Myanmar 4

Este capítulo consta de Bienvenidos a Berlín, Las 10 mejores experiencias, Lo nuevo, Lo esencial, La primera vez, Itinerarios, En busca de…, Mes a mes, Viajar con niños, Como un berlinés, Gratis, Muro de Berlín, Monumentos conmemorativos y museos históricos, Panorama artístico, Dónde comer, Dónde beber y vida nocturna, Berlín para LGTBI, Ocio y De compras incluidos en la guía Berlín.

Este capítulo facilita toda la información general necesaria para preparar un viaje a Berlín: desde una selección de experiencias indispensables, hasta la información que hay que tener en cuenta la primera vez que se viaja a la ciudad, un especial sobre el muro de Berlín, una agenda con principales eventos de cada mes, propuestas de itinerarios e ideas para viajar con niños.

• Selección de experiencias indispensables en Berlín.
• Especial sobre el Muro de Berlín.
• Panorama artístico de la ciudad.

Con antiguos exiliados políticos, grandes inversores y aventureros buscando su sitio en la ciudad, Yangón (ရန္ကုန္) es hoy el lugar más fascinante de Myanmar. Antes conocida como Rangún, la mayor metrópoli del país es también su centro comercial e intelectual, y empieza a cosechar los beneficios de la reciente liberalización político-económica del país. Se restauran edificios y monumentos, surgen nuevos restaurantes, bares y tiendas, y hay andamios –y atascos de tráfico– por todas partes.

• Maravillarse y adorar la Shwedagon Paya.
• Dejarse cautivar por el teatro de marionetas en Htwe Oo Myanmar Traditional Puppet Theatre.
• Descubrir los tesoros del pasado de Myanmar en el Museo Nacional.

Incluye: Puntos de interés, Actividades, Circuitos, Cursos, Fiestas y celebraciones, Dónde dormir, Dónde comer, Dónde beber y vida nocturna, Ocio y De compras.

Al sur y al oeste de Yangón se halla el delta del Irawadi (ဧရာဝတီ), un impresionante mosaico de vegetación que flota entre ríos, afluentes y lagos, y que se extiende hasta la bahía de Bengala. Zona clave del cultivo del arroz, el delta también alberga ciudades históricas como Pathein, la mejor base desde donde explorar la región, y Thanlyin. En el extremo oeste del delta están los resorts playeros de Chaung Tha y Ngwe Saung, veteranos destinos de escapadas para los urbanitas de Yangón.

• Pasear en bicicleta alrededor de los antiguos templos, palacios, monasterios y gigantescos budas que presiden Bago.
• Alojarse en Pathein, la agitada ciudad del delta, para admirar el arte y la destreza en la fabricación de sus famosas sombrillas de seda y algodón.
• Recorrer en mototaxi playas desiertas y rutas de la jungla entre dos resorts playeros, Chaung Tha Beach y Ngwe Saung Beach, o relajarse con la arena y el mar.

Incluye: Thanlyin y Kyauktan, Bago, Pathein, Chaung Tha Beach y Ngwe Saung Beach.

Ajeno a los circuitos turísticos y extrañamente obviado por muchos visitantes, el sur de Myanmar posee algunos de los mejores puntos de interés natural de todo el país. En un par de días el viajero puede descender a las cuevas llenas de budas que rodean la soñolienta Hpa-an y subir por la sinuosa carretera que va a la sagrada roca dorada del monte Kyaiktiyo (Roca Dorada). También destaca el poco conocido y menos visitado archipiélago de Myeik, quizá la intersección más espectacular de tierra, agua y cielo de Myanmar.

• Recorrer el archipiélago de Myeik, más de 800 islas para navegar, ir de crucero, practicar buceo con tubo y submarinismo.
• Descubrir los lagos casi ocultos, el arte budista y un manantial en las varias cuevas que rodean Hpa-an.
• Hallar en Mawlamyine la inspiración que iluminó a Kipling para escribir el famoso comienzo de su poema Mandalay.

