La gran atracción de Puente la Reina (Gares, en euskera), 22 km al suroeste por la A12, es el espectacular puente medieval de seis arcos que preside el extremo oeste de la ciudad, pero esta localidad recompensa en muchos otros sentidos. Parada clave del Camino de Santiago, por sus bonitas calles resuena el eco de los fantasmas de una multitud de peregrinos, cuyo primer enclave en la ciudad era la iglesia del Crucifijo, de estilo románico tardío, erigida por los Templarios, que alberga uno de los crucifijos góticos más bellos que existen.
A poca distancia de Puente de la Reina se halla una de las capillas más bonitas de todo el Camino. Si a todo esto se le suman buenos alojamientos y una ciudad romana en ruinas en la campiña próxima, el resultado es un lugar interesante donde pasar un par de días.