Miami, una de las ciudades más fascinantes de EE UU
Por una vez en la vida no hay que elegir entre el ocio o la cultura, es decir, entre lanzarse a recorrer playas o visitar hitos artísticos. Miami permite que el viajero combine la arena con el arte y que pueda pasar de tomar al sol a maravillarse ante encantadores edificios art déco. Un cóctel original que solo podría disfrutarse en este reino de la incansable creatividad y la hedonista vida nocturna, y todo ello aderezado con aromáticas notas de cultura latina.
Situarse en South Beach
El barrio más emblemático de Miami es una vertiginosa zona de resplandeciente playa, bonita arquitectura art déco, lujosas boutiques y animados locales para comer y beber. A pesar de su encanto, South Beach es mucho más que lujo y dinero: también hay sencillos y geniales bares, buena comida étnica y excelentes museos.
Cuando se piensa en Miami Beach, mucha gente tiene en mente South Beach o “SoBe”. Esta zona está llena de clubes, bares, restaurantes, gente que parece modelo y, por supuesto, su distintiva arquitectura art déco. La playa, frecuentada por una variada mezcla de bronceados locales y pálidos turistas, abarca un encantador tramo de arena dorada salpicada de coloridas casetas de socorristas de estilo art déco.
Maravillarse en el Art Deco Historic District
Pura exuberancia, el archifamoso distrito histórico art déco de Miami Beach destaca por la arquitectura de líneas atrevidas, los extravagantes motivos tropicales y una paleta de colores muy vinculada al bello paisaje de Miami. Cada uno de sus 800 edificios art déco inscritos en el Registro Nacional de Edificios Históricos tiene un diseño diferente y es imposible no quedarse cautivado por estas maravillas.
Ocean Drive es el corazón del distrito y alberga hoteles estilo art déco espectacularmente restaurados. Hay que fijarse en los motivos clásicos de Miami: temas náuticos, motivos tropicales (palmeras, flamencos) y colores suaves, desde la luz del amanecer sobre el agua hasta los tonos tenues de un atardecer invernal.
Conocer el estilo ‘art déco’ de Miami
En 1926 un huracán devastó gran parte del sur de Florida, y en la reconstrucción Miami Beach acogió un innovador estilo que estaba triunfando en Europa. Durante la década de 1930 se construyeron cientos de hoteles para alojar a los turistas y la época dorada de la arquitectura art déco continuó hasta el inicio de la II Guerra Mundial.
Estas dos décadas estuvieron plagada de inventos (nuevos automóviles, máquinas aerodinámicas y antenas de radio, entre otros) y los arquitectos los reflejaron mediante líneas pronunciadas, a veces combinadas con zigzags o elegantes curvas, que creaban una ilusión de movimiento y de avance.
Algunas visitas imprescindibles de Miami
Podría comenzarse visitando el Art Deco Museum, un pequeño museo donde se ilustra el ejercicio de recuperación de edificios por parte de Barbara Capitman. Después se pueden admirar varios hoteles, por ejemplo The Tides y Cavalier Hotel (ambos en Ocean Drive); la lista es interminable y se puede continuar con Winter Haven Hotel y sus líneas de ciencia-ficción retro, The Hotel of South Beach y su encantadora terraza en la azotea o Delano South Beach y su espectacular acceso a la playa a través de la piscina.
Tras este paraíso para los amantes de los hoteles, convendría darse una vuelta por la oficina de correos, un edificio construido en el estilo moderno de la Gran Depresión que alberga un mural ilustrativo del ‘encuentro’ de Hernando Soto con los nativos americanos. La guinda será el Wolfsonian FIU, un museo de diseño que ayuda a entender la estética de Miami Beach y entender cómo el art déco se manifestó aquí arquitectónicamente.
Algo de ocio en Miami
Y como la diversión no está reñida con el arte, siempre se puede asistir a algún espectáculo en el Colony Theatre, una auténtica joya art déco, con una clásica marquesina y una fachada con almenas de estilo inca. Actualmente es un importante local de artes escénicas que acoge desde comedia y musicales hasta obras dramáticas, producciones Off-Broadway y ballet, así como proyecciones de películas y pequeños festivales de cine. Y recuérdese, la playa está simplemente al otro lado de la calle: basta con llevar el bañador en el bolso y cruzar.