Tres barrios en los que proliferan tiendas de discos y de artículos de segunda mano, y coctelerías, con algún que otro bar de Europa del Este. Wicker Park es el centro, flanqueado por Bucktown, algo más elegante, y Ukrainian Village, algo más decadente. Concentran la mejor escena gastronómica y de clubes de rock de la ciudad.
Un desayuno tex-mex en el Dove’s Luncheonette da paso a una sesión de compras hipster en Milwaukee Ave y North Ave. Quimby’s, Una Mae’s y Reckless Records son imprescindibles.
El 606 Trail, una vieja vía del tren elevado convertida en sendero, permite cambiar de ritmo y tomarle el pulso a distintos barrios.
Para cenar, no falta donde elegir: desde los céntricos Mana Food Bar y Mindy’s Hot Chocolate, hasta Ruxbin e Irazu, algo más alejados. Para un cóctel entre intelectuales, Violet Hour; y, para una apacible velada con cervezas, Map Room. También abundan las opciones de música indie en directo: Hideout, Double Door y Empty Bottle.