Incluye: Monte Kyaiktiyo (Roca Dorada), Mawlamyine, Hpa-an, Myawaddy, Dawei, Myeik, Archipiélago de Myeik (Mergui) y Kawthoung.

El núcleo de los bamar ha sido enclave de tres antiguas capitales birmanas –Bagan, Pyay y Taungoo–, y lo es de la última y más surrealista, Naipyidó. De este cuarteto, la gran estrella es Bagan, con sus maravillosas pagodas y estupas, muchas de las cuales datan del s. XII. El templo más alto y majestuoso de Bagan, construido en ladrillo, decorado por dentro con bonitos frescos y rematado por pináculos hti dorados, combina imágenes hindúes y budistas con nats (espíritus locales) en cada rincón.

• Subir las escaleras hasta lo alto de la antigua pagoda en Bagan para disfrutar de las vistas de la llanura de los templos.
• Tomar un circuito en barco con la puesta del sol desde Bagan Antiguo, gozando del ritmo lento de la ribera del río Ayeryarwadi.
• Honrar a los 37 nats de Myanmar en su sede espiritual, el templo de la cima volcánica y llena de monos del monte Popa.

Incluye: Taungoo (Toungoo), Naipyidó, Meiktila, Pyay, Bagan, Nyaung, Bagan Antiguo, Nuevo Bagan (Bagan Myothit), Monte Popa, Salay y Monywa.

Marco Polo, quien quizá visitó Bagan –o no– en sus viajes, lo describió como “una de las mejores vistas del mundo”. Pese a siglos de abandono, saqueo, erosión y terremotos frecuentes, por no hablar de una restauración discutible, contemplar esta llanura repleta de templos sigue siendo impresionante e inolvidable.

• Maravillarse ante Ananda Pahto, un templo de proporciones perfectas con cuatro budas gigantes tallados en teca.
• Imaginar qué hay tras el santuario tapiado del misterioso Dhammayangyi Pahto.
• Ver una espectacular puesta de sol sobre la extensión de templos antiguos que rodean la Shwesandaw Paya.

Incluye: Bagan Antiguo, Llanura norte, Llanura central, Zona de Myinkaba, Zona de Nuevo Bagan, Llanura sur y Zona de Nyaung U.

Quienes viajan al este de Myanmar tienen ocasión de disfrutar del bello lago Inle y algunas de las mejores excursiones del país. También tienen la oportunidad de desviarse de las rutas turísticas y aventurarse por zonas que los extranjeros apenas visitan. A pesar de que la mayor parte del este de Myanmar permanece cerrada al turismo por los conflictos continuos, más y más sitios se van abriendo a los visitantes. Hoy, el pequeño estado Kayah y su cautivadora capital Loikaw se han unido a Kyaingtong, del estado Shan, y a las aldeas de montaña que la rodean como uno de los destinos menos visitados, pero más gratificantes de Myanmar.

• Andar sin rumbo por los pueblos, mercados, estupas en ruinas y monasterios del enorme lago Inle.
• Alojarse en Kalaw, una fresca y antigua estación de montaña, e ir de excursión a las aldeas que la rodean, al lago Inle o a Pindaya.
• Conocer las culturas tai y de la gente de los montes en Kyaingtong una desconocida y bonita ciudad del estado Shan.

Incluye: Nyaungshwe, Lago Inle, Taunggyi, Pindaya, Kalaw, Thazi, Kyaingtong (Kengtung), Mong La y Loikaw.

La región de Mandalay es la parte más poblada de la Alta Birmania, y la cuna del arte, la cultura y la civilización birmanas. Si Yangón es un microcosmos diverso de la nación, Mandalay –con su tráfico y construcciones– es la expresión urbana de la identidad étnica birmana, como lo prueban los espectáculos locales de danza y las tiendas de marionetas y artesanía. Dicha identidad no solo se manifiesta a través de la gran capital cultural, también por su proximidad a un montón de enclaves históricos y religiosos. Lugares como Inwa y Sagaing ofrecen una escapada verde y rural de la congestión urbana, y acceso a algunos de los lugares religiosos y ruinas arqueológicas más evocadores del país.

