Rostov del Don, cuna de la cultura cosaca y ciudad en auge
Junto al río que le da nombre, Rostov del Don es un cruce geográfico en la histórica frontera de las culturas asiática y europea, y ejerce de puerta de entrada moderna entre el Cáucaso septentrional y la costa del Mar Negro. Es una ciudad de raíces cosacas y tendencias cosmopolitas que hoy atrae el interés de inversores y comerciantes internacionales, además de fans del fútbol de todo el mundo.
El río Don tiene una notable presencia en la historia y la sabiduría popular de Rusia gracias a la gente indómita y de mentalidad independiente asentada en esta zona desde el s. XVI. Durante cientos de años el área alrededor de Rostov del Don fue cuna de la cultura cosaca y de revueltas campesinas. Tiempo después, Mijaíl Shólojov escribió sobre los cosacos en su novela épica El Don apacible, describiendo su rol en la guerra civil rusa y rindiendo homenaje a tan majestuoso río.
Pasear junto al río Don
Hoy el Don es el eje central de Rostov y su principal atracción turística. A lo largo del cautivador paseo ribereño, una estatua de Mijaíl Shólojov muestra al escritor contemplando, pensativo, el río que le hizo famoso. Cerca de allí es posible embarcarse en un barco con Don Tour y disfrutar de un relajante crucero fluvial o divertirse en el agua (según el día y la hora).
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Puede que el Don sea apacible, pero su paseo, lleno de puestos de comida, fuentes y música, siempre está muy animado. Al otro lado de la calle, la informal Ryba Taverna (taberna del pescado) es un buen sitio para saborear la pesca local con platos como la ukha (sopa de pescado) o el pescado a la parrilla. Al lado, la Schneider Weisse Brauhaus, una cervecería alemana, sirve cerveza de la casa y contundentes especialidades locales, muchas de ellas elaboradas con pescado del mismo Don. Las barcazas y los barcos de este tramo albergan bares, por lo cual siempre hay algún sitio disponible para ir a tomar una copa mientras montones de paseantes se suman al ambiente festivo.
Parques y plazas de Rostov
Si uno se aleja del río descubrirá que Rostov es una ciudad llena de plazas y zonas verdes; ideal para ser explorada a pie. Pushkinskaya Ulitsa es la principal avenida peatonal. Este idílico paseo está libre de tráfico y lleno de fuentes, esculturas, cafés y restaurantes con mesas al aire libre y músicos callejeros en verano. Es especialmente bonito por el extremo este, entre la universidad y el parque de la Revolución de Octubre, donde se congregan grupos de gente joven.
Pushkinskaya es la calle más de moda de Rostov, y tiene los clásicos locales donde comer y beber. Se puede tomar un expreso en 8 Zeryon, saborear cervezas locales en Kraft Bar o disfrutar de las hamburguesas en Shtefan Burger.
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Cerca del extremo oeste de Pushkinskaya, el frondoso parque Gorki alberga floridos jardines y divertidas atracciones infantiles. Cuando hace buen tiempo, el parque se llena de gente; lugareños que juegan al ajedrez, familias con niños y un montón de gatos perezosos. Entre el verdor se alza un impresionante monumento dedicado a la Revolución bolchevique de 1917. Para contemplar más muestras de nostalgia soviética se puede ir a la plaza central de la ciudad, Ploshchad Sovetov. La ‘plaza de los soviets’ está presidida por un colosal monumento en honor a los soldados del Ejército Rojo que combatieron en la guerra civil rusa. No hay que perderse el mosaico de azulejos que representa a optimistas trabajadores y granjeros rusos en el perekhod (pasaje subterráneo) que hay bajo la calle.
Iconos locales
Además del río Don, el icono más representativo de Rostov es la lujosa catedral de la Natividad de la Santísima Virgen María, con cúpulas doradas y de estilo neobizantino, construida en 1856. El vecino Mercado Central bien merece un paseo entre sus puestos rebosantes de hortalizas y frutas del bosque, pescado seco, hierbas aromáticas y escobas hechas a mano.
Durante más de 200 años, el centro de la ciudad ha estado en la orilla norte del Don, pero el nuevo Rostov Arena, construido para la Copa Mundial de la FIFA 2018, se alza en la orilla izquierda, antaño vacía. Las autoridades municipales aseguran que dicho estadio es tan solo el comienzo del desarrollo del lado sur, que se convertirá en un animado centro cultural y comercial.
Capital cosaca
A solo 35 km río abajo desde Rostov del Don se halla el pueblo de Starocherkasskaya, capital cosaca del Don desde finales del s. XVI hasta principios del s. XVIII. Antaño fue una ciudad amurallada de 20 000 habitantes, pero hoy es un pueblo pintoresco con casas de madera que flanquean su calle principal. La espléndida catedral de la Resurrección delimita el extremo este de la calle, luciendo un altísimo iconostasio dorado, una lámpara araña barroca y un inusual suelo compuesto por azulejos metálicos.
Aparte del ambiente de otra época, la gran atracción de Starocherkasskaya es el palacio Ataman, que antaño fue la residencia de los jefes cosacos. Este majestuoso palacio alberga exposiciones sobre el pasado y el presente de la cultura cosaca del Don, incluidos artículos del hogar y un montón de armas. También es posible echar un vistazo al interior de la fortaleza de Kondraty Bulavin, el líder rebelde cosaco que encabezó una revuelta fallida en 1707.
La manera más agradable de ir a Starocherkasskaya un fin de semana de verano es un crucero de Don Tour, pero también salen marshrutkas (microbuses) cada hora desde Rostov.
Cómo llegar a Rostov del Don
En Rostov del Don abundan los grandes hoteles, algunos de los cuales son reductos de la época soviética, mientras que otros forman parte de las grandes cadenas hoteleras internacionales. Para disfrutar de una experiencia más íntima es buena idea alojarse en el Hotel Attaché o en el Park City Rose.
Por la estación de trenes de Rostov circulan numerosos trenes en dirección norte, hacia Moscú, y en dirección sur, hacia Sochi. También es posible tomar un vuelo de dos horas desde Moscú o San Petersburgo.