Determinada por la base militar de EE UU que ocupa una buena parte de Yongsan-gu, esta zona ha sido mucho tiempo el destino de los extranjeros para hamburguesas, prostitutas y demás. Hoy el sector de la restauración en Itaewon (y los barrios de Hannam-dong, Haebangchon –o HBC– y Gyeongridan) es uno de los más dinámicos de Asia, y cada 5 min surge alguna nueva tendencia. Tal diversidad se extiende a la vida nocturna, con cerveza artesanal, discotecas clandestinas y algo para todas las preferencias sexuales.
Aunque Itaewon conserva su lado turbio y los bares de alterne y travestidos de “Hooker Hill” (por no hablar de los locales para gais de “Homo Hill”), es también uno de los barrios con un panorama más floreciente de tiendas y restaurantes. El ambiente se ha contagiado a las zonas limítrofes. Bajando por Itaewon-ro, la calle principal, se llega al refinado Hannam-dong, donde residen seulenses famosos, el Museo Leeum de Samsung, boutiques de diseño y coquetos cafés. En dirección opuesta quedan HBC y Gyeongridan, con restaurantes, cafés y bares de cerveza artesanal. En estas zonas el inglés se habla tanto como el coreano y no solo por extranjeros.