El momento más mágico de Nueva York
La Gran Manzana nunca deja de sorprender. Ciertos días, como si de un ritual a los dioses se tratara, el sol se alinea con la ciudad, produciéndose un fenómeno casi místico que todos quisiéramos poder capturar con el objetivo de nuestra cámara.
El Manhattanhenge, también conocido como el solsticio de Nueva York, es un fenómeno increíble que se produce tan sólo tres o cuatro tardes al año cuando al ponerse el sol, éste se convierte en una especie de bola de fuego y se alinea perfectamente con las calles que cortan la ciudad de este a oeste, iluminándolas poco a poco y creando un efecto similar al que se produce en el famoso monumento megalítico de Stonehenge, en Reino Unido.
Esta maravilla suele suceder cerca del solsticio de verano. De hecho, este año ha podido verse el pasado fin de semana, exactamente el viernes 29 y el sábado 30 de mayo y también será posible disfrutarlo los próximos 12 y 13 de julio alrededor de las 8:30 horas de la tarde (GMT-4). Es un momento muy esperado tanto por los habitantes de la Gran Manzana como por los viajeros, por lo que la gente suele bajar a las calles con antelación para tener una vista privilegiada del fenómeno.
Para no perderse detalle, lo mejor es situarse lo más al este posible y mirar hacia el oeste, sin perder de vista New Jersey. Los mejores lugares para visualizarlo y conseguir las fotografías más impresionantes son las calles 14, 23, 34, 42 y 57, así como desde las terrazas del Empire State Building y elChrysler Building. Nuestra recomendación es acercarse al pequeño puente de Tudor City, situado entre Grand Central Terminal y el edificio de la ONU, un lugar menos concurrido y que además ofrece una panorámica impresionante del momento.
Obviamente, este fenómeno puede verse en otras grandes ciudades con trazados urbanísticos en cuadrícula, similares al de la Gran Manzana, como Chicago, Baltimore o Toronto.
Se puede disfrutar el Manhattanhenge aquí.