguntar en una clínica especializada si necesita dicha vacuna.
Vacunas recomendadas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda las vacunas siguientes para viajar a China:
Difteria y tétanos para adultos (DT) Se recomienda una única dosis de recuerdo si no se ha recibido ninguna en los últimos 10 años. Los efectos secundarios pueden ser dolor en el brazo y fiebre. Si el médico lo cree oportuno, también puede aplicarse la vacuna DTP (difteria, tétanos y tos ferina).
Hepatitis A Ofrece casi un 100% de protección durante un año; una dosis de recuerdo al cabo de 12 meses protege durante otros 20 años. Los efectos secundarios leves, como dolor de cabeza y en el brazo, afectan al 5-10% de las personas.
Hepatitis B Hoy es rutinaria para la mayoría de los viajeros. Se dan tres dosis en un espacio de seis meses, aunque este tiempo se puede acortar. También se puede combinar con la vacuna de la hepatitis A. Los efectos secundarios, leves y raros, suelen consistir en dolor de cabeza y en el brazo. Protege para toda la vida en el 95% de los casos.
Sarampión, paperas y rubeola (SPR) Se recomiendan dos dosis, a menos que ya se haya sufrido la enfermedad. Ocasionalmente puede producir una erupción y un estado similar a la gripe al cabo de una semana. Muchos adultos menores de 40 años requieren una dosis de recuerdo.
Tifus Se recomienda, excepto si el viaje dura menos de una semana. La vacuna ofrece cerca de un 70% de protección, sus efectos duran de 2 a 3 años y se aplica en una inyección. Aunque también está disponible en pastillas, es preferible la inyección porque tiene menos efectos secundarios. Puede producir dolor en el brazo y fiebre. También existe una vacuna combinada de hepatitis A y tifus.
Varicela Si el viajero no ha sufrido la varicela, debe comentarlo al médico.
Las vacunas siguientes se recomiendan para viajeros que pasen más de un mes en el país o que estén en situación de riesgo:
Gripe Una sola dosis dura un año y se recomienda a los mayores de 65 años o personas que sufran algún problema médico de fondo, como dolencias cardiacas o respiratorias.
Encefalitis B japonesa Una serie de tres inyecciones con una dosis de recuerdo a los 2 años. Se recomienda a los que pasen más de un mes en zonas rurales en verano, o más de tres meses en cualquier parte del país.
Neumonía Una sola inyección y una dosis de recuerdo a los 5 años. Se recomienda para todos los viajeros mayores de 65 años o con algún problema médico de fondo que afecte a la inmunidad, como dolencias cardiacas o respiratorias, cáncer o VIH.
Rabia Son tres inyecciones en total. Una dosis de recuerdo al cabo de un año proporciona 10 años de protección. Los efectos secundarios, como dolor de cabeza y en el brazo, son raros.
Tuberculosis Es un tema complejo. Para los viajeros adultos que vayan a permanecer mucho tiempo en el país y tengan un alto riesgo de contraerla, se recomienda que, en vez de vacunarse, se sometan a una prueba cutánea de la tuberculosis antes y después del viaje. Solo se da una vacuna en la vida. Los niños menores de 5 años que deban pasar más de tres meses en China deberían vacunarse.
Las mujeres embarazadas y los niños deberían pedir consejo a un médico especializado en medicina exterior.
Botiquín
Artículos recomendables para el botiquín personal:
- Crema antibacteriana, como mupirocina
- Antibióticos para la diarrea, como norfloxacina o ciprofloxacina; azitromicina para la diarrea bacteriana; y tinidazol para giardiasis y amebiasis
- Antibióticos para infecciones cutáneas, p. ej.: amoxicilina/clavulanato o cefalexina
- Pomada antifúngica, p. ej.: clotrimazol
- Antihistamínico, como cetirizina para el día y prometazina para la noche
- Antiinflamatorio, como ibuprofeno
- Antiséptico, p. ej.: Betadine
- Antiespasmódico para los dolores estomacales, p. ej.: Buscapina
- Descongestivo, como pseudoefedrina
- Diamox para el mal de altura
- Esparadrapo, vendas, gasas, termómetro (que no sea de mercurio), jeringuillas y agujas estériles, imperdibles y pinzas
- Pastillas para la indigestión, como Quick-Eze o Mylanta
- Repelente de insectos con DEET
- Tabletas de yodo para purificar el agua (contraindicadas para embarazadas y personas con problemas de tiroides)
- Laxante, p. ej.: docusato sódico
- Solución rehidratante oral (Gastrolyte) para la diarrea, medicamento para cortar la diarrea (loperamida) y contra las náuseas (proclorperazina)
- Paracetamol
- Permetrina para impregnar la ropa y las mosquiteras
- Pomada con corticoides para las erupciones cutáneas, p. ej.: hidrocortisona al 1-2%
- Protección solar
- Tratamiento para la candidiasis vaginal, p. ej.: clotrimazol o una cápsula de Diflucan
- Tratamiento para infecciones urinarias, p. ej.: Ural
Páginas web
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (www.cdc.gov/spanish/)
MD Travel Health (https://redplanet.travel/mdtravelhealth) Recomendaciones sobre salud en los viajes para cada país; se actualiza a diario.
