Cultura

Tras los pasos de dinosaurios en La Rioja

Si se viaja a La Rioja con vehículo propio, es buena idea poner rumbo hacia el sur de Logroño, en dirección a Soria, pasando por Arnedo y Arnedillo, y conducir entre un paisaje semidesértico desgarrado por desfiladeros rojizos.

Hoy es común ver águilas y buitres surcando los cielos de la zona, pero de haber visitado este territorio hace unos 120 millones de años, en lugar de estar atentos al acecho de los buitres, los viajeros habrían tenido que tener cuidado con los tiranosaurios que estaban al acecho en estas tierras. Por desgracia se extinguieron hace tiempo, pero si se sabe dónde buscar todavía se pueden hallar vestigios de su paso por esta región.

Muy cerca de Arnedillo, en dirección sur, se halla el pequeño y bonito pueblo de montaña de Enciso, centro de la actividad jurásica de la zona. El Barranco Perdido es un parque temático dedicado a los dinosaurios que cuenta con un museo donde se exponen esqueletos completos de dinosaurios, varias estructuras escalables, tirolinas y un recinto con piscina al aire libre. Pero lo mejor de una visita a Enciso es que ofrece la oportunidad de contemplar auténticas huellas de dinosaurios, grabadas sobre lo que antaño fueron marismas (hoy son pendientes rocosas), en la campiña circundante. Las huellas más cercanas se encuentran, aproximadamente, un kilómetro al este de El Barranco Perdido y del pueblo. Divisar un terrorífico T-Rex y un dinosaurio de aspecto distraído en la ladera, es señal de que se ha encontrado el lugar.

Dónde comer en La Rioja

La Rioja es casi tan famosa por su cocina como por su excelente vino. Destacan especialmente los bares de pintxos de Logroño, aunque también se come de maravilla en los restaurantes de las bodegas de toda la región.

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