Tras pasar dos días en Cancún, se puede ir al sur hasta Tulum y sus encomiables ruinas, que presiden la abrupta costa Maya, una franja de playas cegadoras y aguas turquesa que deja boquiabierto. En la carretera hay muchos cenotes señalizados y sumergirse en uno de ellos no tiene desperdicio. Se puede regresar a la Zona Hotelera por la noche, ideal si se ha reservado mesa en Benazuza, en el hotel Grand Oasis Sens, pues depara una experiencia gastronómica con hasta 30 platos gourmet para probar. Y para copas, pásese por La Destilería para tomar unos margaritas con vistas a la laguna.
Tercer día

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