World Health Organization (www.who.int/ith) Publica la excelente International Travel & Health, que se revisa todos los años y está disponible en internet.
Otras lecturas
- Healthy Travel-Asia & India (Lonely Planet) Con un práctico tamaño de bolsillo y lleno de informaciones útiles.
- Traveller’s Health, del Dr. Richard Dawood.
- Travelling Well (www.travellingwell.com.au), de la Dra. Deborah Mills.
Consejos para llevar medicamentos a China
- Hay que mantener los medicamentos en su envase original y claramente identificados.
- Si el viajero toma una medicación de forma regular, debería llevar una provisión doble por si sufre un robo o pérdida.
- Conviene llevar un informe del médico, con fecha y firma, donde se describa el estado de salud y la medicación necesaria (con los nombres genéricos).
- Si se usan jeringuillas o agujas, se necesitará un informe médico de su prescripción. Los viajeros que sufran del corazón deberían llevar una copia de un electrocardiograma hecho justo antes del viaje.
- Es aconsejable visitar al dentista antes de partir.
- Si se usan gafas, conviene llevar otras de recambio y la graduación anotada.
En China se pueden comprar algunos medicamentos sin receta, pero no se recomienda hacerlo sin el consejo de un médico. No es raro encontrar medicamentos falsos, mal almacenados o caducados; lo mejor es llevarlos de casa.
En China
Asistencia médica y coste
En las ciudades importantes hay buenas clínicas para los viajeros. Son más caras que las del país, pero disponen de médicos formados en Occidente y que hablan inglés. Normalmente suelen conocer bien los mejores centros hospitalarios autóctonos y tratan con las compañías de seguros, por si es necesaria una evacuación urgente. Para hacerse una idea del coste, el servicio privado de un gran hospital de Beijing para extranjeros cobra por adelantado unos 500 CNY por una consulta y otros 500 CNY por una radiografía. Los tiempos de espera son de 1 h aproximadamente para cada servicio.
Si el viajero cree que puede tener una enfermedad grave, como la malaria, debería acudir de inmediato al centro médico de calidad más próximo. Se recomienda preguntarlo en la compañía de seguros o la embajada. Los hospitales aparecen en el apartado “Información” de las ciudades.
Enfermedades infecciosas
Dengue
Enfermedad transmitida por mosquitos que se da en algunas zonas del sur de China. No existe vacuna, así que hay que evitar las picaduras (el mosquito del dengue actúa de día y de noche; hay que protegerse las 24 h). Algunos de los síntomas son fiebre alta, fuerte dolor de cabeza y dolor general, y en algunos casos, erupción y diarrea. No hay tratamiento específico, solo descanso y paracetamol. No se debe tomar aspirina.
Hepatitis A
Es un problema en todo el país. El virus, transmitido por la comida y el agua, infecta el hígado y provoca ictericia (color amarillo en piel y ojos), náuseas y sopor. No hay tratamiento específico: hay que dejar que el hígado se recupere por sí solo. Todos los que viajen a China deberían vacunarse.
Hepatitis B
Es la única enfermedad de transmisión sexual que puede prevenirse con una vacuna. Se propaga por el contacto con fluidos corporales infectados. Las consecuencias a largo plazo pueden ser cáncer de hígado y cirrosis. Todos los viajeros deberían vacunarse.
