Un fin de semana perfecto en Novi Sad, al norte de Serbia

Escrito por
Alex Crevar, autor de Lonely Planet

14 Febrero 2020
8 min de lectura
© vestica_Getty_Images
Novi Sad, campanario de la iglesia de Santa María, Serbia

Qué hacer en Novi Sad durante un fin de semana

El foco del turismo brilla sobre Novi Sad, la capital de la provincia serbia autónoma de Vojvodina. Este año la ciudad celebra la 20ª edición de su famoso festival musical EXIT, asume el título de Capital Europea de la Juventud y comienza la cuenta atrás para su coronación como Capital Europea de la Cultura en el 2021.

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Destino Serbia

 

Lo que resulta especialmente atractivo del momento estelar que vive Novi Sad es que, por norma general, esta ciudad serbia a caballo de las orillas del Danubio en la región de la llanura Panónica, siempre ha mantenido un perfil bajo; incluso a pesar de que es tan culturalmente diversa como para contar con seis lenguas oficiales. Si se le pregunta a un lugareño cómo describiría su ciudad, la respuesta más común suele ser “tranquila” y “desenfadada”.

 

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Novi Sad, Serbia: fortaleza ciudadela Petrovaradin

La imponente fortaleza Petrovaradin, del s. XVIII, sobre el Danubio, hoy es sinónimo del festival EXIT, Novi Sad © Andrej Antic / Shutterstock

 

A una hora en coche hacia el norte desde Belgrado, la capital serbia, los asentamientos de la zona de la Fortaleza Petrovaradin –la gran atracción de Novi Sad– datan de hace miles de años. Sin embargo, sus residentes tienen menos interés en imponer su importancia regional (en las épocas romana, bizantina, otomana y de los Habsburgo) a los visitantes, que en pasear por la avenida peatonal principal de la ciudad, conocida popularmente como Corso, y encontrarse con los amigos para ir a tomar unos vinos.


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“Por lo general a los visitantes les sorprende la intensidad de la experiencia que les ofrece Novi Sad”, asegura Ivanka Tasić, directora de PanaComp Wonderland Travel, uno de los operadores más exitosos de Serbia. “Cuando se marchan, la ciudad les ha cautivado”. La verdad es que, con los excelentes vinos de las laderas del vecino monte Fruška Gora, la sabrosa cocina de Vojvodina, una playa de arena en el Danubio y un puñado de galerías y museos interesantes, el viajero disfrutará un montón.

 

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Novi Sad, Serbia: Corso, la principal avenida

Corso, la principal avenida peatonal de Novi Sad, está flanqueada por arquitectura austrohúngara de tonos pastel © Alex Crevar / Lonely Planet

 

Viernes, inicio del fin de semana perfecto en Novi Sad

El fin de semana en Novi Sad comienza allí donde empezó todo, en la Fortaleza Petrovaradin. Para mucha gente, hoy sus murallas son sinónimo del Festival EXIT, y es uno de los escenario musicales más icónicos e inusuales del planeta. Sin embargo, los aficionados a la historia contemplan esta ciudadela del s. XVIII, situada sobre un risco de 40 m de altura y custodiando el Danubio, como uno de los sistemas de defensa más ingeniosos jamás creados. Un laberinto de trincheras, fosos y murallas construido por los austro-húngaros para proteger sus propiedades durante la época de conflictos con el Imperio otomano. Después de visitar la fortaleza y su museo, es buena idea reservar un circuito por los 16 km de túneles subterráneos.

Al bajar de tan estratégica posición, se puede cruzar el río para ‘perderse’ en el animado centro de Novi Sad. Paseando se llega a la Gallery of Matica Srpska, que contiene una de las colecciones culturales más importantes del país; unas 500 piezas de los ss. XVI a XX que ofrecen una perspectiva más profunda del arte, el patrimonio y las tradiciones serbias. Después es buena idea seguir paseando por las avenidas de Zmaj Jovina y Dunavska, que ofrecen el clásico paisaje urbano centroeuropeo, enmarcado por cafés, boutiques, galerías y arquitectura austro-húngara en tonos pastel y mostaza.

Un paseo por el centro histórico de Novi Sad, entre la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, la Sinagoga, el Ayuntamiento y el Palacio del Obispo es como una clase magistral de arquitectura y un remolino de los estilos Secesión, Neogótico y Neorenacentista. Tras el paseo se puede visitar la concept store Misha; su showroom, muy cuidado, presenta ropa, zapatos, joyas y artículos del hogar de unos 50 diseñadores locales.

 

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Novi Sad, Serbia: restaurante Fish & Zeleniš

El restaurante Fish & Zeleniš es el lugar ideal para disfrutar de la cocina mediterránea en Novi Sad © Alex Crevar / Lonely Planet

 

En Fish & Zeleniš se puede saborear una inesperada comida mediterránea elaborada con ingredientes ecológicos y de temporada. Los camareros llevan los platos desde la cocina hasta el otro lado de la calle, a un comedor con suelo de madera, manteles de mesa a cuadros azules y blancos, decorado con fotografías antiguas y trastos viejos, como cucharones y balanzas de cocina. Entre sus platos destaca la trucha de río con patatas y verduras, y también el risotto con gamas, calamar y mejillones.

