Arena blanca, aguas turquesas... incluso los italianos admiten que las playas de Cerdeña son bellisimas
En un país –Italia– donde abundan las playas preciosas, Cerdeña copa las clasificaciones de las mejores playas del mundo, con spiagge que van desde calas rocosas al pie de los acantilados, en el este, hasta playas de arena y dunas, en el oeste.
Las blanquísimas playas de Cerdeña y el azul increíble de sus aguas se comparan a menudo con las del Caribe. Así que… ¿merece la pena irse tan lejos? Estas son algunas de las mejores playas de la isla:
Playas para una escapada: Is Aruttas
En el golfo de Oristano, las playas de la Sinis Peninsula están entre las más encantadoras de la isla, pero para llegar a ellas se necesita un vehículo. La mejor de todas es Is Aruttas, un arco de arena blanca y guijarros bañado por un mar de color aguamarina. Durante años su arena de cuarzo se usó en acuarios y en las playas de la Costa Esmeralda, pero ya no.
¿Aburrido de tumbarse al sol? Cerca de aquí, el resort vacacional de Putzu Idu atrae a surfistas, windsurfistas y kitesurfistas. También se puede ir en barco a la rocosa y desnuda Isola di Mal di Ventre (‘isla del dolor de tripa’), que debe su nombre a los mareos que sufrían los marineros al navegar por sus aguas, muy movidas.
Playas para ir en familia: Chia
Todo lo que a Chia le falta de encanto lo compensa con un entorno cautivador. Para verlo todo mejor se puede subir a la atalaya española y contemplar las dos bonitas playas, Spiaggia Sa Colonia al oeste y Spiaggia Su Portu, con forma de herradura, al este. Ambas cuentan con arena clara y aguas poco profundas. En la laguna tras la playa se pueden avistar flamencos.
Una buena excursión en coche es el recorrido por la carretera panorámica SP71, que baja y sube durante 25 km a lo largo de la costa sur, uno de los tramos costeros más bellos del sur de Cerdeña.
Playas para disfrutar de la soledad: Spiaggia di Piscinas
Merece la pena avanzar un poco más y llegar a la Costa Verde para ver el litoral sardo más agreste. Una de sus playas más bonitas es Spiaggia di Piscinas, una franja de arena dorada que se extiende entre un mar agitado por el viento y una amplia zona de dunas salpicadas de maquia casi verde. Las dunas más altas alcanzan los 60 m de altura. A la playa se llega por una pista de tierra de 9 km que sale de la SS126 (salida Ingurtosu).
Si hay ganas de más, se puede ir a la vecina Spiaggia di Scivu. Resguardada por enormes dunas, tiene 3 km de arena fina y es maravillosamente recóndita.
Playas para nadar: Spiaggia Rena Bianca
Esta es la playa principal de Santa Teresa di Gallura, una auténtica belleza. Tiene la arena clara y sus aguas son de las más cristalinas y poco profundas de la isla, por lo que resulta ideal para nadar a gusto; incluso para familias con niños pequeños. Desde la playa se pueden ver los tonos de azul que hay desde el estrecho de Bonifacio hasta Córcega, y hasta la Torre di Longonsardo, del s. XVI.
Desde la punta este de la playa sale un sendero que recorre la costa, pasando ante bloques de granito y formaciones rocosas increíbles que disparan la imaginación. Capo Testa, 4 km al oeste de Santa Teresa, es aún más espectacular, con sus gigantescos bloques de granito azotados por el viento y varios senderos que se adentran entre los matorrales hasta calas rocosas bañadas por el Mediterráneo azul cobalto.
Playas para disfrutar de la arena blanca: Spiaggia della Pelosa
Spiaggia della Pelosa es una playa deslumbrante situada 2,5 km al norte de Stintino. Maravilla por su finísima arena y sus aguas poco profundas, que se difuminan del aguamarina al azul topacio. Está presidida por una atalaya catalano-aragonesa que se alza sobre la escarpada Isola Piana. En julio y agosto la playa está abarrotada de gente y conviene evitar esos meses para disfrutar de una experiencia más plácida.
