Quito en 48 horas

© Yamil Salinas Martínez - Flickr
Quito, bandera de Ecuador

Cómo sacar el máximo partido a la capital de Ecuador en dos días

Ecuador es un verdadero paraíso ecológico con maravillas todavía por explorar: playas tropicales, zonas montañosas donde prevalecen las culturas ancestrales, selva indómita, las conocidas islas Galápagos con su fauna única…pero guarda muchos otros secretos, como las ciudades coloniales de Quito y Cuenca.

Quito fue fundada en el siglo XVI sobre las ruinas de una antigua ciudad inca. Reconocida como la capital de mayor altitud del mundo, pues está situada a nada menos que a 2.800 metros sobre el nivel del mar, hoy sus calles empedradas mantienen intacto el encanto de sus edificios de la época colonial, conservando incluso las imponentes fachadas de piedra tallada en su centro histórico, el mejor conservado de América Latina, lo que le ha hecho ganar el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Es un buen punto de partida para visitar el resto del país y por ello, se recomienda pasar al menos dos días descubriendo el encanto de la capital de Ecuador

Día 1

 

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Plaza de la Independencia © John Solaro
 Plaza de la Independencia © John Solaro - www.flickr.com/photos/sooolaro/15105632801

La jornada comienza con un desayuno en la Dulcinea Colonial, un local muy bien ambientado al que se accede desde la impresionante Plaza Grande en el corazón del centro histórico de Quito, el lugar perfecto para empaparse de la cultura de la ciudad, entre vendedores ambulantes, barberías, limpiabotas y monumentos históricos como el que destaca en el centro de la plaza: el Monumento a la Independencia, inaugurado el 10 de agosto de 1909, durante el centenario del Primer Grito de Independencia Hispanoamericana. Como curiosidad, no fue la primera plaza de Quito, pero desde el siglo XVI se ha convertido en el punto neurálgico de la ciudad; prueba de ello son los importantes edificios que la rodean: El Palacio de Carondelet, la sede del Presidente de la República, (cuya visita es gratuita y los lunes se realiza El Cambio de Guardia), la Catedral Metropolitana, uno de los edificios religiosos más antiguos de Sudamérica (siglo XVI) que conserva auténticas obras de arte de la Escuela Quiteña, El Palacio Arzobispal y el Palacio Municipal.

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Interior de la Compañía de Jesús © Jean-François Renaud
 Interior de la Compañía de Jesús © Jean-François Renaud - www.flickr.com/photos/jfrenaud/8503265263

Un paseo desde la plaza lleva a la pintoresca calle García Moreno, conocida como la Calle de las Siete Cruces debido a que pasa por delante de nada más y nada menos que siete iglesias. Una de ellas es la Compañía de Jesus, denominada “La más hermosa iglesia de Latinoamérica” y visita obligada por su fachada barroca y sus impresionantes interiores cubiertos con hoja de oro. 

Otro edificio que atesora una interesante historia es el Museo Casa de Sucre, la antigua casa del libertador nacional, el General Sucre, que permite tener una visión de la ciudad en el siglo XIX, mientras se recorre la exposición de armas y útiles de la época. Siguiendo la calle, a unos 200 metros nos toparemos con la barroca Plaza de Santo Domingo, lugar donde se firmó el Acta de Independencia en 1809. 

Tomando Sucre en dirección noroeste se llega hasta la Plaza de San Francisco, la más grande de Quito y fabricada con piedra volcánica. Destaca el Monasterio de San Francisco, cuyos campanarios gemelos con el Pichincha de telón de fondo son la postal turística más conocida de la ciudad. Antes de la conquista española, era la zona de mercado más importante de la región y todavía pueden verse algunos puestos de agricultores en la plaza, donde se venden manjares tradicionales como el cuy (conejillo de indias) que puede adquirirse vivo, aunque también puede degustarse de una manera más cómoda en varios restaurantes tradicionales de la zona, como Casa Gangotena, situado justo enfrente de la Plaza San Francisco, con unas vistas inmejorables sobre todo el centro histórico y el Panecillo.

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Claustro del Monasterio de San Francisco  © John Solaro
 Claustro del Monasterio de San Francisco © John Solaro - www.flickr.com/photos/sooolaro/14922054938

Después de almorzar se puede visitar la Casa del Alabado, un interesante museo de arte precolombino localizado en una edificación colonial del siglo XVII, que exhibe maravillosas piezas de cerámica, estatuillas y cráneos reestructurados. 

Volviendo a la calle García Moreno, nos toparemos con el Monasterio, Museo y Convento El Carmel Alto, fundado en el siglo XVII y todavía ocupado por monjas carmelitas. Contiene un pequeño museo de arte sacro de época colonial y varios conjuntos monumentales en su interior. 

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Calle de la Ronda © Carlos Adampol
 Calle de la Ronda © Carlos Adampol - www.flickr.com/photos/cadampol/2127199225

Al ponerse el Sol, una buena opción es darse un paseo por La Ronda, una encantadora calle empedrada que se convierte en la zona más animada de todo el casco histórico (sobre todo el fin de semana), llena de casas virreinales, terrazas, galerías de arte, tiendas de artesanías y restaurantes, por lo que no será difícil encontrar uno para la cena. Si se quiere experimentar la vida local, se puede optar por Bohemia Café & Pizza, un pequeño local de comida rápida frecuentado por los lugareños.  Si por el contrario, se prefiere algo más sofisticado, Vista Hermosa, que cuenta con vistas 360 grados sobre la ciudad y ofrece música en directo es siempre una opción acertada, aunque se recomienda llegar temprano para disfrutar de la velada sin demasiadas aglomeraciones. 

Día 2 

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TeleferiQo © Sheep r us
 TeleferiQo © Sheep r us - www.flickr.com/photos/sheeprus/14772479856

El segundo día se asciende a uno de los miradores más privilegiados de la ciudad, la Cruz Loma. Se toma el TeleferiQo, cuyo recorrido asciende por las laderas del volcán Pichincha desde los 2.950 metros de altitud sobre el nivel del mar hasta los 4.053 en 10 minutos. Una vez arriba, se puede optar por dar un agradable paseo a caballo (se alquilan a 500 metros de la estación de la cima). Una experiencia única ya que no solamente se puede admirar una panorámica inigualable de la bella Quito, si no también los picos más altos que rodean la región. 

Se puede tomar un taxi hasta El Mariscal, una popular zona de ocio llena de restaurantes como Canoa Manabita o Casa Quebecua, que sirven comida típica de diferentes regiones del país, aunque si se busca interactuar con los locales de una manera más informal, almorzar en el Mercado de Santa Clara, el principal mercado de productos frescos de la zona es otra buena alternativa, ya que también cuenta con puestos de comida tradicional. Además, los sábados se celebra la Feria Asara, donde varios artesanos exhiben y venden sus trabajos en vidrio, cuero, madera, así como diferentes productos orgánicos: chocolate, mermeladas… 

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Mercado de Santa Clara © Marcio Ramalho
 Mercado de Santa Clara © Marcio Ramalho - www.flickr.com/photos/caneladeurubu/1278189533

A continuación visitaremos la monumental Basílica del Voto Nacional, una de las joyas mejor guardadas de Quito. No en vano es la obra neogótica más importante del país y una de las más representativas del continente americano. A primera vista, impresiona su altura de 115 metros y sus reptiles como representación de “gárgolas locales”, pero su interior cuenta con algunas sorpresas, como el panteón de los jefes de estado del Ecuador y las fabulosas vistas desde la Torre del Reloj. Siguiendo hacia el este, tras el bullicio de la calle Guayaquil, nos toparemos con la encantadora Plaza de San Blas, una de las entradas más pintorescas al casco histórico, donde destaca la iglesia con jardines verticales. 

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Vistas desde la Basílica del Voto Nacional © Beatrice Murch
 Vistas desde la Basílica del Voto Nacional © Beatrice Murch - www.flickr.com/photos/blmurch/205045182 

No muy lejos, se ubica el Museo Nacional, que ofrece de manera gratuita un ilustrativo recorrido por la historia y el arte del país. Tras caminar unos 800 metros, se llega a la Plaza Foch, para hacer unas últimas compras, dar un paseo entre el gentío y cenar con música en directo en Azúcar Beach para despedir la inolvidable visita. 

Si se cuenta con más tiempo, se recomienda hacer una excursion a la Mitad del Mundo, uno de los pocos lugares del planeta en el que se puede pisar dos hemisferios a la vez y que fue señalado en el siglo XIX tras varios años de trabajo para definir el lugar exacto en el que cruza la línea ecuatorial, así como tomar un tren hasta la base del volcán más activo del mundo, el Cotopaxi. 

Quito es un destino sorprendente y diferente, ya que en un día es posible recorrer el casco antiguo  poblado de casas coloniales, mercados y tiendas tradicionales, en un par de horas estar en lo alto de un volcán disfrutando de las mejores vistas de la región y por la noche disfrutar de la fiesta y el jolgorio de las calles más vibrantes. Además, la ciudad es conocida por la hospitalidad de sus habitantes, siempre dispuestos a echar una mano a cualquiera que lo necesite. 

Quito ocupa el segundo lugar del ranking de ciudades TOP 10 ciudad #BestinTravel 2016