París, a otra escala

© Candy Bolivar Agudelo
Basilica del Sagrado Corazón de Montmartre, París, Francia

Rincones para descubrir la magia cotidiana: Montmartre y la rue Mouffetard

París tiene centenares, miles de reclamos turísticos pero su verdadera magia reside en lo inesperado: parques escondidos, pequeños museos y galerías especializadas, bistrós recoletos, boutiques y bares apartados. Proponemos descubrir la magia del París más auténtico en dos barrios muy diferentes: los ambientes artísticos de Montmartre y un paseo por la Rue Mouffetard.

Montmartre: un paseo por el Arte

Durante siglos, Montmartre fue una bucólica localidad rural llena de molinos que abastecían de harina a París. Cuando pasó a formar parte de la capital, en 1860, su pintoresco encanto y los alquileres baratos atrajeron a pintores como Manet, Degas, Renoir, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Dufy, Picasso, Modigliani o Dalí. Ahora este encantador barrio, similar a un pueblo, se llena cada día de visitantes pero aún conserva muchos puntos que nos recuerdan el legado artístico de dichos maestros.  Estas son algunas paradas más que recomendables:

-  Temps Libre (28 Rue Lepic): una tienda para amantes de los cómics, el noveno arte, con una extensa selección de comics y novelas gráficas, desde Tintín y Asterix hasta Marvel y las ediciones de manga.
-  La casa de Van Gogh (54 Rue Lepic): fue propiedad de Théo Van Gogh y en ella vivió también su hermano Vincent, en el tercer piso, desde 1886.
-  El salón de Baile de Renoir: los dos molinos que quedan en Montmartre son el Moulin Blute-Fin y,100 m al este, el Moulin Radet, que actualmente es un restaurante. En el siglo XIX estos edificios se convirtieron en un salón de baile al aire libre llamado Le Moulin de la Galette; Renoir lo inmortalizó en su cuadro de 1876 Le Bal du Moulin de la Galette (Musée d’Orsay).
-  Au Lapin Agile (22 Rue des Saules): en la fachada de este mítico cabaré se encuentra un mural de André Gill en el que aparece un conejo saltando de una olla.
-  La Maison Rose (18 e Rue de l’Abrevreuvoir): Utrillo dibujó esta casita de comidas de color sosa en sus litografías. Hoy sirve todavía comida de bistró en sus acogedoras salas y su pequeña terraza.
-  Musée de Montmartre (12 Rue Cortot): toda una lección de historia local en forma de pinturas y documentos. El museo se halla en el edificio más antiguo de Montmartre, una casa solariega del siglo XVII donde vivieron Renoir, Utrillo y Dufy.
-  Place du Tertre: es el lugar que más atrae a los turistas que visitan Montmatre, llena de artistas locales que pintan, esbozan y venden sus creaciones en los puestos que instalan en esta plaza que, antes de que el pueblo original se uniera a París, era la más importante.
-  Metro Abbesses: con su cubierta acristalada, con dos farolas gemelas de hierro forjado y el cartel intacto donde se lee Metropolitain, Abbesses es el mejor ejemplo que queda de las bocas de metro creadas por el diseñador art nouveau Hector Guimard.

Un paseo gastronómico por la Rue Mouffetard

Un ambiente local, pero completamente diferente a Montparnasse, es el que se respira en la Rue Mouffetard. Originalmente fue una calzada romana, pero hoy es una calle en pendiente y adoquinada, llena de restaurantes baratos, animados bares y puestos de mercado. Su nombre viene del siglo XVIII, cuando el actual río subterráneo Bievre se convirtió en el vertedero de los curtidores y fabricantes locales de pasta de papel. El mal olor dio lugar al nombre Moffettes (mofetas), que evolucionó hasta la forma Mouffetard. Un paseo por esta calle popular nos llevará a lugares como:

-  Marché Mouffetart: el mercado callejero que ocupa la calle con tenderos, carniceros, pescaderos, de 8 a 19 h, de martes a sábados y hasta las 12 el domingo.
-  Fromagerie Androuet (134 Rue Mouffetard): una magnífica tienda de quesos que se envasan gratis al vacío para que puedan llevarse a casa. La fachada del edificio tiene unos bonitos murales.
-  Delizius (134 Rue Mouffetard): un delicatesen italiano, con magníficas aceitunas, pimientos rellenos y berenjenas marinadas, pasta fresca y seca y comidas calientes.
-  Chocolats Mococha (89 Rue Mouffetard.): expone como si fueran joyas, sus ligeros y exquisitos macarons de sabores de jazmín, frambuesa y grosella negra, además de una deliciosa gama de bombones de los maestros chocolateros Fabrice Gillote, Jacques Bellanger y Patrice Chapoare.
-  L’Epée de Bois (100, Rue Mouffetard): un local que proyecta cine de autor, y cuya entrada está tan disimulada que cuesta encontrarla, incluso a los locales.
-  Le vieux Chêne (69 Rue Mouffetard): tras albergar reuniones revolucionarias en 1848, ahora es uno de los sitios favoritos de los estudiantes, sobre todo durante la happy hour (16-21 h de martes a domingo). Los DJ residentes ponen música los viernes y sábados por la noche.
-  Mouffetard Folie’s (51 Rue Mouffetard): una colorida tienda de menaje escondida en un sótano. Está llena de artículos extravagantes como móviles decorativos de vacas lecheras y lámparas de color gominola.
-  Chez Nicos (44 Rue Mouffetard): una pequeña tienda de un artista del crep, en la que hay decenas de rellenos para elegir. Lo mejor es escoger su obra maestra, “la Crêpe du Chef” rellena de berenjena, queso feta, mozzarella, lechuga, tomate y cebolla.