Encefalitis japonesa
Antes llamada “encefalitis B japonesa”, es una enfermedad rara en los viajeros, pero estos deberían vacunarse si van a permanecer en zonas rurales más de un mes en verano, o más de tres meses en el país. No existe tratamiento; un tercio de los infectados muere y otro tercio sufre daños cerebrales permanentes.
Malaria
La malaria está prácticamente erradicada en China y no suele suponer un riesgo para los visitantes de las ciudades y las zonas turísticas. Se da principalmente en las áreas rurales de la región suroccidental que limita con Myanmar, Laos y Vietnam, sobre todo Hǎinán, Yúnnán y Guǎngxī. Existe un riesgo menor en las zonas rurales remotas de Fújiàn, Guǎngzhōu, Guìzhōu y Sìchuān. Generalmente la medicación solo se recomienda para visitar las zonas rurales de Hǎinán, Yúnnán o Guǎngxī.
Para prevenir la malaria hay que:
- Protegerse de los mosquitos y tomar medicamentos antimaláricos (la mayoría de los infectados no tomaron medicación o lo hicieron de forma inadecuada).
- Usar un repelente de insectos con DEET sobre la piel desnuda (los repelentes naturales como la citronela pueden ser eficaces, pero requieren aplicaciones más frecuentes que los productos con DEET).
- Dormir bajo una mosquitera impregnada de permetrina.
- Escoger una habitación con mosquiteras y ventiladores (si no hay aire acondicionado).
- Rociar la ropa con permetrina en zonas de alto riesgo.
- Usar mangas y pantalones largos y de colores claros.
- Utilizar espirales contra los mosquitos.
- Rociar la habitación con repelente de insectos antes de salir a cenar.
Rabia
Esta enfermedad mortal es un problema cada vez mayor en China. Se propaga por la mordedura o la saliva de un animal infectado, habitualmente un perro. Si se es mordido por un animal, hay que acudir enseguida al médico y empezar el tratamiento. Vacunarse antes del viaje simplifica mucho el tratamiento posterior.
Si el viajero es mordido por un animal, debe:
- Lavarse suavemente la herida con agua y jabón, y aplicar un antiséptico yodado.
- Si no está vacunado, se le debe administrar inmunoglobulina contra la rabia cuanto antes y después tendrá que ponerse cinco vacunas en un mes. Los que ya estén vacunados solo necesitarán dos dosis de recuerdo.
- La compañía de seguros puede informar de la clínica más próxima que disponga de inmunoglobulina contra la rabia y vacunas. Este medicamento muchas veces no se encuentra fuera de las principales ciudades; pero si la herida es profunda, es esencial administrarlo cuanto antes.
Esquistosomiasis (bilharziasis)
Esta enfermedad se da en la cuenca central del río Yangtsé (Cháng Jiāng), donde unos diminutos gusanos parasitan a los caracoles de agua dulce que habitan en ríos, arroyos y lagos, pero especialmente detrás de las presas. La infección a menudo no provoca síntomas hasta que la enfermedad está arraigada (varios meses o años después de la infección). Provoca daños irreversibles en los órganos internos, pero existe un tratamiento eficaz.
- No hay que bañarse en agua dulce donde exista la bilharzia.
- Un análisis de sangre es el método más fiable para diagnosticarla, pero no da positivo hasta varias semanas después de la infección.
Tifus
Esta infección bacteriana grave se propaga por la comida y el agua. Provoca dolor de cabeza y fiebre alta que va subiendo progresivamente y a veces se acompaña de tos seca y dolor de estómago. La vacuna no es efectiva al 100%, de modo que hay que ir con cuidado con lo que se ingiere. Todos los viajeros que pasen más de una semana en China deberían vacunarse.
Diarrea
Entre el 30 y el 50% de los viajeros sufrirán diarrea en las dos primeras semanas del viaje. En la mayor parte de los casos está causada por bacterias y responde bien al tratamiento con antibióticos.
Hay que mantenerse hidratado, preferiblemente con un suero de rehidratación oral como Gastrolyte. Los antibióticos como norfloxacina, ciprofloxacina o azitromicina matan las bacterias rápidamente. La loperamida corta la diarrea, pero no la cura, aunque es útil para los viajes largos en autobús; no hay que tomarla si hay fiebre o sangre en las heces. Si el tratamiento con antibióticos no funciona, hay que acudir al médico. Se recomienda:
- Acudir a restaurantes con mucho movimiento.
- Comer solo alimentos recién cocinados.
