Los sentidos se agudizan en Pamplona (Iruña, en euskera), capital del Reino de Navarra y sede de Los Sanfermines, una de las fiestas más famosas de España; pero incluso cuando las pezuñas de los toros no retumban por las calles adoquinadas del centro, Pamplona es un lugar fascinante para explorar.
Además de una majestuosa catedral, varios tesoros arqueológicos y unos fuertes del s. XVI, alberga muchísima historia entre carismáticos callejones medievales; y con sus frondosos parques y su pintoresco centro urbano, repleto de buenos restaurantes y bares, es fácil entender por qué tanta gente –Hemingway incluido– se ha rendido al encanto de Pamplona. La ciudad también atrae a muchos peregrinos, que llegan a pie recorriendo el Camino de Santiago, una tradición con varios siglos de historia.