Las mejores experiencias sostenibles en el Amazonia brasileña

Texto por
Anthony Ham, autor de Lonely Planet
Río Amazonas, Brasil
Brasil2 / Getty Images

Aventuras responsables con el medioambiente en el Amazonia de Brasil

Desde el cielo el Amazonia brasileña puede parecer un mundo sin fin. Esta enorme pero vulnerable alfombra verde tiene unas dimensiones de escala continental y es uno de los últimos parajes auténticamente salvajes del planeta; un mundo de grandes extensiones sin caminos donde los ríos son carreteras, la fauna salvaje merodea por los bosques y en el que apenas se ven personas. Este artículo recopila una selección de las mejores experiencias responsables con el medioambiente que pueden disfrutarse en este increíble ecosistema. ¡Llegó el momento de empezar a planear la aventura en el Amazonia!

Reserva Mamirauá, hoatzines, Amazonia brasileña

Avistar hoatzines en la Reserva Mamirauá © Sian Seabrook / Getty Images

 

Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá

Esta espectacular reserva se basa en los principios de la sostenibilidad y de la inmersión profunda en el bosque pluvial. Su alojamiento, Pousada Uakari, se alza sobre troncos flotantes en un meandro del río, por lo que ofrece asientos de primera fila para gozar de algunas de las mejores experiencias de observación de fauna salvaje en Brasil. Los jaguares viven en los árboles de esta zona cuando el bosque se inunda entre mayo y julio, y en la reserva habitan once especies de primates, entre las cuales destaca el raro pero maravilloso uacarí calvo, que no se encuentra en ningún otro lugar de la Tierra. Las excursiones en barco por el río ofrecen la oportunidad de ver monos capuchinos y monos ardilla, mientras el grito de los monos aulladores retumba dentro del bosque.

 

Destino Brasil

 

Bajo el agua viven caimanes y delfines, mientras que entre las aves destacan los guacamayos, los tucanes y los increíbles hoatzines. También es posible pescar pirañas. El alojamiento cuenta con los servicios de un naturalista, que ofrece charlas nocturnas sobre la fauna salvaje que frecuenta una gran parte de los senderos que surcan este territorio. Pese a la permanente sensación de gozoso aislamiento que ofrece Mamirauá, en realidad es un lugar con un acceso relativamente fácil. Si se visita la reserva, los traslados a la Pousada Uakari parten de Tefé, una ciudad regional con conexiones a Manaos en avión y en barco.

También es posible visitar la reserva de forma independiente, por medio de la sencilla Pousada Casa do Caboclo.  

 

Bosques inundados y playas del Parque Nacional de Anavilhanas, Amazonia brasileña

Bosques inundados y playas del Parque Nacional de Anavilhanas © Marcos Amend / Shutterstock

 

Reserva Extrativista Baixo Rio Branco-Jauaperi (el Xixuaú)

Pocos lugares captan tan bien la esencia del Amazonia brasileña como el Xixuaú. Es una de las reservas más nuevas del Amazonia –declarada como tal en el 2018– y está a un largo trayecto en barco rumbo al norte del río Negro; pero el viaje, que dura varios días, merece del todo la pena. Por el camino la madeja de canales interiores que compone el Parque Nacional de Anavilhanas incluye más de 400 islas de bosques inundados y playas. Al dejar atrás el río Negro, el Xixuaú es como un reino perdido de bosques casi impenetrables, comunidades remotas y una fauna salvaje que todavía no ha aprendido a temer al ser humano.

Las nutrias gigantes salen a cazar en manada por los bosques inundados, los primates se columpian entre las copas de los árboles, manatíes y delfines trazan arcos en el agua a intervalos regulares, y siempre existe la posibilidad de avistar a grandes felinos (jaguares, ocelotes, tigrillos). Posiblemente, en otras partes del Amazonia también se encuentren algunos de estos animales y parajes, pero Xixuaú no conoce rival gracias a su combinación ganadora de lejanía, fauna salvaje en abundancia y auténtica belleza natural.