Desde la playa se puede tomar un barco a la Isola dell’Asinara, un parque nacional que debe su nombre a los asnos albinos que la habitan y que se explora mejor a pie o en bicicleta. Otra opción es unirse a los windsurfistas que buscan el viento cerca de Stintino.
Playas para sentirse como las ‘celebrities’: Spiaggia del Principe
Para los famosos que frecuentan esta zona a bordo de sus súper yates, la pregunta del millón es dónde refugiarse del objetivo de los paparazzi en la Costa Esmeralda. Una serie de preciosas calas rodean este fabuloso tramo de costa donde las montañas de granito de la Gallura, azotadas por el viento, se precipitan al mar esmeralda formando ensenadas que parecen fiordos. Una de las más bonitas es Spiaggia del Principe, una playa en forma de luna creciente entre acantilados bajos que lleva el nombre del príncipe Karim Aga Khan.
Conviene saber que en julio y agosto la Costa Esmeralda se satura de turistas italianos. Evítese visitarla durante estos dos meses para disfrutar de playas más tranquilas y precios más bajos.
Playas para excursionistas y escaladores: Cala Goloritzè
Una de las bahías más preciosas que existen, Cala Goloritzè, se acurruca en el recodo sur del Golfo di Orosei. Podríamos escribir cosas muy bonitas sobre sus aguas que brillan como el curaçao azul y sobre las curiosas formaciones calizas de sus acantilados envueltos en maquia y encinas, pero hay que ver para creer. La Aguglia, una aguja de roca de 148 m de altura que se alza sobre la playa es un imán para los escaladores.
La playa está a una hora a pie por un antiguo camino de mulas que baja desde el Altopiano del Golgo, un altiplano extraño y surreal donde pastan cabras, cerdos y asnos. Desde Baunei, una carretera señalizada sube 2 km llenos de curvas cerradas y muy empinadas hasta el altiplano.
Playas para ir en barco: Golfo di Orosei
Allí donde el macizo montañoso Gennargentu colisiona con el mar de forma espectacular, el extenso Golfo di Orosei, con forma de media luna, no se queda atrás en cuanto a la calidad de sus playas. Es buena idea tomar como base Cala Gonone y recorrer la costa a pie o en barco.
Una buena opción es navegar a lo largo del ‘Blue Crescent’, horadado por grutas y calas ocultas, con acantilados calizos que se yerguen sobre un mar cristalino. Los escaladores trepan por las rocas de la agreste y bella Cala Luna, respaldada por un barranco y bañada por exquisitas aguas turquesas. Cala Sisine, Cala Biriola, Cala Mariolu… cada una es más bella y espectacular que la anterior.
Playas de ambiente exótico: Cala Brandinchi
Sin duda es la más bonita de todas las playas de San Teodoro. La llaman ‘la pequeña Tahití’, y está a la altura de la expectación que el mote genera. La bahía es un fino arco de arena suave bañada por aguas cristalinas de color turquesa y rodeada de pinares. En el horizonte se perfila la giba de Isola Tavolara.
Al recorrer la costa se descubren más playas hermosas, como Spiaggia La Cinta, de arena blanca y fina y aguas de color topacio. Es una playa que atrae a kitesurfistas y a observadores de aves que van al Stagno San Teodoro a ver flamencos rosas, garzas, garcetas y martines pescadores.
Playas para quienes van de isla en isla: La Maddalena
La Maddalena es parte del grupo de islas e islotes de granito rosa del Parco Nazionale dell'Arcipelago di La Maddalena, próximo a la punta noreste de Cerdeña, en el ventoso estrecho de Bonifacio, entre Cerdeña y Córcega. Es una base estupenda para visitar en barco las fabulosas calas de la isla, sus aguas de colores de piedras preciosas y las esculturas naturales de granito. Un buen operador es Elena Tour.
Otra opción es visitar su agreste y plácida ‘hermana’, Isola Caprera, con pinos que envuelven acantilados de granito y varias calas tentadoras. Giuseppe Garibaldi, revolucionario y héroe italiano, adoraba Caprera y la convirtió en su hogar y refugio creando el Compendio Garibaldino.