Nuevos alojamientos para nuevos viajeros
¿Por qué limitarse al clásico hotel o a las pensiones y campings de toda la vida? Cada día surgen nuevas formas de alojamiento y sobre todo, nuevas redes y webs que permiten encontrar la opción más adecuada a cada necesidad y bolsillo. Dos nuevas tendencias: hostels de vanguardia que renuevan el clásico albergue juvenil y campings más sofisticados, que se convierten en llenos de glamour para practicar el “glamping”.
1. Los nuevos ‘hostels’
No son ninguna fórmula nueva para alojarse barato sino más bien la reinvención de los albergues juveniles de toda la vida, pero ahora instalados en los centros urbanos, con muebles de diseño y con todos los servicios de un hotel convencional. Están muy extendidos por toda Europa aunque la fórmula es aún relativamente reciente en España y parece que, de repente, se han puesto de moda.
Los hostels se venden como un lugar de encuentro perfecto para viajeros y, sobre todo, como una fórmula muy barata para conocer otros destinos y alojarse en sitios muy céntricos. Tampoco son las clásicas pensiones u hostales de antes, porque aquí la clave del precio está en las habitaciones compartidas. Los hostels van en realidad un paso más allá de la red de albergues para jóvenes que componen la Federación Internacional de Albergues para Jóvenes (IYHF) y se rigen con un sistema de normas mínimas garantizadas. No son ninguna cadena, sino una forma de viajar que ha ayudado a millones de jóvenes y no tan jóvenes a recorrer el mundo desde principios del siglo XX, cuando un maestro alemán abrió el primer hostel en un castillo reconstruido en Altena (Alemania) y diez años después fundó la Asociación Alemana de Albergues para Jóvenes.
Los hostels ahora dan un paso adelante y pueden encontrarse lugares como el Oops Hostel de París (de lo más chic), o el Lisbon Calling de Lisboa, lleno de diseño. Tampoco son lugares apartados en el extrarradio, como prueba, por ejemplo, el Urbany Hostel en Barcelona. Los hay que van más allá y proponen experiencias diferentes, como el turismo responsable y ecológico del Imm Eco Hostel de Chiang Mai, o el Centre Ecològic Llémena de Girona, un hostel completamente sostenible.
En España, en los últimos años, los hostels llenan las calles de Barcelona y más recientemente de Madrid y otras ciudades como Málaga. En otros países son casi una plaga; por ejemplo, en Buenos Aires, donde ya hay más de 300 establecimientos de este tipo. Y una vuelta de tuerca: ya están naciendo los hostels de nueva generación: los llamados “boutique” que se diferencian del resto porque las habitaciones son individuales o dobles, pero no se comparten y están pensados sobre todo para los turistas de hasta 40 años que no renuncian a “alargar” su juventud.
Hay diversas redes con sus consiguientes aplicaciones para localizar los mejores hostels. Estas son las más populares:
www.hostellinginternacional.com (la red internacional de Albergues de la IYHF, con más de 4200 hostels en 80 países en Europa, América, Asia, África y Oceanía).
2. ‘Glamping’
En el otro extremo de la escala de precios, se puede probar con el glamping, que es como se conoce a la cada vez más extendida tendencia a alojarse en campings. ¡Y qué campings! De la unión de camping y glamour nace glamping, una fórmula de alojamiento a la que ni los más sibaritas podrán poner la más mínima pega. En África llevan toda la vida practicándolo, con esos campamentos de lujo en los que el viajero se siente como en Mogambo o Memorias de África. Existen en los lugares más remotos de la tierra, en los que no es tan fácil encontrar alojamientos de lujo convencionales, como en los desiertos o en selvas remotas.
Pero el glamping es también una moda que está haciendo furor en todo el mundo y ya es posible disfrutar sin salir de España. La clave realmente está en los servicios, que no tienen nada que envidiar a los de un hotel de cinco estrellas.
Estamos hablando de campings de lujo, que poco o nada tienen que ver con las tiendas de campaña familiares y los campamentos de bungalós llenos de niños ruidosos. Aquí las tiendas dejan paso muchas veces a yurtas o lodges decorados con muy buen gusto, con camas king size y baños privados. En España ya hay buenos ejemplos, como el Lanzarote Retrets (Arrieta, Lanzarote), con yurtas mongolas en una finca junto a la playa, jardines y terrazas espaciosas y los más sofisticados servicios para tener una experiencia de ecoturismo.
Diferente pero también en la línea del glamping es Casa del Mundo, en Tibi, a 25 km de Alicante. Aquí la oferta incluye caravanas antiguas de madera, lodges de estilo africano o casas balinesas, todo ello con una buena piscina y un restaurante.
En Alhaurín el Grande han logrado que en pleno Valle del Guadalhorce uno pueda sentirse como en Memorias de África, en Casa de Laila, con unas tiendas llenas de detalles, más inspiradas realmente en el mundo árabe que en el africano.
En Genaguacil (Málaga) han optado por las yurtas para crear Casa Nube. Las tradicionales casas de los nómadas mongoles tienen aquí cocina rústica al aire libre, baño privado con ducha y con un extra cada vez más apreciado: wifi gratuita.
Estos son solo algunos de los muchos ejemplos que salpican nuestra geografía. Algunas páginas de referencia para hacer glamping por todo el mundo son las siguientes: