El corazón alpino de Europa
VIajamos a Austria, el corazón alpino de Europa, en una ruta plagada de paisajes de imponente belleza y experiencias únicas.
Austria es un destino alegre, variado y hecho a la medida de todos, que merece ser explorado con los cinco sentidos bien despiertos y atención plena. La ruta hacia la descubierta de esta Austria ensoñadora, a la vez que real, nos adentra a un destino de gran legado histórico, de fácil recorrido y muy heterogéneo. Un país que resume la esencia del viejo continente en un amplio abanico de matices.
Aventúrate a descubrirla con los cinco sentidos
Vista
Gusto
La gastronomía es el arte de llevar al plato la mejor combinación de alimentos y maneras de cocinarlos, y en ese arte influyen historia, cultura y costumbres. Austria guarda en su despensa un buen conjunto de recetas, algunas ancestrales y otras más modernas, que varían de un extremo al otro del país. Desde la típica Wiener Schnitzel (escalopa a la milanesa), pasando por el estofado Estehrházy o la Forelle nach Müllerin Art (trucha a la molinera) hasta llegar a las nuevas creaciones de vanguardia; la diversidad de la cocina austríaca no tiene límites. Mención aparte merecen sus dulces, unos de los grandes protagonistas de las mesas austríacas. Desde el Kaiserschmarrn a la tarta Sacher, pasando por los Palatschinken (creps) y la famosa tarta de manzana o Apfelstrudel, los viajeros más golosos encontrarán un verdadero paraíso gastronómico.
Olfato
La hierba mojada, la gastronomía más genuina, sus mercados repletos de productos ecológicos, los aromas procedentes de las regiones vitivinícolas de Wachau o Estiria, de las rutas senderistas a orillas de ríos, lagos y cascadas como la que brinda la Ruta Romántica entre Salzburgo y Viena, o el aire que se respira en las altas montañas, invitan a dejarse guiar por el olfato y ofrecer enclaves y propuestas para auténticos hedonistas.
Tacto
Oído
Los sentidos se agudizan cuando se trata de conocer la Austria de la cultura, el país de los grandes compositores y la música clásica invita al viajero a disfrutar con el oído de los grandes conciertos en espacios tan destacados como la famosa Ópera de Viena o el Musikverein, la antigua sala de conciertos que acoge el Concierto de Año Nuevo, y que se explica en sitios históricos como la casa de Mozart o el interactivo Haus der Musik (Museo de la Música), ambos en la capital austríaca. Más allá de los conciertos y festivales de las grandes ciudades, Austria se convierte en un escenario único que acoge el Jazzfestival Saalfelden, con sus legendarios conciertos de los pastos en medio de las montañas de Pinzgau o la Trigonale de Carintia, cuyas actuaciones tienen lugar en espacios singulares como la catedral Maria Saal u otras iglesias históricas de Carintia.