¿Pasas uno o dos días por la capital del exceso?
Estas son las mejores cosas (y las más divertidas) que hacer en el Strip de Las Vegas. Let’s have fun!
Cuentan que “lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas” y lo cierto es que quien haya viajado en alguna ocasión a la cuna del entretenimiento mundial, bien sabe que esta máxima se cumple. Las posibilidades de diversión dentro de la propia ciudad –y fuera también- son inmensas, tanto que resulta imposible abarcarlas todas, y aunque verdaderamente nos cuesta ponerle límites al placer, estas son las mejores cosas que hacer en Las Vegas para lograr una escapada perfecta sin necesidad de salir del Strip, su arteria principal.
1. High Roller , hay que subirse a la noria: sí, en la ciudad donde casi todo lo que sucede lo hace entre cuatro paredes, de vez en cuando es necesario salir a tomar un poco de aire. Y la mejor forma de respirar (o en su punto más alto casi de dejar de hacerlo), es subiéndose a la impresionante noria que gobierna la ciudad, cuyo punto más alto alcanza los 167 metros de alto. El “viaje” a bordo del High Roller dura aproximadamente unos 30 minutos y ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad y del desierto. Aunque uno de sus puntos fuertes es montar de noche, cuando las luces de la ciudad del pecado brillando y los más de 2.000 LED del High Roller están encendidos.
2. La noche comienza en Rose.Rabbit.Lie: una cena inusual, un espectáculo provocativo y un moderno club nocturno que sirve clásicos americanos reinventados acompañados por música en vivo y algunas (muchas) actuaciones. Todo lo que sucede en este selecto espacio lo hace de forma muy sutil, algo de lo que, siendo sinceros, no puede presumir el resto de la ciudad. Aquí los cócteles se mezclan con ropa muy cara y platos exquisitos, como su postre estrella, un terrario de chocolate, con una mezcla de cacao, helado y flores reales y comestibles. Y si la experiencia te gusta, no dudes en repetir, porque en Rose.Rabbit.Lie nunca hay dos espectáculos iguales.
3. ¿Venecia? No, los canales de Las Vegas: sí, en Las Vegas también se puede navegar y se hace además con el Campanile y la Piazza de San Marco como telón de fondo y con un gondolero de verdad que hasta, si se lo pides, es capaz de remar cantando “o sole mío”. Y no, no hemos viajado hasta Italia, seguimos en la ciudad más grande del estado de Nevada, justo en el hotel Venetian, que ofrece –a tan solo unos metros del Strip- una experiencia relajada y romántica que da pie a numerosas peticiones de mano a lo largo del año. ¿Quién no ha soñado alguna vez con dar un paseo en góndola? Pues en Las Vegas es posible.
4. Reponer fuerzas en The Blind Pig: calificar como íntimo un restaurante en Las Vegas es cuanto menos una osadía por nuestra parte, pero así es como definimos a este lounge, ubicado detrás del complejo CityCenter. En el local, todo un homenaje gastronómico a la cocina americana, también se sirven deliciosos cócteles, cómo no, aunque aquí las estrellas son sus entrantes, como los tacos de langosta, o las hamburguesas 100% caseras.
5. Y acabar la noche en The Cosmopolitan: si estuviésemos en Nueva York calificaríamos este hotel como “the place to be”, pero estando en Las Vegas mejor lo definimos como, “el sitio que sirve las mejores copas”. Y es que en cualquiera de los cinco bares que encierran las glamurosas paredes de uno de los hoteles más cool de Las Vegas se puede beber, y beber muy bien, aunque hacerlo en el mítico The Chandelier se lleva la palma. Y eso, en Las Vegas, es decir mucho.
Ahora la conocemos como la ciudad de los casinos y la diversión, pero hubo un momento en que Las Vegas era un rancho sin rastro de todo ese desenfreno.
