Claves prácticas para comenzar a sumergirse en la belleza del hielo
Debe de haber muchas razones para que visitar la Antártida, un continente despoblado donde hace un frío extremo, se convierta en el sueño de muchos viajeros. Probablemente la lejanía de esta selva blanca sea uno de los paisajes más impresionantes de este planeta. Pero… ¿cómo llegar hasta el fin del mundo? ¿Cómo preparar el viaje de nuestra vida?
¿Qué hay que saber de la Antártida?
- La Antártida se rige por el Tratado Antártico que fue firmado en 2017 por 53 países (entre ellos, España). No se requiere un visado para entrar, pero sí permiso. Si se viaja en un crucero los permisos estarán gestionados por los turoperadores; en cualquier otro caso hay que consultar a la autoridad competente del país de origen.
- Los teléfonos móviles estándar no funcionan en la Antártida. Los barcos ofrecen comunicación vía satélite a precios que varían según la ubicación y las condiciones meteorológicas.
- En la Antártida no hay zonas horarias y los relojes de los barcos suelen marcar la hora de los puertos de salida.
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¿Cuándo ir a la Antártida?
- La temporada alta es enero y diciembre, cuando se disfrutará de 20 h de luz solar y de las temperaturas más ‘cálidas’. También es la época en que las crías de los pingüinos rompen el cascarón.
- La temporada media comprende febrero, marzo y noviembre. Los meses de febrero y marzo son el mejor momento para ver ballenas, y en noviembre para asistir a la quiebra del hielo.
- La temporada baja va desde abril hasta octubre, y en pleno invierno la oscuridad reina las 24 h del día. Es la temporada de las auroras australes, pero también del aislamiento y el frío más intenso.
¿Cómo llegar a la Antártida?
- Avión:
Hay vuelos al interior, vuelos a la isla Rey Jorge, aerocruceros y vuelos panorámicos. No son la opción más económica.
- Barco:
Casi todos los visitantes llegan a la Antártida por mar, en barco desde Ushuaia (Argentina). Si se opta por un crucero, la Asociación Internacional de Operadores Turísticos.
Antárticos (IAATO) cuenta con un listado completo de operadores que van a la Antártida. También existe la posibilidad de llegar en un velero (sujetos a las mismas condiciones que los barcos de cruceros), o en un buque de suministros para llevar personal y provisiones a las bases científicas.
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¿Cuánto cuesta ir a la Antártida?
Coste bajo: se pueden encontrar cruceros desde 5600 US$ que ofrecen un trayecto de 10 días con visita a las islas subantárticas y la península Antártica; también hay vuelos panorámicos por 1200 AU$ aprox.
Coste medio: los cruceros a partir 13 000 US$ ofrecen un circuito de 20 días con visita además a Malvinas y Georgia del Sur; los camarotes de lujo suben hasta 16 000 US$ o más.
Coste alto: si se cuenta con un presupuesto de más de 25 000 US$ se podrá contratar un crucero de 20 días en una suite con balcón; a partir de 50 000 US$ se contratan vuelos internos al polo Sur, y por unos 42 350 US$, una ascensión guiada al macizo Vinson.
En la Antártida no hay cajeros automáticos ni bancos con lo cual se necesita llevar efectivo y tarjetas de crédito.
En los barcos se suele acumular los gastos de la estancia y pagar al final de la travesía en efectivo o con tarjeta. En las tiendas de las bases normalmente se trabaja con la moneda de su país o con dólares estadounidenses.
A tener en cuenta al viajar a la Antártida
La Antártida es un continente de extraordinaria belleza natural y muchas de sus características son, sencillamente, únicas. Desde los lagos subglaciales hasta las cordilleras sumergidas en el hielo o los desprendimientos de glaciares, el continente es un muestrario vivo de accidentes geográficos. Pero el continente también sirve como campo de estudio para muchos problemas globales, como el cambio climático.
A pesar de su aislamiento, la Antártida se enfrenta a las mismas amenazas y retos que el resto del planeta. Algunos de los problemas más graves del medio ambiente de la Antártida están causados por gente que nunca la ha visitado. El cambio climático y el agotamiento del ozono, los residuos de pesticidas, la basura y las prácticas de pesca afectan negativamente a la Antártida, al igual que quienes la visitan.
Ahora mismo hay más turistas que científicos en la Antártida, por lo que se han creado normas para mitigar su impacto medioambiental. El Protocolo de Protección Medioambiental del Tratado Antártico estudia el efecto medioambiental del turismo a través del proyecto Antarctic Site Inventory, y en agosto del 2011, la Organización Marítima Internacional prohibió el uso y transporte de petróleo pesado para reducir el número de viajes de cruceros de más de 500 pasajeros. Todas las ONG se oponen a la construcción en tierra de infraestructuras para el turismo que causarían un impacto medioambiental injustificable. Además, existen Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ZAEP), diseñadas para preservar ecosistemas únicos o áreas en las que se realizan investigaciones científicas, o se tiene planeado realizarlas. No se permite la entrada a las ZAEP sin un permiso específico.
Las sanciones por incumplir las directrices pueden acarrear multas de hasta 10 000 US$ (para ciudadanos estadounidenses) y hasta la cárcel (británicos). Y es que mantener el ambiente prístino de la Antártida es un reto ineludible también para los viajeros.
Normas para los visitantes a la Antártida
En áreas protegidas
- Conocer las áreas de protección especial y cumplir con las restricciones de entrada en ellas o sus alrededores.
- No mover, llevarse o dañar sitios u objetos históricos.
- Limpiar botas y ropa de nieve y grava antes de entrar en los sitios.
Medio ambiente
- No tirar basura al mar ni al suelo. Las hogueras al aire libre están prohibidas.
- No alterar o contaminar lagos o arroyos.
- No llevarse recuerdos ni coger restos biológicos o geológicos, como rocas, huesos, huevos, fósiles o partes o contenido de edificios.
Investigación científica
- No interferir con las investigaciones, sus equipos o instalaciones.
- Obtener permiso antes de visitar instalaciones científicas o logísticas; confirmar 24-72 h antes de llegar y seguir a rajatabla las normas.
Precauciones
- Ir preparado para un clima duro y cambiante, y llevar ropa y equipos adecuados.
- Ser consciente de las propias limitaciones y de los peligros del entorno.
- Hacer caso de los consejos e instrucciones de los guías y nunca alejarse del grupo.
- No entrar a glaciares o grandes campos de nieve sin el equipo o la experiencia adecuados; el peligro de caer en grietas ocultas es muy alto.
- No entrar en refugios de urgencia si no es el caso. De tener que usar equipos o consumir comida de un refugio se debe informar a la base científica más cercana o a las autoridades nacionales en cuanto acabe la emergencia.
- Respetar las restricciones de fumar y protegerse de los incendios, un gran peligro en la seca Antártida.
Flora y fauna
- La recolección o alteración perjudicial de la flora y fauna están prohibidas, salvo permisos especiales.
- Respeto absoluto por todos los animales que habitan en la Antártida procurando que la presencia humana no se convierta en una molestia.