Desde los acantilados boscosos que la rodean, esta laguna, llamada así por la película protagonizada por una Brooke Shields adolescente, es una piscina aparentemente sin fondo, de aguas color turquesa y en una cala protegida. Un lugar terriblemente fotogénico, perfecto para darse un baño. Sus aguas proceden de varios arroyos subterráneos que bajan de las montañas, y ofrecen una mezcla de aguas cálidas de la marea y corrientes frías de agua dulce. Los submarinistas podrán explorar sus profundidades (hasta 55 km).
Nadar en la Blue Lagoon

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