Vitoria, destino para gastrónomos

Escrito por
Lola Escudero

2 Junio 2017
4 min de lectura
© www.sagartoki.com
Bacalao y 'huevo frito', Sagartoki, Vitoria, País Vasco, España

10 pistas para probar los mejores pintxos

La ciudad alavesa ha sido en 2014 la Capital de la Gastronomía. Vitoria ha sido siempre célebre por su relación con la gastromía y el vino, pero además este año habrá momentos especiales para animar a los viajeros a conocer sus restaurantes, bares y casas de comidas. 

1. Sagartoki

Su responsable, Senén González, es el cocinero más mediático de la ciudad y su creatividad ha logrado traspasar fronteras. En la barra, calificada como la mejor de España en varios certámenes gastronómicos, se pueden degustar numerosos pintxos de autor, aunque el favorito indiscutible del público es el Huevo frito, que reúne de forma increíblemente fiel –y en un solo bocado– el sabor del clásico huevo frito con patatas. (C/Prado, 18) 

2. MarmitaCo

Cocina de vanguardia a precios minimalistas. Sus tapas, entre otros muchos galardones, le han hecho merecedor del título de Mejor Barra de Pintxos y Tapas de España 2011, por joyas como Floración: el cliente recibe una maceta con tierra simulada (comestible y muy rica), que se riega con el caldo adjunto y… voilà!, crecen ante sus ojos diferentes verduras. (Avenida de Jumendi, 4) 

3. Iñaki Rodaballo

Tras labrarse una reconocida carrera en la cocina vasca, Iñaki Rodaballo abrió en Vitoria Gasteiz su propio restaurante, que reserva casi todo el protagonismo a la cocina en miniatura, terreno en el que el chef ha recibido numerosos reconocimientos. De hecho, además de la carta, ofrece un menú degustación a base de pintxos que sorprenderá al visitante. Otro de los encantos del local es el llamado show-cooking, o la contemplación del profesional en plena tarea. (C/ Ricardo Buesa, 4) 

4. La Malquerida

La creatividad de sus fogones y su posición estratégica al inicio de una de las calles más bonitas de la zona medieval han hecho de este restaurante uno de los puntos de encuentro más populares entre los aficionados a la cocina en miniatura. Las tapas, raciones y menús informales se pueden consultar en sus dos grandes pizarras, que incluyen también propuestas dulces. Si el tiempo lo permite, instalan su terraza en el Pasaje de San Miguel, un sencillo rincón que hace gala de un particular magnetismo. Y para aplacar la sed qué mejor que sus famosas Malqueridas, vasos de cerveza a 1 €. (C/ Correría, 10) 

5. Saburdi

Quienes prefieran probar diferentes bocados a optar por el clásico menú, están en el lugar adecuado. Este bar es famoso por su colorida barra. También ofrece platos más consistentes en su pequeño comedor, como los huevos fritos con jamón ibérico, papada ibérica o txitxikis (picadillo de chorizo). (C/ Eduardo Dato, 32)

6. Usokari

Es, junto al Saburdi, uno de los establecimientos más recomendables para los que quieren dejarse seducir por las célebres barras vascas de pintxos. Las propuestas son infinitas, y con varias de ellas –y un buen vino- el visitante quedará de lo más satisfecho. (C/ Eduardo Dato 25) 

7. Gardoki

Un verdadero templo consagrado a los pintxos. Siempre está muy animado, y entre su numerosa clientela destaca un habitual: se visite a la hora que se visite, ahí está, disfrutando de un tentempié y fumando un cigarrillo. Por desgracia para las arcas del local, se trata solo de una simpática (y muy realista) escultura. (C/ Angulema 4) 

8. Al tulipán de oro

En el capítulo de las tapas vitorinas hay que mencionar este clásico. Conserva el aspecto de una taberna medieval y se especializa en platos típicos alaveses. Es conocido sobre todo por sus morcillas, que están riquísimas; pero también son muy famosos sus cerditos de barro, que se entregan al cliente con una enérgica llama interior en la que puede asar personalmente su pieza; son conocidos como chorizos al infierno. (C/ Correría, 157) 

9. El Barrón

Muchos grupos de amigos lo eligen para comidas o cenas de carácter informal. Los menús son asequibles y se respira muy buen ambiente, aunque durante las noches de fin de semana es bastante habitual tener que esperar para conseguir una mesa. SI no se puede cenar, se puede volver un rato después, ya que también es una parada típica en la ruta nocturna de la ciudad. (C/ Pintorería, 2) 

10. Bohio

Se cuenta entro los locales más legendarios de Vitoria-Gasteiz. Desde 1971 sirve de encuentro a los amantes del picoteo en general y a quienes pierden el sentido por el jamón asado, el pulpo, la empanada y otras especialidades gallegas en particular. Nada desdeñables son también sus raciones de chorizo, paleta ibérica o pimientos rellenos de morcilla. La situación invita a acompañarlo todo de un buen Ribeiro servido, por supuesto, en taza. (C/ Sancho el Sabio, 27) 

… Y un dulce para terminar: Confituras Goya

Y de postre, nada como un dulce de Confituras Goya, la más clásica de las confiterías de alto nivel de la ciudad. Cuenta con una gran tradición familiar que se remonta al año 1886, y es de obligada visita. Sus cajas de vasquitos y neskitas, sus piruletas, sus trufas y sus turrones deberían encontrar un hueco en la maleta. Cuenta con varios establecimientos por la ciudad.