En Monastiraki la historia de Atenas se solapa: en la plaza principal hay una iglesia del s. X (construida como monasterio, de ahí el nombre del barrio) y la mezquita de Tzistarakis de la época otomana, y detrás de ambos se alza la Acrópolis. Psiri, en cambio, cuenta con buenas galerías de arte contemporáneo y callejero. Algunos edificios parecen estar en mal estado, pero es el barrio más animado de la ciudad, con bares y restaurantes que se codean con antiguos almacenes y talleres.
Se empieza el día en la gran Ágora antigua; se le dedica una hora y media. Luego se sigue hacia el Ágora romana, más pequeña, y se entra si al viajero le interesan los restos de la Atenas otomana que conforman una segunda capa de la historia. Se almuerza en Adrianou, o se pone rumbo a Psiri a la marisquería informal Atlantikos. Después se recorre el mercadillo de Monastiraki y se toma un café en Orea Hellas. Se cena en Akordeonal son de buena música griega, o degustando un kebab y viendo a la gente en Thanasis. Y por último, de bares: Six d.o.g.s., Noely muchos más.