El elegante, aunque lleno de tráfico, distrito del Eixample es una exhibición de modernismo, incluida la obra maestra de Gaudí, la Sagrada Família. También cuenta con una famosa escena gastronómica, así como con boutiques y una vida nocturna variada. Coctelerías y la animada escena de discotecas gais del “Gaixample” forman parte de esta mezcla.
Si uno se entretiene con los extravagantes detalles de la Casa Batlló y La Pedrera, puede pasarse fácilmente 2 h en cada una, aunque hay que reservar tiempo para la Casa Amatller y para conocer lo último en arte contemporáneo en la Fundació Antoni Tàpies.
Para descansar entre museo y museo se pueden probar las creativas tapas de Carles Abellán en el Tapas 24, y pasear por el Passeig de Gràcia. El Museu del Modernisme Barcelona supondrá un buen remate a la tarde.
Antes de adentrarse en la vida nocturna, se recomienda una cena en el Lasarte, con sus estrellas Michelin. El Dry Martini es un lugar fantástico para empezar la noche.