- Evitar la comida expuesta mucho tiempo en los bufés.
- Pelar toda la fruta, cocinar las verduras y remojar las ensaladas en agua yodada durante un mínimo de 20 min.
- Beber solo agua mineral embotellada.
Amebiasis
No es muy frecuente entre los viajeros y suele diagnosticarse mal. Los síntomas son similares a los de la diarrea bacteriana: fiebre, diarrea sanguinolenta y malestar general. Siempre hay que acudir a un médico de confianza si hay sangre en las heces. El tratamiento comprende dos medicamentos: tinidazol o metronidazol para acabar con el parásito del intestino y otro para eliminar los quistes. Si la amebiasis no se trata, puede derivar en abscesos hepáticos o intestinales.
Giardiasis
La giardiasis es provocada por un parásito bastante común entre los viajeros. Algunos de los síntomas son náuseas, hinchazón, gases, fatiga y diarrea intermitente. Los eructos fétidos suelen atribuirse exclusivamente a la giardia, pero no son específicos de este parásito. La giardiasis termina curándose aun sin tratamiento, pero puede tardar meses en desaparecer. El tratamiento de elección es el tinidazol; el metronidazol también funciona.
Lombrices intestinales
Estos parásitos son más habituales en las zonas rurales y tropicales. Algunos, como las tenias, pueden ingerirse, p. ej., en carnes poco hechas, mientras que otros, como los anquilostomas, penetran por la piel. Se puede realizar un análisis de heces al regresar del viaje.
Riesgos específicos
Contaminación atmosférica
La polución es un problema importante que va a peor en muchas ciudades chinas. Las personas con afecciones respiratorias deberían preguntar a su médico antes de viajar, para asegurarse de que contarán con las medicinas adecuadas en caso de empeorar su estado. Conviene llevar pastillas para la garganta, la tos y el resfriado.
Mal de altura
En el Tíbet, Qīnghǎi y Xīnjiāng se viaja en autobús por carreteras que superan los 5000 m. Para aclimatarse a estas alturas extremas se necesitarían varias semanas, pero muchos viajeros llegan de golpe desde el nivel del mar, algo que es nefasto. El mal de altura agudo (MAA) se produce debido a una ascensión rápida a altitudes superiores a los 2700 m. Normalmente empieza de 24 a 48 h después de llegar a una altitud elevada, y puede dar dolor de cabeza, náuseas, fatiga y pérdida de apetito (los síntomas recuerdan a la resaca).
Si el viajero sufre mal de altura, es esencial que no ascienda más, pues sinduda se encontrará peor y podría desarrollar alguna de las formas más graves y potencialmente mortales de la enfermedad: el edema pulmonar de altura (EPA) o el edema cerebral de altura (ECA). Ambas son urgencias médicas y, puesto que en China no existe servicio de rescate como en el Himalaya nepalí, la prevención es esencial.
El MAA puede evitarse ascendiendo de forma gradual. Se recomienda que una vez sobrepasados los 3000 m se suba un máximo de 300 m al día y se realice un día de descanso adicional cada 1000 m. También se puede recurrir a un medicamento llamado Diamox, que sirve como prevención o tratamiento del MAA, pero ello debe consultarse a un médico especialista en medicina de altura. Las personas alérgicas al azufre no deben tomar Diamox.
Si el viajero sufre mal de altura, debe descansar durante uno o dos días hasta que los síntomas mejoren. Luego puede continuar, pero siguiendo la pauta de la ascensión gradual. Si los síntomas empeoran hay que descender inmediatamente antes de que el cuadro sea más grave. No hay forma de predecir quién sufrirá de MAA, pero hay ciertos factores que favorecen su aparición: un ascenso rápido, llevar mucha carga y padecer dolencias menores como una infección respiratoria o diarrea. Hay que asegurarse de beber al menos 3 litros diarios de bebidas sin cafeína para mantenerse bien hidratado.
Golpe de calor
Puede ser provocado por la deshidratación o la carencia de sales. Hay que aclimatarse progresivamente a las altas temperaturas, beber suficiente líquido y evitar las actividades que requieran mucho esfuerzo.
La carencia de sales suele producir fatiga, sopor, dolor de cabeza, vértigo y calambres musculares; las tabletas de sales pueden ser de ayuda, pero lo mejor es añadir más sal a la comida.