El Xixuaú está unos 400 km al norte del río Negro; casi todos los visitantes llegan hasta allí desde Novo Airão, en un trayecto que dura un día entero en lancha motora o tres días en barcaza, más lenta. Novo Airão está a diez horas río arriba desde Manaos. El operador Visit Amazonia organiza excursiones a estos parajes.

 

Lago Maicá

Puede que Santarém no tenga el reconocimiento que tiene Manaos, pero es una clásica ciudad ribereña donde el río Tapajós converge con el Amazonas. Además, esta ciudad tiene un secreto: a un corto viaje en barco hacia el este de la ciudad se encuentra el lago Maicá, una preciosa llanura inundable con algunas de las excursiones más gratificantes del Amazonia.

Santarém se divisa en el horizonte, pero parece hallarse a un mundo de distancia; un mundo en el que delfines rosas se asoman a la superficie, los perezosos dormitan en los árboles junto al río y en el que siempre existe la posibilidad de avistar a una anaconda. Lo que está casi asegurado es el avistamiento de guacamayos y tucanes. Conviene ir durante la puesta del sol, pero lo mejor es disfrutar de una ruta nocturna en barco, con el alojamiento a bordo, y así poder contemplar la salida del sol, que es realmente mágica. 

Gil Serique organiza excursiones nocturnas en barco desde Santarém hasta el lago Maicá.

 

Santarém, perezoso, Amazonia brasileña

Es posible ver perezosos durmiendo en los árboles de las afueras de Santarém © Miralex / Getty Images

 

Floresta Nacional do Tapajós

No todos los viajes al Amazonia implican una travesía de varios días por el río. Este tramo de bosque pluvial primario altísimo está situado a medio camino entre Santarém y el lánguido resort ribereño de Alter do Chão, y es fácilmente accesible por carretera. Y aunque hay ocasiones para observar a la fauna salvaje –jaguares, monos aulladores, monos ardilla y monos capuchinos, que viven en este bosque– lo realmente impresionante son los árboles.

Los samaúmas que pueblan este bosque son inmensos, extraordinariamente épicos (ni 20 personas formando un círculo cogidas de las manos podrían rodear uno de sus troncos) y tan altos que se pierden por encima del dosel arbóreo. Recorrer los senderos del bosque y disfrutar de las expediciones con acampada nocturna, además de las visitas a aldeas como Maguarí, Jamaraquá y São Domingo, a lo largo de la orilla del río Tapajós, son actividades esenciales. Y merece la pena recordar que así surgieron antaño interminables tramos del Amazonia.

 

Sumaúmas de la Amazonia brasileña

Los colosales sumaúmas del Amazonia brasileña son realmente impresionantes © Aziz Ary Neto / Getty Images

 

Río Urubu

La mayoría de la gente cree que ya ha llegado al Amazonia cuando pisa Manaos. Sí, esta ciudad amazónica posee cierto encanto tropical, pero es la antítesis de la naturaleza salvaje. Muchas personas ponen rumbo a Presidente Figueiredo, a dos horas al norte de la ciudad, para recorrer su red de cuevas y cascadas lejos del mundanal ruido de la ciudad; pero los fines de semana es como si la mitad de la población de Manaos visitara este lugar, lo cual ya descarta el principal motivo para llegar hasta aquí.


Vías navegables del Amazonia

Más lejos, al este de la ciudad, se halla el río Urubu, un afluente del Amazonas que ofrece la oportunidad de conocer los ecosistemas de bosque pluvial intactos, y que está a tan solo medio día en coche de la ciudad. Es un territorio en el que abunda la fauna salvaje, con primates que viven en el dosel arbóreo, un montón de especies de aves por todas partes y una amplia oferta de actividades, desde excursiones en canoa hasta rutas por la jungla y visitas a aldeas locales. Y, además, entre los árboles se divisa el principal e imponente brazo del Amazonas.

Para planificar un viaje hasta aquí, contáctese con Amazon Antonio Jungle Tours, con sede en Manaos.  

 

 

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