• Ver salir o ponerse el sol desde U-Bein, el puente de teca más largo del mundo, en Amarapura.
• Contemplar las colinas llenas de monasterios y pagodas doradas de Sagaing.
• Imaginar cómo habría sido la enorme e inacabada estupa Mingun Paya.

Incluye: Mandalay, Alrededores de Mandalay, Amarapura, Inwa (Ava), Sagaing, Mingun y Paleik.

El agreste y remoto norte de Myanmar ofrece una mezcla fascinante de pueblos de minorías étnicas y la posibilidad de atravesar algunas de las zonas menos visitadas del país. Aunque el acceso a gran parte de esta vasta región sigue estando vedado, existen dos rutas principales de entrada. Una asciende rápidamente desde Mandalay a Pyin U Lwin, capital estival en la época británica, para luego cruzar la meseta Shan hasta Lashio. Las frescas noches mitigan el calor de las llanuras, y las excursiones llevan al visitante hasta los atemporales pueblos palaung y shan de las colinas.

• Caminar hasta impolutos pueblos san y palaung desde Hsipaw, una deliciosa ciudad vinculada a la realeza y situada en una meseta.
• En el lejano norte y la región del Himalaya, prima el senderismo más exigente y el rafting de aguas rápidas.
• Pedalear junto al sereno lago Indawgyi y después tomar una embarcación a la mística Shwe Myitsu Paya.

Incluye: Pyin u lwin (Maymyo), Hsipaw, Lashio, Mogok, Myitkyina, Lago Indawgyi, Bhamo (Banmaw), Shwegu, Katha, Shwebo y Putao.

Remotos, abruptos y gratificantes, los estados más occidentales del país –Rakáin (o Rakhine, antes Arakan) y Chin– siguen atrayendo a pocos turistas. Quienes llegan al primero suelen recluirse en las aguas turquesas y la impoluta arena de Ngapali Beach, en la bahía de Bengala, principal destino playero de Myanmar. Pocos se aventuran más al norte hasta la antigua capital Rakáin de Mrauk U, increíble yacimiento arqueológico salpicado de cientos de templos, y la actual, la caótica Sittwe.

• Pasear entre las ruinas de los cientos de templos y fortificaciones de Mrauk U, la antigua y majestuosa capital del estado Rakáin.
• Disfrutar del marisco, arena y puestas de sol en Ngapali Beach, el destino playero más sofisticado del país.
• Escalar el monte Victoria, la tercera montaña más alta de Myanmar, en el sur del estado Chin.

Incluye: Ngapali Beach, Sittwe (Aykab), Mrauk U, Monte Victoria (Nat Ma Taung), Mindat, Kalaymyo (Kalay), Tiddim, Rihkhawdar, Falam y Hakha.

Este capítulo consta de Berlín hoy, Historia, Arquitectura, Pintura y artes plásticas, Literatura y cine, Música, Transporte y Datos prácticos incluidos en la guía Berlín.

En este apartado se incluye abundante información para conocer la esencia de la ciudad, su fascinante pasado histórico y sus interesantes aportaciones en el terreno cultural, ya sea en el campo arquitectónico como en el literario o musical. También se incluye información práctica relativa a transportes y circuitos, así como otras informaciones generales relacionadas con la moneda, el acceso a internet, los horarios de apertura, etc.

• Un recorrido por la fascinante historia de Berlín, con un ADN marcado por la realeza prusiana, los grandes industriales, las mentes creativas y los visionarios modernos.
• Conocer la riqueza arquitectónica de Berlín, con iglesias medievales, monumentos neoclásicos y maravillosas joyas actuales.
• La escena musical de Berlín es inagotable: desde el cabaré en 1902 y el punk de los años setenta hasta el techno de los noventa.