La ciudad baja no nació tras la conquista. Aquí se alzaba la antigua muralla, se comerciaba, se oraba en la mezquita mayor y se estudiaba en la madraza. La nueva Granada creció en torno a Reyes Católicos, Gran Vía de Colón o Gran Capitán, avenidas que proclaman su orgulloso origen. Pero el corazón peatonal del barrio –Alcaicería, Zacatín, Bib-Rambla– aún conserva los nombres del pasado.
No hay que perderse el mercado de San Agustín. Desde la calle Oficios, se puede visitar la antigua Madraza, la Universidad Coránica, y la Capilla Real, donde descansan los Reyes Católicos.
Tras un almuerzo en El Aguador, una visita a la catedral de la Encarnación. La plaza de Bib-Rambla es perfecta para las sobremesas y Reyes Católicos y Mesones, geniales para ir de tiendas.
Los bazares de la Alcaicería aún invitan al regateo. En la plaza de la Pescadería se puede optar por una cena temprana en el Oliver. Y aún quedará tiempo para acercarse a las noches del Aliatar o al Bella Kurva si se busca algo más intimista.