Barrio

Fisherman’s Wharf y los muelles

El paseo marítimo que da la bienvenida a las familias que bajan del barco de Alcatraz fue una peligrosa zona portuaria durante la Fiebre del Oro. Tras el terremoto y el incendio de 1906 se construyó un muro de contención, y los paseantes han sustituido a vagabundos y timadores. Pero los modales del Salvaje Oeste perduran en el Muelle 39, donde los leones de mar roncan y eructan como marineros ebrios.

Lo mejor en un día

Los escapados de Alcatraz abandonaban rápidamente los muelles, pero ahora las familias disfrutan las atracciones para niños del Muelle 39 como el Aquarium of the Bay y el San Francisco Carousel. Otra opción es saludar a los leones marinos del Muelle 39 y anticiparse al gentío almorzando pronto en Codmother Fish & Chips.

Uno se recupera de la sobremesa salvando al mundo de extraterrestres y con los videojuegos retrofuturistas en el Musée Mécanique, y después entrando en un submarino de la II Guerra Mundial: el USS ‘Pampanito’. De nuevo en tierra, aguardan los murales de la década de 1930 en el pulcro Maritime Museum y un café irlandés en el Buena Vista Cafe. Tras bajar del cable car (tranvía tradicional) de Hyde St en Lombard St, quedan las poéticas vistas del Golden Gate, y ver a un maestro trabajando en un mural dentro de un mural en la Diego Rivera Gallery.

Para cenar, caro o barato: galardonada cocina californiana en Gary Danko o comida rápida en In-N-Out Burger.

 

Tienda

Un recorrido por más de 200 libros de viaje para descubrir todos los países del mundo.