Amberes, Best in Travel 2018
Amberes siempre ha sido una ciudad singular y un poco excéntrica. Su fama como epicentro de moda y diversión nocturna se remonta al siglo pasado, pero si se profundiza un poco más se descubre un puerto que siempre ha ampliado sus límites. Del maestro de la pintura Peter Paul Rubens al estruendoso drum ‘n’ bass del Rampage, Amberes lleva 500 años marcando tendencias. ¿Es la ciudad del mundo que nunca ha dejado de estar de moda?
Cuna de literatura prohibida
Cuando Christophe Plantin llegó a Amberes, la capital flamenca de Bélgica, en la década de 1540, la tolerancia de la rica ciudad portuaria iba muy por delante de su tiempo. El negocio de la encuadernación de libros era algo tan nuevo que Plantin se arriesgaba a ser encarcelado o quemado en una hoguera si seguía con su trabajo en París.
A pesar de que su prometedora carrera como encuadernador terminó de golpe (sufrió un percance en el brazo al toparse con un espadachín en un callejón oscuro), estableció un exitoso y duradero negocio como impresor en Amberes, a la par que disfrutaba de una vida excepcional como humanista y coleccionista.
El legado de Plantin y su yerno Jan Moretus se conserva casi totalmente intacto. El sublime Museum Plantin-Moretus alberga dos de las imprentas más antiguas del mundo y la tipografía de plomo Garamond original creada por el grabador parisino Claude Garamond. Su librería, del s. XVII, es impecable.
La estrella barroca de Amberes
Aunque su fortuna flaquearía en el siglo siguiente, Amberes nunca perdió su seguridad cosmopolita y su singular visión; y de aquel entorno surgió su ciudadano más famoso, el pintor Peter Paul Rubens.
Creado para celebrar el genio de Rubens en el 2018, el Amberes Barroco 2018. Rubens inspira empareja al artista con creadores contemporáneos. El pintor Luc Tuymans, el conceptualista Jan Fabre y el coreógrafo Sidi Larbi Cherkaoui comparten ciudad con el maestro del barroco y se deleitan en su evocadora paleta oscura y su emotividad teatral.
La casa de Rubens, la Rubenshuis, muestra las mejores obras del pintor (que quedan en la ciudad), incluidas La anunciación y uno de los únicos cuatro autorretratos de Rubens existentes. El museo, en el antiguo hogar y estudio del artista, también alberga obras de coetáneos del pintor, como Anton Van Dyck, y abundantes recuerdos domésticos.
La Snijders & Rockhox House reabrirá sus puertas el año que viene. Este museo era el hogar del gran coleccionista y antaño burgomaster (alcalde) de Amberes Nicolaas Rockox. Hay cuadros de Rubens y obras de Wildens y Pieter Brueghel El Joven. El renovado espacio también incorporará la casa vecina, donde residió el pintor de bodegones Frans Snyders.
Ruta por la Amberes de Rubens
Cuando la moda flamenca tomó el mundo
En 1986, seis jóvenes diseñadores (graduados de la Royal Academy of Fine Arts de Amberes) y un vendedor de zapatos convertido en director creativo se marcharon a Londres en furgoneta para asistir a la semana de la moda de los diseñadores británicos.
Nadie era capaz de pronunciar sus largos apellidos flamencos –o eso cuenta la leyenda–, y así nacieron ‘Los Seis de Amberes’. Ann Demeulemeester, Dries Van Noten, Dirk Bikkembergs, Walter Van Beirendonck y Marina Yee regresaron a su país con encargos de grandes almacenes como Barney’s de Nueva York o los Liberty de Londres, y así nació la moda innovadora de los años ochenta y noventa.
Junto a su antiguo compañero de clase Martin Margiela, ‘Los Seis de Amberes’ hicieron que las hombreras y los vestidos peplum de las pasarelas de París y Nueva York pasaran de moda; apostando por el anti-glamour y lo unisex para reflejar el carácter vanguardista de su ciudad.
Su legado está presente en toda Amberes. Walter Van Beirendonck dirige el departamento de moda de la Royal Academy, al frente de una nueva generación de diseñadores belgas como Raf Simons, Veronique Branquinho y Kris Van Assche.
En el bohemio Zuid, ante la majestuosidad del Museo de Bellas Artes, se alza la flagship store de Ann Demeulemeester, un espacio amplio (pero oscuro), mientras que el Het Modepaleis de Dries Van Noten ocupa la esquina más destacada del barrio de la moda. Sus lujosos tejidos y teatrales diseños se mezclan con armarios de madera antiguos y accesorios de latón.
Al otro lado de la calle, frente al emporio de Dries, se halla MoMU, uno de los museos de moda más respetados del mundo, con exposiciones de temporada que, recientemente, han incluido la obra de Dries Van Noten y Martin Margiela.
Para llevarse a casa un poco del estilo de Amberes se puede ir a tiendas independientes como Renaissance y Verso, o a Coccodrillo y Elsa para comprar zapatos (los propietarios son alumnos de Dries Van Noten). También hay un buen panorama vintage, con cadenas como Verlaine, de fama internacional por sus piezas de calidad museística. Otras tiendas excelentes en este sentido son Rosier 41 y Label Inc, que venden piezas de otras temporadas con descuentos impresionantes.
Amberes llena la pista de baile
Cuando el tema Pump Up The Jam de los Technotronic irrumpió en las pistas de baile, en 1989, poca gente sabía de donde venía, y mucha menos conocía el tipo de ambiente que representaba. Su sonido –el new beat– surgió en el entorno musical belga, fusionando la música house y el hip-hop.
El director de cine Jozef Devillé afirmaba en su The Sound of Belgium (2002) que el espectacular panorama de la música electrónica belga –y sus múltiples derivados, como la EBM (electronic body music), el house y el techno— surgieron a raíz de las tradiciones populares transgresoras de los carnavales, los órganos de baile Decap y las danzas del té rurales de los años sesenta y setenta.
El panorama musical de Amberes siempre ha sido muy intenso; repleto de estudiantes de moda y de arte, además de prostitutas, marineros y algún minorista de diamantes descarriado. En una iglesia del s. XVI, el Café d’Anvers es uno de los mejores locales nocturnos de la ciudad. Todavía atrae a multitudes hasta el barrio rojo de la ciudad casi 30 años después de su inauguración.
El Café Beveren alberga el último órgano Decap de la ciudad, que toca temas de otras épocas para bailarines de lo más entregado, pero la multitud moderna frecuenta Pekfabriek. Este local nocturno que abre hasta la madrugada en Borgerhout ocupa una antigua fábrica.
Los festivales de música veraniegos de Bélgica están bien representados en Amberes (además del enorme festival EDM de Tomorrowland): el Rampage sube el volumen del drum ‘n’ bass y el dubstep; el Dystopia es para los fans del house; el Summerfestival está dedicado a la música electrónica; y el Laundry Day, al hip-hop.
El compromiso sostenido de Amberes por la diversidad musical es un ejemplo clásico de la negativa de la ciudad a dormirse en los laureles en el campo de la innovación cultural. Este espíritu independiente la convierte en una firme candidata a seguir siendo una de las ciudades más 'cool' del mundo durante los próximos 500 años.