Las mejores ideas para viajar a la Galia con niños
Viajar en familia por Francia significa que tal vez habrá que renunciar a visitar algún gran museo y cambiar algo de arte o gastronomía por otras propuestas aptas para todos los públicos. Pero hay tantas opciones que elegir será fácil.
1. París para los más pequeños
La ciudad es todo un espectáculo, incluso para los niños. Entre las experiencias más inolvidables están:
- Tomar el ascensor o subir a pie a la Torre Eiffel.
- Visitar Disneyland Resort, en las afueras de París, donde estos archifamosos personajes hablan francés.
- El Jardin du Luxembourg, con crepes, paseos en poni, barcos en miniatura y un tiovivo que forman parte de una tradición imperecedera.
- La Cité des Sciences et de l’Industrie, en París, un museo de la ciencia con instalaciones interactivas y un submarino de verdad, y el vecino Parc de la Villette.
2. Disfrutar en los fabulosos parajes naturales franceses
Este país está lleno de propuestas en la naturaleza. Con niños es recomendable:
- Entretenerse en las bonitas playas de la pintoresca Île de Ré, en la costa atlántica.
- Aprender a esquiar en un jardin de neige en los Alpes.
- Practicar piragüismo en la Dordoña entre exquisitas aldeas llenas de flores.
- Recorrer en barca un río subterráneo, el Gouffre de Padirac, al sureste de Carennac. Cerca, en Quercy, se pueden alquilar casas flotantes en el río Lot.
3. Guiñar un ojo a la historia y viajar en el tiempo
La prehistoria, la Edad Media, la época de gloria del Rey Sol… la historia francesa está llena de lugares representativos que permitirán viajar en el tiempo:
- A la prehistoria, contemplando las asombrosas pinturas rupestres prehistóricas (y los parques temáticos y museos que las acompañan) del valle del Vézère y Lascaux, ambos en la Dordoña.
- A la época de los romanos, descubriendo ruinas romanas entre campos de lavanda de la Provenza.
- A la Edad Media, recorriendo las calles de la amurallada ciudad medieval de Carcasona, en Languedoc, cuyas construcciones de tejado cónico alientan la imaginación de los niños.
- A la época de los grandes reyes franceses del Renacimiento, asombrándonos ante los castillos del Loira (a destacar Chambord y el Azay-le-Rideau, a modo de isla), con tortuosas escaleras que suben a torreones y torres dentadas con vistas a jardines geométricos.
4. Disfrutar como un niño: la auténtica 'joie de vivre'
Mercadillos, parques de atracciones, mercados y teatros para niños… en Francia lo que sobran son propuestas:
- El acuario de última generación en la soleada La Rochelle, muy adecuada para familias.
- Los parques verdes y teatros de marionetas del Parc de la Tête d’Or de Lyon.
- Los encantadores mercados navideños, decoraciones y fiestas de Alsacia.
- Parc Astérix, un parque temático 30 km al norte de París que, pese al nombre del galo de los cómics, abarca toda la historia, con atracciones adrenalínicas y espectáculos para público de todas las edades.