Viajar con los sentidos a Turquía preparando baklava, la mayor delicia turca
En Turquía los dulces se asocian con los corazones bondadosos y no pueden faltar en ninguna celebración. El baklava es célebre por sus orígenes imperiales y un clásico absoluto para golosos.
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Las llamadas “delicias turcas” se han ganado una reputación internacional desde su invención en el Estambul del s. XVIII, pero el sultán de todos los dulces es el baklava. Sus capas de mantecosa pasta filo, sus crujientes frutos secos y su dulzor pegajoso son adictivos, casi narcóticos.
El baklava clásico se confecciona con hasta 40 capas de yufka (pasta filo), pero algunos chefs fanáticos llegan a hacer baklava con hasta 100 hojas.
El baklava es la merienda azucarada más popular, además del punto final de toda buena comida turca.
Hay otras pastas y postres afrutados deliciosos, como el sütlaç (arroz con leche), hecho al horno, enfriado y espolvoreado con canela. El helva (pasta de semillas de sésamo) puede tener los sabores más variados, desde agua de rosas a pistachos; cada región, cada pueblo e incluso cada hogar tiene su versión preferida. Normalmente se come con el té de la tarde o para concluir la cena.
Se dice que el pudin de frutos secos llamado aşure lo inventó la mujer de Noé en el Arca. Tradicionalmente, se sirve durante los primeros 10 días del mes de muharram del calendario islámico.
Receta del baklava
-Ingredientes
Un paquete de pasta filo enrollada
200 g de mantequilla fundida
-Para el relleno
500 g de nueces
2 c. s. de azúcar
4 c. c. de canela molida
-Para el sirope
300 g de azúcar granulado
150 ml de agua
Agua de rosas al gusto
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Cómo preparar el baklava
Precalentar el horno a 180°C y engrasar una bandeja de horno grande y poco profunda.
Picar las nueces. También se puede utilizar una mezcla de nueces, pistachos o almendras. Mezclarlas en un bol con el azúcar y la canela procediendo rápidamente para que la pasta no se seque.
Colocar la mitad de las hojas en la bandeja, plegando hacia dentro las partes sobrantes. Aplicar con un pincel una fina capa de mantequilla fundida. Añadir la mezcla de frutos secos, el resto de las hojas de pasta y otra capa de mantequilla.
Plegarlo todo sobre sí mismo para que doble su grosor. Pintar la superficie con más mantequilla. Si han sobrado frutos secos, se pueden espolvorear por encima después de la cocción.
Hacer unos cortes en la pasta dibujando formas de diamante de 2,5 cm de diámetro. Hornear en la bandeja superior durante 15-20 minutos, hasta que la parte de arriba esté dorada.
Para hacer el sirope, la proporción de azúcar y agua debería ser de al menos 1½:1. Poner el agua y el azúcar en una sartén y calentar a fuego muy lento. Añadir un chorrito de agua de rosas para aromatizarlo. Dejar que el sirope hierva durante dos minutos como máximo para evitar que el azúcar se cristalice al enfriarse.
Cuando el baklava esté listo, sacarlo del horno y verter por encima el sirope caliente. Dejarlo enfriar y entonces cortarlo cuidadosamente en piezas.
Afiyet olsun!