Cuando se pone el sol, Novi Sad se anima. Un buen sitio para comprobarlo es PUBeraj, un bar que forma parte de tres establecimientos conectados entre sí. El pub, que sirve más de 30 marcas de whisky y ofrece sesiones de DJ y música en directo varias veces a la semana, está emparedado entre una barbería de caballeros, Berberaj, y una peluquería de señoras, FeniRaj. “Novi Sad es como una gran ciudad porque tiene mucho color”, afirma Andrija Nikitović, la mente pensante tras el negocio, barbero de profesión con alma de showman

 

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Novi Sad, Serbia:

PUBeraj es un divertido 'pub' de Novi Sad, con música en directo y sesiones de DJ, y está junto a una barbería y una peluquería © Alex Crevar / Lonely Planet

 

Sábado en Novi Sad y el sur del Danubio

Una parte del encanto de visitar Novi Sad es salir de la ciudad y adentrarse en los bellos parajes que se extienden al sur del Danubio, en las laderas del monte Fruška Gora. Allí, los viñedos aúnan comunidades locales, y el vino y la comida son elementos esenciales.

Se puede ir en coche hasta este paraíso rural y reservar una clase de cocina a la hora del almuerzo en Banstolka, cerca de la pequeña localidad de Sremski Karlovci. La propietaria, Mirjana Hemun, enseña a preparar sopas típicas y platos como los pimientos y calabacines rellenos, para después pasar a la elaboración de dulces artesanales como las gomboce (empanadillas rellenas de ciruela). Después se puede disfrutar de los platos cocinados mientras se degusta su premiado rakija (brandy casero) de ciruelas.

De vuelta a Novi Sad es buena idea proseguir con la aventura gourmet y pedir mesa en un rincón de Wine Therapy, un bar de vinos y tienda que resulta un lugar perfecto para conocer las mejores variedades de la zona. Esta vinoteca recién inaugurada cuenta con un experto en vinos que habla inglés y ofrece caldos de todo el mundo, pero está especializada en tintos y blancos serbios. “El cultivo y la producción de vino en esta parte de Serbia es de los más antiguos de Europa”, sostiene Mirjana Maksimović, presidenta de Žene i Vino, una ONG dedicada a promocionar los vinos serbios. “Aunque elegir es casi imposible, es buena idea probar un blanco llamado Neoplanta, de la bodega Šijački, en el pueblo de Banoštor. En cuanto a tintos, destaca Probus, un vino de Milanović Winery, en el pueblo de Surduk”.

 

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Novi Sad, Serbia: Sremski Karlovci y el monte Fruška Gora a las afueras

En las afueras de Novi Sad, Sremski Karlovci y el monte Fruška Gora está repletos de pequeñas bodegas locales © Tatiana Popova / Shutterstock

 

Después se puede ir a Project 72 Wine & Deli, un restaurante que ofrece una visión cosmopolita de la cocina local y una de las mejores comidas que uno puede disfrutar en Novi Sad. Los ingredientes se adquieren a pequeños productores serbios, y la carta cambia cada temporada. Es interesante conseguir mesa en la terraza de la calle, y siempre es un acierto pedir la pechuga de pato con puré de zanahorias y brócoli.

La noche puede terminar ‘investigando’ el llamado ‘Barrio Chino’, una antigua zona industrial convertida en barrio creativo que comprende 10 edificios en los que antaño se fabricaban productos metálicos. Hoy el barrio es una incubadora de artistas avanzados y un escenario para la música y la danza. También representa el tipo de proyectos progresistas, que apuestan por la comunidad y que títulos como el de Capital Europea de la Juventud, en el 2019, y el de Capital Europea de la Cultura, en el 2021, pretender impulsar.

 

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Novi Sad, Serbia: bar y tienda Wine Therapy

El bar y tienda Wine Therapy de Novi Sad es un sitio perfecto para descubrir los vinos de la región serbia © Alex Crevar / Lonely Planet

 

Domingo, último día en Novi Sad

El último día del fin de semana se puede empezar con un paseo hasta la Štrand, la playa (700 m) junto al Danubio de Novi Sad. Es posible deleitarse en la arena o en un café con vistas al río, viendo pasar barcos, aves, pescadores y nadadores. Si la marea está baja, incluso se puede cruzar desde el extremo oeste hasta el refugio verde que es Fisherman’s Island; o, si apetece un poco de actividad (y hace buen tiempo), es buena idea alquilar una bicicleta o un kayak para explorar el río por el Danube Cycling Path o desde sus aguas.

Para cenar se puede regresar al punto de partida, al pie de la Ciudadela Petrovaradin, donde se halla uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad, Čarda Aqua Doria. Hay que reservar pronto y pedir mesa junto al Danubio en el precioso comedor de madera oscura, con vistas al puente y a los reflejos multicolor de las luces sobre el río. Para terminar, se puede brindar por el gran fin de semana con un tinto de Fruška Gora antes de pasar al entrante, un guiso de pescado blanco, y al plato principal, a base de ternera asada con crema casera.

 

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Novi Sad, Serbia: la playa, Štrand, y Fisherman

La playa de arena de 700 m, Štrand, y Fisherman's Island, en el Danubio, son los dos espacios recreativos de verano de Novi Sad © Nenad Nedomacki / Shutterstock

 

Cómo llegar a Novi Sad

Novi Sad está a menos de una hora en coche del aeropuerto Nikola Tesla de Belgrado, un aeropuerto regional cada vez más popular. Las opciones de transporte son múltiples: autobús, lanzadera, taxi y tren.

En la ciudad abundan los alojamientos, desde hoteles clásicos a opciones de Airbnb. Sheraton inauguró un edificio de 150 habitaciones en marzo del 2018. Si se busca un alojamiento más hogareño y asequible, destaca el hostal VaradINN, de siete habitaciones, en el histórico Petrovaradin, bajo la ciudadela.

 

 

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