Encaramado vertiginosamente en un acantilado desde 1910, este famoso museo es una auténtica maravilla cuya atracción estelar, el acuario, posee una laguna de 6 m de profundidad donde los tiburones y demás depredadores marinos están separados de los coloridos peces tropicales por un arrecife de coral. La azotea regala amplias vistas de Mónaco y el Mediterráneo.
Museo Oceanográfico
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