El icónico Burj Al Arab es la estrella de este tramo de costa donde también se halla Madinat Jumeirah, una “Venecia árabe” atravesada por canales. Lejos de los resorts, las playas de Kite y Sunset son fabulosas, mientras que hacia el interior está el Mall of the Emirates, sede de la surrealista estación de esquí a cubierto Ski Dubai.
Para ir a la playa lo mejor es el tramo de arena alrededor del Burj Al Arab, el resort de superlujo y emblema del auge económico de Dubái. Además, no hace falta hospedarse en un elegante hotel junto al golfo Pérsico: en las playas públicas se puede disfrutar de todo, incluidos deportes acuáticos y una amplia oferta de comida callejera. Por si fuera poco, hay una zona iluminada donde la gente se baña de noche.
Si apetece ir de compras al zoco sin sufrir agobios, el de Madinat Jumeirah, refinado pero auténtico, consta de una maraña de callejas con techos de madera tallada. Si uno quiere más centros comerciales, se recomienda ir al Mall of the Emirates, con lo último en moda y el Ski Dubai.