Explorando la flora y la fauna de Panamá
Mucha gente asocia Panamá con el canal, el sombrero o la ciudad que llevan su nombre, pero este pequeño país es mucho más que industria y glamour urbano: tiene una cara salvaje. Desde resplandecientes quetzales (una de las cerca de 1000 especies de aves registradas en el país) y ranas neón hasta una profusión de orquídeas y más de 1500 tipos de árboles tropicales, Panamá alberga una de las mayores variedades de fauna y flora del mundo.
Si el gran viaje panameño comienza en Ciudad de Panamá, conviene empezar visitando el BioMuseo, en un emblemático edificio de formas coloridas y en aparente desorden, diseñado por el arquitecto norteamericano Frank Gehry. Su colección permanente, Panamá: Puente de Vida, ocupa ocho galerías e introduce a los visitantes a la biodiversidad de Panamá y su impacto en el planeta. Incluso un corto paseo por el protegido cerro Ancón, el punto más elevado de la capital, tiene su interés. Es casi seguro que se avistarán perezosos, coatíes y tamarinos (un pequeño mono local) mientras las aves rapaces migran por el cielo.
Observación de fauna en Panamá
La rana dorada, una especie gravemente amenazada, Panamá © K Hanley CHDPhoto/ Shutterstock
Ranas doradas y ranas de flecha
La especie más rara de la cautivadora colección de anfibios de Panamá es la rana dorada, en peligro de extinción. Hoy ya casi no se encuentran ejemplares en libertad, pero unas cuantas de ellas viven en la Fundación Centro de Conservación de Anfibios de El Valle (EVACC Foundation), un zoo en El Valle.
Mucho más fáciles de ver, sobre todo en el archipiélago de Bocas del Toro, son las ranas de flecha, de vivos colores. La minúscula rana flecha roja y azul se deja ver en los jardines de Beverly’s Hilland Up in the Hill, de Isla Bastimentos; para ver a la espectacular rana de flecha verde y negra es buena idea visitar la Green Acres Chocolate Farm, en Isla San Cristóbal.
Un perezoso avanzando por el dosel arbóreo panameño (a paso de tortuga) © Parkol / Getty Images
Perezosos en el bosque tropical
Casi tan panameños como el Canal de Panamá (el sombrero, en realidad, es de origen ecuatoriano, pero que no salga de aquí), los perezosos viven en el dosel arbóreo del bosque lluvioso tropical, donde se alimentan de hojas duras. Pasan hasta 20 horas al día dormidos o inactivos, pero cada semana la llamada de la naturaleza les lleva –muy despacito– a tierra firme.
Se pueden ver perezosos por todo Panamá, aunque a veces están tan alejados del suelo que es difícil avistarlos. Muchos de ellos viven en el Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, el territorio de Los Secretos Guesthouse en Isla Bastimentos y de Finca Los Monos Botanical Garden en la ciudad de Bocas del Toro.
Varias especies de tortugas marinas forman parte del paisaje de Panamá © Andaman / Shutterstock
Especies de tortugas marinas
En Panamá viven cinco de las siete especies de tortugas marinas del mundo, y es fácil verlas en el mapa ya que se encuentran en ambas costas: en el Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, en el mar del Caribe, y en el Golfo de Chiriquí, en el Pacífico.
Contemplar cómo las tortugas llegan a la playa a poner sus huevos en la arena es una experiencia inolvidable; algo que se puede ver en media docena de playas distintas, incluida Playa Bluff, en las afueras de la ciudad de Bocas del Toro, y en Malena Beach, en la Sunset Coast de Veraguas. Pero la meca de las tortugas es Isla Cañas, cerca de la costa sur de la Península de Azuero. Decenas de miles de tortugas golfinas hembra y otras especies amenazadas, como las tortugas carey y las tortugas bobas, arriban a esta isla entre julio y principios de noviembre.
Avistamiento de aves en Panamá
Panamá es un paraíso para los observadores de aves. A tan solo 12 km hacia el norte de la capital se halla el Parque Nacional Soberanía y su Pipeline Road, una ruta de 17 km donde se avistan más de la mitad de las especies de aves panameñas conocidas.
Un poco más allá se halla uno de los mejores enclaves del país, en el extremo sur de Isla Bastimentos, Tranquilo Bay, con una torre de observación de aves de 25 m de altura y guías especializados en ornitología que ofrecen circuitos para ver dónde se bañan los colibríes. Los Quetzales, en Guadalupe, está tan elevado que uno se aloja, prácticamente, en pleno dosel arbóreo del bosque pluvial. Las aves se dejan ver por los balcones del mirador y anidan en los árboles vecinos.
Peces tropicales del Parque Nacional Coiba de Panamá © Kristina Vackova / Shutterstock
Vida marina en Panamá
Las aguas de Panamá rebosan vida. En ellas abundan los mamíferos marinos, como las ballenas jorobadas y los cachalotes; y los circuitos de observación de cetáceos son un gran negocio en ambas costas. Pero si apetece sumergirse para ver de cerca este maravilloso mundo acuático de colores, lo ideal es hacerlo en las templadas aguas del Parque Nacional Coiba, que alberga una de las mayores variedades de peces tropicales de arrecife del mundo y es uno de los grandes puntos de interés de cualquier visita a Panamá.
Actividades al aire libre como el buceo con tubo y el submarinismo pueden resultar decepcionantes en la costa caribeña, con tantos ríos desembocando cieno en el océano alrededor del archipiélago de Bocas del Toro, pero eso no ocurre en la zona de Isla San Cristóbal, donde la visibilidad en los islotes de manglares próximos a Dolphin Bay Hideaway es una de las mejores del país.
La flora de Panamá
Orquídeas en Las Minas, Panamá © Arquimedes Paredes / Shutterstock
Orquídeas y la flor nacional de Panamá
Panamá posee más de 10 000 especies de plantas, y entre las de flor destacan la heliconia, el bastón del emperador y la pasiflora; pero las orquídeas gozan de un estatus especial entre los panameños y, de hecho, la aromática flor del Espíritu Santo es la flor nacional del país. En Boquete, en la Feria de las Orquídeas, que se celebra cada año en abril, se descubren más variedades de orquídeas de las que uno podía imaginar que existen.
En otras épocas se puede visitar uno de los dos espectaculares jardines de orquídeas: Aprovaca Orquídeas, en El Valle, y la Finca Dracula, en Guadalupe; cuyos ejemplares más llamativos son la extrañísima orquídea cara de mono y la orquídea drácula Bela Lugosi.
Planta de café en Boquete, Tierras Altas de Chiriquí © Angel DiBilio / Shutterstock
Café y chocolate
Panamá es un prolífico exportador de café –de la variedad Arábica, casi exclusivamente– y productor de Geisha, uno de los tipos de café más buscados (y caros) del mundo. El epicentro de esta industria está en las Tierras Altas de Chiriquí, sobre todo en la zona de Boquete y Volcán. Dos actividades recomendables relacionadas con el proceso de producción del café son los circuitos de Coffee Adventures Tours in Boquete y los de la Janson Coffee Farm, en Volcán.
Para los amantes del chocolate, Bocas del Toro se está labrando una sólida reputación como productor importante. Para descubrir todo el proceso de elaboración chocolatero se puede participar en un circuito en Green Acres Chocolate Farm, en Isla San Cristóbal, o en La Loma Jungle Lodge, en Isla Bastimentos.