Cerdeña cuenta con uno de los patrimonios arquitectónicos más ricos del Mediterráneo
Si hay una isla que convoque en nuestra mente la imagen del verano en todo su esplendor… esa isla es Cerdeña. Y es que esta especial porción de tierra rodeada de agua aúna bosques semialpinos, playas de arena blanca y una gastronomía excepcional. Ya lo dijo D. H. Lawrence, “Cerdeña es diferente”.
Tombe dei Giganti, Cerdeña, Italia © Daniele Carotenuto Photography / Getty Images
Uno de los tesoros de Cerdeña es su espléndida riqueza arqueológica: más de 7000 nuraghi (construcciones megalíticas que datan del 1000 a.C. y que son una especie de torres con forma de cono partido que pueden llegar a elevarse hasta más de 20 m), tombe dei giganti (las tumbas de gigantes son sepulturas megalíticas colectivas cubiertas por estelas de piedra) y domus de janas (casas de las hadas, es decir, tumbas excavadas en la roca). Se desconoce cuál era exactamente la función de los nuraghi; podían ser atalayas defensivas, enclaves sagrados o centros comunitarios, pero lo cierto es que la Edad del Bronce está muy presente en toda Cerdeña.
El mundo rural sardo regala grandes dosis de magia y belleza, además en cada aldea hay algún resto prehistórico a la espera de contarle su historia al viajero. Para no perderse, y no dejar ni un solo punto de interés arqueológico sin visitar, estos son los lugares emblemáticos ordenados por zonas y regiones:
Cagliari:
- Los amantes de la arqueología tienen una cita ineludible con el Museo Archeologico Nazionale, que muestra objetos que abarcan milenios de historia. La estrella es la excelente colección de bronzetti (pequeñas figuras de bronce) que son una vital fuente de información sobre la misteriosa cultura nurágica sarda.
- También son de interés el Anfiteatro Romano y la Villa di Tigellio, dos magníficos vestigios del paso de los romanos por la ciudad.
Iglesias y el suroeste:
- En Fluminimaggiore merece la pena visitar las impresionantes ruinas del Tempio de Antas, una obra del emperador Caracalla que se erigió sobre los restos de un santuario púnico del s. VI a.C., ubicado a su vez sobre un antiguo nuraghe.
- La Necropoli di Montessu es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Cerdeña. Se remonta al año 3000 a.C. y está lleno de domus de janas, algunas de ellas con fantásticos relieves.
- Pula es el pueblo junto al que se sitúa el importante yacimiento de Nora, la que fuera una de las ciudades más poderosas de la isla. Esta antigua fundación fenicia fue centro púnico y también capital con los romanos. Destacan un teatro romano muy bien conservado y unas antiguas termas.
- A 1 km del cuidado y bello pueblo de Villanovaforru está el Complesso Nuragico di Genna Maria. Aunque ruinoso, este Parco Archeologico es también uno de los yacimientos más destacados de Cerdeña; consta de una torre central rodeada por un baluarte de tres esquinas y restos de una aldea de la Edad de Hierro.
- En el corazón de la campiña de Barumini se encuentra el único yacimiento declarado Patrimonio Mundial por la Unesco y el más visitado. El nuraghe Su Nuraxi cuenta con una torre del año 1500 a.C., que mide 18,6 m de altura, rodeada de un recinto fortificado. Está totalmente excavado y muestra cómo era la estructura original.
Oristano y el oeste:
- En 1974, en la zona del Monte Prama, un granjero desenterró accidentalmente piezas de piedra arenisca que resultaron ser enormes figuras nurágicas. Pronto se descubrieron más piezas, hasta unas 5000; de ellas se han conseguido montar 25 estatuas, de casi 2,5 m de altura, conocidas como los Gigantes de Monte Prama. Se trata de un inquietante grupo de figuras que poseen una hipnótica mirada plasmada en los dos círculos concéntricos que representan sus ojos.
- El Area Archeologica de Tharros es otro de los puntos imprescindibles en el recorrido por la Cerdeña arqueológica. Enmarcada por las aguas azules del Golfo di Oristano, la antigua Tharros fue fundada por los fenicios en el s. VIII a.C., y después fue base naval cartaginesa y romana.
- Al norte de Oristano, se llega al nuraghe de Santa Cristina, un importante conjunto nurágico. Su tempio a pozo (templo del pozo) es uno de los mejor conservados de Cerdeña. El culto al agua era importantísimo en la religión nurágica y hay unos 40 pozos sagrados por toda la isla.
Alguer y el noroeste:
- Unos 10 km al noroeste de Alguer, yacen las cámaras funerarias de la Necropoli di Anghelu Ruju. Son 38 tumbas talladas en la piedra arenisca que datan de los años 3300 y 2700 a.C.
- Cerca del pueblo de Fertilia se encuentra el Nuraghe di Palmavera, una aldea nurágica de unos 3500 años con una torre de roca caliza y un edificio elíptico con otra torre de arenisca posterior.
- Al suroeste de Ozieri, en los campos que rodean Torralba, Mores, Borutta y Bonarva, se suceden ruinas de nuraghi prehistóricos y domus de janas. Los principales son el Nuraghe Santu Antine, uno de los mayores de Cerdeña, y el Dolmen Sa Coveccada, el más grande del Mediterráneo.
Olbia, la Costa Esmeralda y la Gallura:
- Arzachena es la base perfecta para visitar más tesoros: misteriosas ruinas de nuraghi y dos tombe dei giganti. El Nuraghe di Albucciu es una reliquia prehistórica atípica por su plano techo de granito y su torre cónica. Hacia el sur se llega a Coddu Ecchiu, el yacimiento donde están las tombe dei giganti más importantes de Cerdeña.
Nuoro y el este:
- El punto arqueológico más importante de esta zona es el misterioso poblado nurágico de Tiscali. El pueblo, del s. VI a. C., se descubrió a finales del s. XIX prácticamente intacto, pero desde entonces fue saqueado hasta convertirse en las esqueléticas ruinas que pueden verse hoy. Es un lugar fantasmagórico que impresiona por el exuberante y verde valle en que se encuentra.