Hipotermia
Hay que tener muy en cuenta los peligros de practicar senderismo a gran altura o incluso realizar un largo viaje en autobús por las montañas. En el Tíbet el ambiente puede pasar de suave a gélido en cuestión de minutos y las ventiscas, presentarse sin avisar.
Una temperatura muy fría puede volverse peligrosa en un instante si se combina con viento, ropa mojada, fatiga y hambre, aunque no baje de los cero grados. Hay que ponerse varias capas de ropa; la seda, la lana y algunas fibras artificiales son buenos aislantes. Es importante llevar gorro, pues mucho calor corporal se pierde por la cabeza. Es esencial contar con un impermeable exterior resistente (y una manta espacial para emergencias), y llevar provisiones básicas, como alimentos que proporcionen azúcares simples y líquido para beber.
Los síntomas de la hipotermia son agotamiento, entumecimiento (sobre todo en los dedos de manos y pies), escalofríos, balbuceo, comportamiento irracional o violento, sopor, tambaleos, episodios de mareo, calambres musculares y arranques violentos.
Para tratar una hipotermia leve hay que resguardar a la víctima del viento o de la lluvia, quitarle la ropa mojada y ponerle ropa seca y caliente. También hay que darle a beber líquidos calientes (no alcohol) y comida calórica y fácil de digerir. Reconocer y tratar la hipotermia leve rápidamente es la única forma de evitar su forma grave, una situación crítica que requiere atención médica.
Picaduras de insectos
Las chinches no transmiten enfermedades, pero sus picaduras son dolorosas. El prurito se calma con antihistamínico.
Los piojos habitan en varias partes del cuerpo humano, principalmente en la cabeza y en el pubis. Se transmiten por contacto directo con la persona infectada. Aunque los piojos son difíciles de erradicar, los peines o detectores eléctricos pueden ser eficaces (conviene llevar uno en la maleta); otra solución es efectuar numerosas aplicaciones de un champú antipiojos con permetrina. Los piojos púbicos suelen contraerse por contacto sexual.
Las garrapatas se cogen al andar por el campo y suelen localizarse detrás de las orejas, en el vientre y en las axilas. Ante una mordedura de garrapata hay que acudir al médico si aparecen síntomas como una erupción, fiebre o dolor muscular. La doxiciclina previene algunas enfermedades transmitidas por las garrapatas.
Salud de la mujer
Las embarazadas deberían consultar con un especialista antes del viaje. El mejor momento para viajar es el segundo trimestre (entre las semanas 14 y 28), cuando el riesgo de sufrir problemas relacionados con el embarazo es menor y la mujer suele sentirse bien. Durante el primer trimestre existe el riesgo de aborto; y en el tercero, de sufrir complicaciones como un parto prematuro o tensión arterial elevada. Hay que viajar en compañía y llevar una lista de los centros médicos de calidad en el lugar de destino, para poder recibir en ellos la asistencia prenatal rutinaria. Hay que evitar las zonas rurales mal comunicadas y con una atención médica insuficiente. Sobre todo, hay que asegurarse de que el seguro de viaje cubre todas las eventualidades relacionadas con el embarazo, incluido un parto prematuro.
La malaria es un riesgo importante durante el embarazo. La OMS recomienda que las embarazadas no viajen a zonas de malaria resistente a la cloroquina.
La diarrea puede provocar una rápida deshidratación e impedir que la sangre fluya adecuadamente a la placenta. Muchos medicamentos empleados para tratar varios virus de la diarrea no se recomiendan en el embarazo; pero la azitromicina se considera segura.
El calor, la humedad y los antibióticos pueden contribuir a la aparición de la candidiasis, que se trata con cremas antifúngicas y óvulos con clotrimazol. Una alternativa práctica es una sola cápsula de fluconazol (Diflucan). Las infecciones urinarias pueden desencadenarse por la deshidratación o por largos viajes en autobús sin poder ir al lavabo; conviene llevar antibióticos adecuados.
Los productos sanitarios no siempre están disponibles en las zonas rurales. La oferta de anticonceptivos puede ser limitada, de modo que conviene llevar los que puedan necesitarse.
Informarse es importante
Antes y durante el viaje recomendamos que cualquier información relacionada con seguridad, salud, trámites administrativos como la expedición de visados, etc. sea verificada con el Ministerio de Asuntos Exteriores del país del viajero.